CAMINO BAZTANÉS (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 2º: Ustaritz - Urdax: 21,43 Km





Aunque madrugamos, tomamos este nuevo día sin prisa, así que desayunamos tranquilamente en casa de Natalia, quien nos preparó un abundante y variado desayuno compuesto por varios quesos, además de fruta, leche, té y café, así como unas excelentes mermeladas caseras de fresa, castañas y albaricoque.

Bien descansados y desayunados, llegó el momento de despedirnos de Natalia y comenzar la etapa. En mi caso, aunque no esté lloviendo, me decido por usar pantalón de lluvia.

Abandonamos la casa y enfrente, por la rue des Erables salimos a la rue des Vicomtes de Labour, donde tomamos a la derecha, por la que después de 100 metros llegamos a la altura de una gran superficie comercial, el supermercado Super U y algunos otros pequeños establecimientos.

Frente a la fachada del supermercado, sale un paso de peatones por donde cruzamos en dirección a unas escaleras, punto en el que podemos apreciar la tablilla amarilla con forma de flecha que indica claramente nuestra dirección “VOIE DU BASTAN”. Este será el indicador habitual por tierras francesas.







Accedemos por estas escaleras a la carretera D932, que cruzaremos a través de otro paso de peatones regulado por semáforo.





Una vez cruzada la carretera D932, un nuevo tramo de escaleras nos acerca hasta el nivel de cementerio que se encuentra inmediatamente después, cuyo perímetro bordearemos por la izquierda de acuerdo con la indicación de la tablilla amarilla.





Continuando el perímetro, tomamos a la derecha, pasando junto a una fuente abrevadero, hoy sin uso y con síntomas de evidente abandono. Comenzamos un breve y suave ascenso.





A medida que ascendemos, podemos contemplar una panorámica de parte de la población de Ustaritz, apareciendo en primer término su cementerio y la zona comercial.

En este cementerio, se encuentra la capilla funeraria más antigua del país vasco, corresponde a Joseph Dominique Garat, persona que recae el dudoso “honor” de notificar la sentencia de muerte y ejecución de Luis XVI.







El corto ascenso finaliza después de 300 metros, desembocando en la carretera D-88, donde tomaremos a la izquierda en dirección sur.







Nada más salir a la carretera, apenas unas decenas de metros más adelante, enfrente, en el margen derechos según avanzamos, se encuentra la Antigua Capilla de Saint Michel, datada su construcción posiblemente en el siglo XVII.







Nuestro recorrido por esta carretera D-88 es bastante breve, solamente 220 metros, debiendo estar muy atentos a la señalización de las tablillas amarillas, pues sale un desvío en el margen derecho, debiendo abandonar la carretera y tomar la senda que aquí se inicia.





Hay que estar MUY ATENTOS a este desvío, pues de continuar por carretera podríamos andar bastante perdidos y despistados, aunque esta carretera conduzca hasta Souraïde después de algo más de 7 Km.

Al tomar este desvío entramos en una bonita senda descendente, rodeada de vegetación y suelo de tierra.





En el recorrido por esta breve pero amplia senda, el suelo presenta un maravilloso alfombrado debido a las hojas que se han depositado de los árboles con abundante setos y saucos, así como robledal con la presencia de olmos y avellanos, permitiendo caminar con una agradable sensación de relajo y tranquilidad.







Son apenas 400 metros por esta pista que nos llevan, en descenso, hasta desembocar en la carretera D-250 (Route Hardoia).

Aquí tomamos a la izquierda en dirección sur, avanzando a través del asfalto con bastante precaución por la ausencia de arcenes y un pequeño puente que salva el cauce de un arroyo (Halzabaltzako Erreka).





Después de 450 metros por esta carretera, llegamos a una rotonda bordeándola por la izquierda, en la que abandonamos el trazado de la D-250, de acuerdo con la señalización de la “tablilla amarilla”, a través de la primera salida.







Continuamos por vía asfaltada en ascenso, algo más estrecha que la que la D-250 que acabamos de dejar y por tanto algo más tranquila, en dirección a Etxehasia.





Salimos de esta área boscosa, comenzando a transitar otra más despejada, aunque con la presencia de zonas urbanizadas con numerosos chalets en los que abundan las zonas ajardinadas.

Una vez dejemos atrás las edificaciones, la calzada se estrecha algo más y cuando llevamos 1,1 Km desde que dejamos la D-230 en la rotonda, a la izquierda, entre el seto, encontramos una primera y amplia portilla metálica que debemos de observar solo como referencia, porque 50 metros después, una segunda portilla, junto a la que encontramos la “tablilla amarilla” de señalización, siendo este el lugar en el que debemos abandonar el asfalto.





Ahora nos adentramos en una nueva zona boscosa con robles a la izquierda y prados a la derecha, iniciando así un suave descenso.







Apenas cinco minutos después, volvemos a cruzar otra portilla de similares características a la que habíamos traspasado, dejando así la zona acotada.







Avanza la senda y unos centenares de metros después, continuando rectos y despreciando cualquier desviación, llegamos al pequeño cauce de un arroyo (Halzabaltzako Erreka) que salvamos mediante el sencillo y práctico puente construido al efecto.







A la salida del pequeño puente, un nuevo mástil de señalización con “tablillas amarillas” nos marca la dirección correcta, tomando a la izquierda a través de una zona algo embarrada.







Apenas otro centenar de metros y volvemos a encontrar de nuevo con un pequeño regato, posible afluente del anterior, que en esta ocasión hemos de salvar con precaución, debido a la precaria pero más que suficiente solución realizada que al menos evita tener que mojarnos.







Ahora se inicia un pronunciado ascenso a través de una pista de tierra, con algunas zonas embarradas y con un trazado en ocasiones serpenteante.







Después de 600 metros de ascenso, llegamos hasta una meseta donde se estabiliza el nivel y podemos apreciar la maravillosa panorámica que nos brinda en este día que va abriendo sus cielos y por tanto la visibilidad del horizonte.

Aquí nos comenta Manolo la existencia del Tren de la Rhune, un tren de cremallera, inaugurado en 1924, que sube a 905 metros de altitud, en cuya cima se sitúan las instalaciones de un repetidor de televisión.

Durante la ocupación alemana, esta cima La utilizaron como punto de vigilancia, a la vez que el tren de cremallera servía para el transporte de las tropas, asegurando así la presencia de las mismas.

Hoy día destaca su carácter turístico, siendo un punto de observación impresionante desde donde se pueden divisar los montes más allá de la muga (frontera), tales como Alkurruntz, Gorramendi y Peña Plata.







Discurre el recorrido por esta meseta con suaves ascensos y descensos, aunque siempre elevando el nivel, hasta que después de 1,1 Km por esta pista de tierra, ya en su tramo final asfaltada, llegamos al cruce con la carretera D-88.







Al cruzar la carretera perpendicularmente, existe una bifurcación, nosotros hemos de tomar el ramal sin asfaltar que se abre a la derecha, continuando ahora con un pronunciado ascenso durante 270 metros al cabo de los cuales se corona la cima, coincidente con una plantación de pimientos de Espelette con las instalaciones apropiadas para su manufactura.

Lo que apreciamos es la presencia de vehículos con cazadores, comentando Manolo que es la época de paso de las distintas especies migratorias, tales como palomas, garzas y cormoranes, motivo por el que los cazadores se apostan en vaguadas por donde prevén puedan desviarse a lo largo de su ruta. Indica que en ocasiones la presencia de estas aves es tan masiva que dibujan en el cielo enormes manchas como nubes en movimiento, con un sincronismo espectacular.







La panorámica que se abre ante nuestros ojos es impresionante, además la climatología lo continúa permitiendo, a pesar de la existencia de bruma en algunas zonas del valle.







El trazado de esta pista de tierra es bastante rectilíneo, con suaves subidas y bajadas, pero siempre propiciando el descenso en dirección al valle.

Después de 2,0 Km llegamos a una bifurcación del Camino, sin embargo, nosotros hemos de continuar por la vía principal de acuerdo con la señalización de las “tablillas amarillas”, en dirección suroeste.







La pista sigue discurriendo por tierra hasta que después de 280 metros, coincidiendo con las primeras edificaciones, el firme de tierra se transforma en pista asfaltada, continuando el descenso hasta llegar 320 metros más adelante, hasta la altura de una instalación ecuestre, donde la pista muestra señales de las lluvias caídas recientemente.







No cesan las edificaciones por los alrededores de esta pista asfaltada, pudiendo comprobar la belleza y singularidad de los caseríos (baserri) vascos.







Apenas unos 170 metros después de este caserío, una desviación a la izquierda conduce a la población de Espelette. Célebre y pintoresca población, donde el cultivo de su producto estrella: los Pimientos de Espelette, la permiten gozar en Francia de la Denominación de Origen Controlada, siendo de gran arraigo en la gastronomía.

En Espelette existe un albergue de peregrinos, de ahí la posibilidad de desviarse apenas 1,0 Km para conocer y disfrutar de una población con todos los servicios, finalizando aquí la etapa.

En nuestro caso continuamos y un nuevo tramo, ahora de 330 metros, nos deja en la carretera D-918, por cuya calzada caminaremos, tomando a la derecha en dirección oeste, aunque solo durante 300 metros.

En este punto existe la opción de continuar caminando por esta carretera durante 800 metros hasta llegar a la población de Souraïde (Zuraide), lugar en que se encuentra la Iglesia Parroquial de Santiago el Mayor (Église Paroissiale Saint Jacques le Majeur), mostrando mi interés por visitarla, aunque nos obligue a una pequeña desviación del Camino.

Sin embargo, lo que hacemos, en lugar de caminar por la carretera, vamos a seguir el trazado del Camino, puesto que posteriormente una pequeña desviación nos permitirá llegar hasta la población.

Abandonamos pues la carretera después de estos 300 metros iniciales de acuerdo con la señalización de las “tablillas amarillas” del Camino, haciéndolo por el desvío que sale a la izquierda según caminamos por el margen izquierdo de la carretera, por el denominado Chemin de Xabaltxa.







Después de 280 metros caminando por esta calle en dirección suroeste, cuyo trayecto discurre entre caseríos hasta llegar a una bifurcación.







En esta bifurcación, tomaremos a la derecha en dirección noroeste, ahora por le chemin d´Etxetocoborda durante 120 metros, para continuar en la misma dirección por le chemin d´Etxetoa otros nuevos 150 metros.

Aquí llegamos a un cruce de calles, pero continuamos en la misma dirección a través del chemin de Xapitalea, en ascenso, hasta llegar descendiendo a un nuevo cruce, en el que según la señalización hemos de continuar a la izquierda, en ascenso, para proseguir por la ruta del Camino a través de chemin d´Aprendixenea.







Sin embargo, nosotros mantendremos la misma dirección que llevamos, a través de chemin Xapitalea, con el fin de acercarnos a visitar la iglesia en Souraïde (Zuraide), distante solo 320 metros, aunque después debamos retornar a este punto donde iniciar el ascenso.







Son las 11:15 horas cuando ya desde la glorieta de acceso a la población de Souraïde podemos apreciar la primera imagen de la Iglesia Parroquial de Santiago el Mayor (Église Paroissiale Saint Jacques le Majeur), con el cementerio en primer término.







Bordeando su perímetro podemos contemplar una imagen más completa de la edificación que data del siglo XII y como su nombre indica, bajo la advocación Santiago el Mayor.

Reconstruida en los siglos XVII y XVIII, siendo durante el siglo XIX cuando se le dotó de campanario a dos aguas, típico de las iglesias en Labourd (antiguo vizcondado de Labort, territorios históricos que componían el tradicional territorio vasco francés).







Accedemos por el atrio, aunque aparentemente la puerta de acceso está cerrada, pero permite su apertura desde el exterior. En este amplio atrio existen varias tumbas en el suelo, así como diversas placas que rememoran y homenajean a las personas fallecidas en acontecimientos históricos.







El interior, se compone de una planta rectangular coronada por dos pisos de galerías de madera, al igual que la iglesia visitada en Ustaritz, desconociendo hasta ahora por mi parte cual era el motivo de estas galerías.

Al parecer, en las iglesias vascas, durante el oficio religioso de la misa, los hombres se separan de las mujeres, debiendo ocupar ellos estas galerías.







En cuanto a su retablo barroco, adornado con tapices, alberga varias imágenes de Santiago.







Recoge la historia que, durante la Revolución Francesa, parte de la población de Souraïde fue deportada por violar las prohibiciones religiosas promulgadas. Sin embargo, para continuar sus prácticas los “zuraïdars” (habitantes de Souraïde) se desplazaban a tierras navarras, como a Zugarramurdi, al otro lado de la frontera.

Al abandonar el edificio por el atrio, observamos la existencia de un pequeño pupitre adosado a la pared, en cuyo interior se ha depositado un libro de visitas, bolígrafo, almohadilla y cuño que nos permite sellar la credencial. Todo un detalle, tanto por parte de la iglesia propiciando este medio, como el respeto mostrado por parte de visitantes y peregrinos que hemos sabido mantener el perfecto estado de uso.







Abandonamos el recinto eclesiástico e intentamos localizar algún bar o cafetería donde poder tomar un café o una cerveza, pero para nuestra desgracia no encontramos nada abierto, solo una especie de mini tienda con poca variedad donde todo lo vendían en pack (como por ejemplo seis cervezas) así que desistimos de nuestro intento, además del elevado precio no era cuestión de transportar más peso.

Retornamos desde la glorieta al chemin de Xapitalea hasta llegar al punto de conexión con el Camino, comenzando el ascenso a través del chemin d´Aprendixenea inicialmente bastante fuerte, posteriormente se suaviza, pero siempre ascendiendo.







Podemos dividir el ascenso en dos tramos, este inicial hasta el Col de Pinodieta con 176 metros, a donde llegamos después de recorrer los 1,3 Km de ascenso cuando es algo más del mediodía.

En este alto nos encontramos con la carretera D-20 que une Espelette con Ainhoa, vía con bastante tráfico, así que se debe tener prudencia al cruzarla.







Cruzamos perpendicularmente la carretera D-20 y enfrente se abren dos vías en ascenso, hemos de tomar la que continúa de frente, como continuación de la que traíamos, en dirección sureste, de acuerdo con las indicaciones de las “tablillas amarillas” existentes, a través del denominado chemin de Landako Bidea.







Comenzamos así la segunda parte del ascenso, inicialmente sobre asfalto, hasta que 190 metros después, llegamos a la altura de un gran roble centenario.







Nada más pasar el roble, se abre una bifurcación a la derecha por la que debemos continuar, debiendo dejar el asfalto para caminar ahora por una pista de tierra y grava.

Además, si observamos las “tablillas amarillas” existentes en ambas vías bifurcadas, hemos de obedecer a la que indica “VOIE DU BASTAN” que nos conduce por la derecha, por la pista de tierra y grava.







Continuamos el ascenso por este denominado chemin d´Urtxotegia, continuando recto, haciendo caso omiso del desvío inmediato que sale hacia la derecha.

Después de aproximadamente media hora, llegamos a un paso canadiense, flanqueado por un amplio portillo metálico. Una vez sobrepasado este paso continuamos por la pista, dejando a la izquierda otra bifurcación.







A la izquierda queda el monte Erebi, aunque nosotros continuaremos por su ladera intentando el punto más accesible para descender hacia Ainhoa, así llegamos al punto más alto con una elevación de 291 metros, considerándolo el punto más alto de la etapa y también de este Camino. Iniciamos el descenso.







Las vistas son espectaculares y la pendiente de descenso considerable, así que precaución para no resbalar en los guijarros sueltos, aunque es difícil abstraerse de la maravillosa panorámica que tanto la naturaleza como la climatología nos brindan.





Cuando diez minutos después abandonamos esta zona boscosa, volvemos a pasar por un paso canadiense, en esta ocasión flanqueado por estacas de madera que conforman una valla con alambres.





La panorámica se amplía ya en campo abierto y podemos llegar a identificar los núcleos de población de Ainhoa y Sara, así como la cima del monte La Rhune.







Hemos finalizado el descenso y encontramos las primeras edificaciones de Ainhoa, se trata de casas de labranza diseminadas alrededor de esta todavía pista de tierra.

A continuación, esta pista de tierra se convierte en pista asfaltada, conduciéndonos hasta una bifurcación perfectamente señalizada, donde hemos de tomar a la izquierda según marca la “tablilla amarilla”.







Ya a las puertas de Ainhoa, ante de entrar en su zona urbana, desde esta zona más elevada, se puede ya apreciar la proximidad de sus edificaciones y como resalta entre ellas la torre de su iglesia.







Solo 200 metros después llegamos a la entrada del núcleo urbano, siendo la edificación de un pequeño oratorio a quien encontramos como primera salutación.





Frente a la fachada de este Oratorio, iniciamos el recorrido por una calle peatonal que, rodeada de grandes casonas, nos conduce al centro de la población.





Solo 120 metros de recorrido por esta coqueta peatonal calle, hasta desembocar en la calle principal, coincidente con la carretera D-20, frente al edificio de su bonita iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (Eglise Notre-Dame de l'Assomption), situada junto al frontón de la ciudad.







Su edificio, rodeado parcialmente por las tumbas del cementerio, tiene las características de iglesia castillo, perteneciente al periodo románico.

Construcción realizada originariamente como casa fortificada antes del siglo XII, convirtiéndose en Iglesia durante el siglo XIII, siendo dedicada desde su origen a la advocación de la Santísima Virgen por Juan Pérez de Baztan, señor del castillo de Jaureguizar y Ainhoa.

En el atrio encontramos unas curiosas escaleras, que, partiendo de una base de acceso común, se bifurca en dos ramas independientes a derecha e izquierda girando 360º en su ascenso.





Ya en el interior de la nave principal con su sala rectangular, resalta el colorido de su ábside con la parte inferior de rojo granate y la bóveda con un fuerte azulado, en contraste con el rojo y elementos dorados del retablo.







También dispone de dos pisos de galerías de madera en las que se ubican los varones y se extienden desde la entrada principal por ambos laterales.





Abandonamos la iglesia cuando son las 13:45 horas y se nos plantea la duda razonable de comer en esta bonita población.

La arquitectura urbana es una fiel representación de las construcciones vascas con sus vivos colores, resaltando en esta zona francesa el colorido rojo, sin embargo, después de comprobar la oferta de varios establecimientos, decidimos unánimemente cruzar la frontera y comer en tierra española, donde podremos encontrar una más amplia oferta económica y una mayor flexibilidad horaria.





No obstante, Salvador nos sorprende con la degustación de una prueba de los variados panes que por la zona elaboran, productos que adquirió en un establecimiento típico de Ainhoa.

Nos dirigimos por la calle principal hasta el final, en dirección sur, de acuerdo con el trazado del Camino, y llegando a las últimas edificaciones, nos desviamos a la derecha hacia la bajada señalizada con “tablilla amarilla”.







En este pequeño desnivel con respecto a la calle principal, tomamos la calle existente entre los dos últimos caseríos rojos, encontrando a la entrada de esta calle el primer caserío que al menos yo, he localizado con colores verdes.

También aquí, está perfectamente señalizada la dirección a seguir mediante las “tablillas amarillas” y el inequívoco nombre de “VOIE DU BASTAN”.







A partir de aquí debemos tener clara la orientación de nuestro destino, realmente nos dirigimos a Dantxarinea (frontera franco española), aunque no vayamos por la carretera D-20, la dirección será la misma que por carretera, aunque algo menor la distancia.

Iniciamos la salida por la pista asfaltada de la derecha, en suave ascenso de acuerdo con la señalización de las “tablillas amarillas”.







Apenas han trascurrido 250 metros y encontramos la primera bifurcación que debemos tomar a la izquierda sin duda alguna, en dirección sur, puesto que la otra posibilidad es un camino sin salida, iniciando ahora un suave descenso.







Se mantiene el descenso durante 220 metros, mientras caminamos por el barrio de Amikueta hasta llegar a una vaguada, lugar donde comienza el barrio de Rokos.

Iniciamos un pronunciado ascenso durante 450 metros, al cabo de los cuales llegamos a una nueva bifurcación, en la que debemos mantener la dirección sur y tomar la vía de la izquierda, quedando a la derecha las instalaciones de unos viveros construidos con unos grandes semicírculos cubiertos de plástico.

Este puede ser el único punto conflictivo por la diversidad de indicaciones existentes, pero la ruta es clara, por la izquierda en descenso y dirección sur.







En pleno descenso ya podemos apreciar las instalaciones fronterizas al fondo del valle, así como el precioso escenario que nos rodea, incluido el rebaño de ovejas en la falda de la colina y las maravillosas montañas del horizonte.







Son las 14:25 horas cuando entramos en el barrio de Dantxaria (perteneciente a Ainhoa) todavía territorio francés, a través de una de sus calles, evitando así el tránsito de la paralela carretera D-20.







Descendemos por esta calle hasta el lugar en que se encuentra instalado el puesto fronterizo francés, por suerte en estas fechas sin presencia policial ni controles oficiales, todo un disfrute para quien haya conocido otras épocas.







A continuación, pasamos por el puente que salva el cauce del arroyo que marca la delimitación geográfica de las dos naciones, son las 14:30 horas cuando entramos en España por Dantxarinea (Navarra).







En la primera rotonda, encontramos la señalización de tráfico que informa de la carretera que se dirige a Zugarramurdi, conocida por su cueva del Akelarre y los acontecimientos que se produjeron en siglo XVII con motivo de la intervención de la Inquisición, dando lugar a apresamientos y posterior ajusticiamiento de personas acusadas de supuestas pertenencias a sectas de brujos y adoradores del demonio.

También encontramos otro cartel informando de la proximidad de las cuevas de Urdazubi/Urdax, producidas por la erosión del río Urtxume desde hace cientos de miles de años, conformando galerías con estalactitas y estalagmitas, llegando a ser en otras épocas usadas como refugio de personajes de leyenda, guerrilleros y contrabandistas.

Y llegó el momento, así que de acuerdo con las indicaciones de Manolo vamos a comer en una de estas grandes áreas comerciales, únicos lugares disponibles, donde a pesar de ser España, todos los visitantes son franceses.

Al menos no nos plantearon problemas de horario para la comida, toda una tranquilidad y aunque en estos lugares es más apetecible una cerveza, algo había que comer, pues el apetito es agrande y el tramo de etapa que llevamos lo merece.

Por mi parte, además de disfrutar de unas cervezas y vino compartidos, me decidí por unos pimientos rellenos de hongos y codillo asado, para finalizar con una ensalada de frutas. A pesar de la excelencia de los nombres, no deja de ser comida de grandes superficies sin un especial significado ni identidad.

Satisfechos y descansados, decidimos retornar al Camino, con mi asombro de la masiva afluencia francesa en busca de bebidas (alcohólicas) y tabaco principalmente.

Caminamos por las aceras que comparten trazado con esta carretera N-121B, a lo largo de los 1,2 Km desde que entramos en tierras españolas, trayecto en el que no cesan los grandes centros comerciales en los que existen todo tipo de establecimientos, así como estaciones de servicio para el suministro de carburante, incluyendo como no, inmensas zonas de aparcamiento cubiertas y de superficie. Comenta Manolo que durante los fines de semana se produce una congestión total por la afluencia masiva de los vecinos del país limítrofe.







Finalizando las últimas edificaciones, hay que estar atentos al desvío señalizado junto a una casa, a la derecha de nuestro sentido de marcha, lo que nos permitirá evitar seguir caminando por el asfalto de esta concurrida carretera N-121B, exactamente a la altura del PK 72,00.

A partir de ahora, volvemos a recuperar, como es habitual por los Caminos de Santiago en España, el símbolo más extendido para la señalización, “LA FLECHA AMARILLA”, además de las singularidades y complementos de cada lugar, en este caso podemos disfrutar del hito jacobeo esculpido por Genaro Fagoaga, artesano de la piedra y natural de Urdax.







Seguimos la senda repleta de hierba que bordea la casa por su parte posterior, caminando junto a la alambrada de delimitación de una finca y la frondosidad de los árboles.







Después de 150 metros, llegamos a las inmediaciones de otra casa que también bordearemos por atrás, a través de una nueva senda que ahora se abre, pero mucho más estrecha que la anterior.







Durante 700 metros, esta senda discurre junto a la ribera del río Ugarana, entre zonas alambradas y rodeados de setos, fresnos y algún que otro cerezo.







Desembocamos en una pista de cemento que nos saca de la ribera del Ugarana, ascendiendo durante escasos 100 metros.







Este pequeño tramo de pista cementada que hemos recorrido nos lleva hasta la carretera NA-4402, al incorporarnos a ella, las indicaciones de las flechas amarillas nos dirigen hacia la derecha.







Caminamos ahora en dirección sur por el asfalto de esta carretera NA-4402, hasta que después de 210 metros, una flecha amarilla nos sugiere la posibilidad de desviarnos a la izquierda con el fin de recorrer el barrio Iribere, manteniendo la dirección hacia Urdax, lo que amplía el recorrido hasta Urdax en 200 metros en relación con la distancia que recorreríamos si continuamos por la carretera.







Después de varias dudas y comentar esta posible opción, decidimos aceptar el recorrido por el Barrio Iribere y contemplar la obra expuesta por un artesano de la piedra como Genaro Faoaga. Un nuevo hito señaliza la dirección hacia el Barrio Iribere (Iribere Auzoa).







Este artesano utiliza de materia prima la nativa piedra de arenisca rojiza, salida de las entrañas del Baztán.

Solo 170 metros caminando por esta estrecha pista asfaltada hasta llegar a otra muestra de este artesano de la piedra, se trata de una fuente que además nos aporta una refrescante agua.







Proseguimos el paseo y aparecen nuevas muestras de los trabajos que realiza este artesano de la piedra y la madera como por ejemplo el lavadero público que también goza de agua en abundancia.







Este conjunto de piezas y construcciones son realmente un singular museo al aire libre, ubicado en las inmediaciones de la vivienda habitual del escultor de la piedra y la madera, de ahí que podamos contemplar la amplia muestra de su obra.

Resalta la creación de un complejo, cuyo diseño lo comparten incluso animales que habitan dentro del recinto.







Continuando el itinerario, unos metros más adelante, después de sobrepasar el domicilio del escultor, un establecimiento hostelero ubicado en un caserío tradicional resalta con sus amplias zonas ajardinadas con muestras de este artesano de la piedra.







El itinerario es precioso, una explosión de la naturaleza nos invade por doquier, convirtiendo este paseo en un verdadero disfrute.







Son las 17:20 horas cuando a través del puente sobre el río Ugarana accedemos a la pequeña población de Urdax.







El punto de referencia de la población lo constituye el edificio del Monasterio de San Salvador del que no se puede concretar la fecha de su origen, si bien se piensa que una pequeña congregación de agustinos, que allá por el siglo XI, estableció aquí un pequeño hospital.

No se conserva información de la época medieval, en la que al parecer durante los siglos XII y XIII, el hospital fue habitado por la orden premonstratense (o también denominada de los canónigos).

Se considera como época de máximo esplendor la comprendida entre los siglos XVI al XVIII, periodo al que pertenecen las construcciones actuales con el color rosado típico de la piedra nativa.

El monasterio sufrió dos importantes incendios, el primero de ellos en 1526, momento en el Navarra pierde su independencia y otro en 1793, en este caso coincidente con la Convención en Francia, momento en el que tropas francesas invadieron la zona haciendo arder Urdax y su monasterio y desgraciadamente fueron quemados los 9000 volúmenes de su espléndida biblioteca, buscando sus monjes refugio en Loyola hasta 1806.

Ya en 1839, debido a la desamortización de Mendizábal, los monjes abandonan definitivamente el monasterio, convirtiéndose en iglesia parroquial.

Del antiguo monasterio se conserva la iglesia y el claustro. Destaca en su fachada, la torre adosada al lateral, así como su portada estilo herreriano, uno de los puntos de mayor interés artístico.







Visitamos la Oficina de Información turística existente, donde además de sellar la credencial nos informaron de la carencia de servicios el día de hoy en la población, ya que solo estaba abierta la Casa Indiana (Indianoa Baita Ostatua) con motivo de un funeral, pero que cerraría temprano, por lo que agradecimos la información.

No conseguíamos contactar con la hospitalera telefónicamente, hasta que Salvador lo hizo, facilitándonos la entrada al albergue, situado en la primera planta de las instalaciones del monasterio.

Una amplia sala (uno de los laterales del claustro) acoge 24 plazas en litera, situando los aseos al fondo. Ya está alojado un peregrino italiano.







Después de instalarnos, decidimos visitar el único establecimiento abierto, con el fin de conocer las posibilidades de tomar algo para cenar y efectivamente, están preparando un convite para los asistentes al funeral que se está celebrando, por lo que nos sugieren la opción de unos bocadillos, una vez se descongestionen de la masiva afluencia y siempre antes de las 21:00 horas que será el cierre.

El edificio de esta casa Indianobaita, situada enfrente del monasterio, es otra de las edificaciones que se salvaron de su destrucción antes del siglo XIX, siendo construida a comienzos del siglo XVIII por un indiano.







Aprovechamos para ver algo del pueblo, realmente estamos en su parte más antigua, encontrando a las puertas del bar el caz que alimentaba su histórico molino de grano, una de las piezas que también se salvaron de los incendios de siglos pasados. No ampliaremos el paseo fuera de este entorno.







Este caz recorre transversalmente toda la plaza central de la población, cuya calle principal lo salva mediante el puente construido al efecto y estéticamente incorporado en la estructura urbana.

Durante los siglos XII y XIII los monjes del monasterio se consagraron a la construcción de puentes y canales (de ahí el nombre en Esuskera de la población, “ur eta zubi” que significa agua y puente).

Este río Ugarana, cuyo nacimiento se produce aquí en el pirineo navarro, en tierras de Urdax, pasando la frontera a territorio francés, donde se convierte en el río La Nivelle, buen conocido nuestro durante el trayecto que hicimos desde Bayona a Ustaritz.







La otra parte importante es el propio monasterio y su iglesia, así que aprovechando la finalización del funeral que se celebraba, tuve el privilegio de acceder al interior de la iglesia y poder contemplarla en todo su esplendor e iluminación.

La última restauración interior se realizó durante 2012 y 2013, afectando principalmente a cuadros, imágenes y retablos, pintando bóvedas y paredes, lo que ha permitido recuperar los motivos geométrico originales de las columnas.







Al comienzo de su sala principal, a la entrada y en su parte superior, se encuentra situado el coro, destacando su techo abovedado nervado tanto el superior como el situado bajo el coro.







Otro detalle singular dentro del propio coro y que desde abajo no se puede apreciar, es la existencia de cinco filas de bancos de madera colocados a distinto nivel en sentido ascendente para propiciar la visión de las personas que allí accedan, aumentando así la capacidad de asistentes o bien para un conjunto coral.







Otra parte importante de este Monasterio de San Salvador es su claustro, otra de las estructuras que sobrevivió a los franceses.

Actualmente se está utilizando como espacio de interpretación y realización de exposiciones, además de una parte como albergue de peregrinos, desde cuyos ventanales puede apreciarse la bella simplicidad y armonía de sus líneas.







Retornamos al albergue y la amplitud de su recepción y sala de estar las hace acogedoras, disponiendo de una amplia mesa, así como una cocina equipada. Esta parte ocupa otro de los laterales de la planta primera del claustro, adyacente a la sala de literas.







Llegaron nuevos peregrinos, ya somos en total siete, así que hay que organizarse para la cena, por lo que siguiendo las instrucciones que nos dieron en el bar de la casa Indianobaita a Manolo y a mí, decidimos retornar para recoger unos bocadillos, acompañándome Salvador, lo que nos permitió tomar unas cervezas mientras nos preparaban la cena, a la vez que los propietarios atendían a los invitados al funeral celebrado.

Regresamos definitivamente al albergue comunicando a dos de los peregrinos que no se habían abastecido de alimentos el inmediato cierre del establecimiento, por lo que se dispusieron de manera urgente para llegar antes de que hiciesen efectivo el cierre.

La cena la realizamos compartiendo el espacio común de la mesa de cocina, disfrutando de un excelente banquete con los productos adquiridos más algo de lo que transportábamos.

En la sobremesa compartimos la velada, incluido Guiuseppe, peregrino italiano que se hacía acompañar de un perro de 9 años, en perfecto estado a pesar de la edad. Guiuseppe hablaba perfectamente nuestro idioma, además de conocer perfectamente los Caminos, habiendo estado incluso ejerciendo de hospitalero voluntario en uno de los albergues.

Los otros tres peregrinos eran un grupo constituido por dos madrileños y un salmantino, aunque todos renacían de tierras charras, se trata de Miguel, Ildefonso y Juan Carlos.

Aquí se da la circunstancia y confirma, que los Caminos aportan y deparan sorpresas inimaginables, resultando que los peregrinos charros, sus familias renacen de la misma población que la familia de Manolo, llegando incluso a compartir amigos y conocidos comunes.







Finalizamos la sobremesa recordando anécdotas y vivencias de los caminos, así como analizando calendarios sobre las previsiones de etapas y finalización del camino, pues la mayoría están condicionados por temas laborales.

En el caso de Manolo y mío, no tenemos plan predefinido de lugar de terminación de la etapa de mañana, no coincidiendo con las previsiones de Salvador, aunque disfruta de nuestra situación, ya tiene marcado un objetico para mañana, así que el Camino será nuestro mejor aliado y decidirá el cuándo, cómo y dónde volveremos a coincidir.

Finalmente nos retiramos a descansar.



Mi sugerencia: Recorrido de gran belleza. Aconsejable llegar a la Iglesia de Santiago el Mayor de Souraïde



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Espelette:
-Albergue de Peregrinos de Espelette (Gîte pèlerins d'Espelette)
    Localización: Elizaldeko bidea, s/n
    450 metros al noreste de la población, junto a la Iglesia
    Propiedad y Gestión: Municipal
    Tel.: (+33) 5 59 93 95 02
    Pasar previamente por Oficina de Turismo para registro y acceso

-Casa Rural Jeu de Paume
    Localización: 47 Place du Jeu de Paume
    150 metros al norte del centro de la población
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+33) 6 01 40 60 80 / (+33) 6 04 53 30 91

-Casa Rural Monsieur Andy Le Sauce B&B
    Localización: 120 Zubiburuko karrika
    200 metros al este del centro de la población
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+33) 5 59 15 73 30 / (+33) 6 71 05 20 04

-Hotel Euzkadi***
    Localización: 285 Karrika Nagusia
    En el centro de la población
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+33) 5 59 93 91 88

-Hôtel Chilhar***
    Localización: 25 Xilarreneko Karrika
    En el centro de la población
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+33) 5 59 42 89 01



Souraïde:
-Hotel Bergara**
    Localización: 17 Rue Principale
    En el centro de la población
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+33) 5 59 93 90 58



Ainhoa:
-Albergue Harazpy (Gîte Harazpy)
    Localización: Chemin Ordokikoborda
    500 metros al noroeste de la Iglesia, fuera del núcleo urbano
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+33) 5 59 29 89 38 / (+33) 6 75 58 04 85
    Pasar previamente por Oficina de Turismo para registro y acceso

-Hotel Argy Eder****
    Localización: Route de la Chapelle; Quartier Boxate
    300 metros al este de la Iglesia (Fuera del casco urbano)
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+33) 5 59 93 72 00

-Hôtel Ithurria****
    Localización: Place du Fronton
    En el centro de la población
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+33) 5 59 29 92 11

-Hôtel La Maison Oppoca****
    Localización: 2 Rue Maubec
    En el centro de la población
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+33) 5 59 29 90 72 / (+33) 6 21 37 40 71



Dantxaria:
-Hotel Etchartenea
    Localización: Quartier Dantxaria
    150 metros al oeste del Camino
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+33) 5 59 29 90 26

-Hôtel Ur Hegian**
    Localización: Quartier Dantxaria
    A la entrada de Dantxaria, junto a la D-20
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+33) 05 59 29 91 16



Dantxarinea:
-Pensión Beotxea**
    Localización: Barrio Dantxarinea
    Junto al Camino
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 948 59 91 14



Urdax:
-Albergue de Peregrinos del Monasterio de Urdax
    Localización: Salvatore Lektiu, 6
    Centro de la población
    Propiedad: Arzobispado de Pamplona; Gestión: Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Urdax-Baztán
    Tel.: (+34) 646 732 185
    Inaugurado el 27 de noviembre de 2004

-Casa Rural Aterbea II
    Localización: Barrio de Iribere
    Junto al Camino, 350 metros antes de Urdax
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 948 599 028 / (+34) 615 35 88 24

-Hotel Rural Irigoienea**
    Localización: Barrio de Iribere
    Junto al Camino, 290 metros antes de Urdax
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 948 599 267

-Casa Rural Dutaria
    Localización: Urdax
    En el núcleo urbano
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 948 59 92 37 / (+34) 636 557 048