CAMINO BAZTANÉS (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 6º: Lantz - Arre: 24,13 Km





Ya amanece domingo, pero durante la madrugada se ha producido el cambio del horario de invierno, con lo cual la sensación es diferente, aunque hallamos dormido una hora más, pero esto nos obliga a salir algo más tarde en tiempo real.

Hemos desayunado en el albergue, consumiendo los productos comprados en la tienda de Isabel y utilizando el menaje del albergue.

Son las 08:00 cuando abandonamos las instalaciones del albergue, ubicado en los bajos de un edificio cuya planta superior está habitada por una familia con niños, como pudimos comprobar la noche anterior.







Esta tardía pero fresquita mañana nos permite ver con mayor tranquilidad alguno de los edificios de la población, como la Iglesia Parroquial de la Santa Cruz, con su acceso principal a través del atrio lateral con zonas ajardinadas.





Abandonamos definitivamente la población por la carretera NA-2523 en dirección suroeste, llegando después de 600 metros a cruzar el cauce del río Eltzarrain y dejar atrás las últimas edificaciones.





Sin embargo, continuamos caminando por la calzada de esta carretera NA-2523 durante 1,0 Km más, hasta antes de llegar a una curva a la derecha de la que la sale por la izquierda una pista de tierra por la que hemos de desviarnos, de acuerdo con la señalización de flechas amarillas.





Por esta pista se inicia una bonita travesía a través de tierras de cultivo de este valle, convirtiéndose en un paseo maravilloso con zonas en las que la pista se ve envuelta de arbolado y tapizado el suelo por sus hojas.







Durante el recorrido podemos apreciar la existencia del fruto que genera una de las bebidas más típicas y afamadas de tierras navarras, el pacharán, contemplando como la ribera de la pista se encuentra en ocasiones resguardada por estos arbustos silvestres que producen el apreciado fruto: las endrinas.







Ahora también caminaremos a través de una zona con ganado vacuno acotada por zonas valladas que abandonaremos finalmente después de pasar una portilla.







Después de 1,4 Km a través de esta pista y 36 minutos caminando, dejamos la pista de tierra para incorporarnos a la carretera NA-2522 procede de Arizu, tomando a la derecha en dirección suroeste.





Un breve recorrido de 450 metros por esta carretera NA-2522 y después de pasar bajo la carretera N-121A, desembocamos en la carretera local NA-8104 que ya nos deja, en dirección sureste, directamente a las puertas de la población de Olagüe.





Pequeña población con un par de centenares de habitantes, conformando junto con otros seis pueblos el municipio de Anué, siendo Olagüe su capital en la que se dispone de ayuntamiento.







Según avanzamos por esta su calle principal de San Juan, encontramos la existencia de una fuente con dos grandes y refrescantes chorros de agua. En su frontal, un letrero relata la historia en la que la posadera de Olagüe y el bastero de Lizaso dirigían las reuniones de brujos de los valles de Anué y Ultzama.





Su casco urbano antiguo configurado alrededor de la Iglesia de San Juan Bautista, edificio construido en piedra, de estilo barroco, con una torre de planta cuadrada y tercer cuerpo octogonal.







El acceso se sitúa al lado de la epístola, con puerta de arco de medio punto moldurado, protegida por un gran pórtico abovedado de arquería semicircular sobre pilares pétreos.





Al encontrarse esta población en la ruta del Camino, además de todo tipo de servicios, también se puede disfrutar en ella de albergue de peregrinos.

Merece la pena destacar uno de los tesoros ecológicos del valle de Anué, se trata de las denominadas “turberas”, consistentes en hábitats de zonas encharcadas que se originan en ambientes muy concretos al coincidir una serie de parámetros tales como lluvias abundantes, temperaturas frías, suelos impermeables y ambientes ácidos generalmente.

En estas condiciones, la vegetación termina de descomponerse y se va acumulando muy lentamente (entre 0,5 y 10 centímetros cada 100 años) dando lugar a los depósitos de turba.

Reside su importancia en que al ser hábitats naturales muy escasos en nuestras latitudes, acogeno además una rica variedad de animales y plantas singulares, algunas muy raras y otras protegidas.

Cuando el espesor de la turba llega a ser importante, el análisis de los restos de materia orgánica sin descomponer (principalmente granos de polen) que se van acumulando procedentes de la vegetación del entorno, aporta información histórica fundamental sobre la evolución del clima y del paisaje de la zona.

Después de conocer esta peculiaridad del terreno, proseguimos caminando para abandonar la población en dirección sur por la NA-2520 durante 600 metros, después de los cuales tomamos la carretera NA-2521 a la derecha, en dirección a la población de Leazkue.





El recorrido hasta Leazkue discurre por esta estrecha carretera asfaltada (sin arcenes) NA-2521, pero por suerte sin apenas tráfico rodado, lo que facilita el camino, aunque sin relajarse.

Después de 1,7 Km y 25 minutos caminando, llegamos a esta pequeña aldea, de apenas una docena de edificaciones esparcidas en las proximidades de esta carretera, aunque existe un edificio que llama la atención, su Iglesia Parroquial de la Asunción, realizada en piedra y transformada en sucesivas épocas.







La puerta de acceso la tiene situada por el lado de la epístola, a través de un arco de medio punto enmarcada con pilastras toscanas que sustentan un entablamento y una ligera estructura que protege el pórtico.







Proseguimos en dirección sur, dejando atrás las edificaciones de la aldea de Leazkue en dirección a la siguiente, Etuláin, distante 1,4 Km.

El recorrido, en suave descenso, lo hacemos a través de la carretera local NA-2521, con la agradable presencia en sus orillas de los arbustos silvestres que tienen como fruto las endrinas.







En esta ocasión, dado el excelente aspecto del fruto y su grado de madurez, no pudimos reprimir el deseo de degustarlas y desde luego mereció la pena hacerlo.







La pista por la que caminamos se convierte en una pista de tierra con claras muestras de su poco uso, como el ejemplo de la decadente parada / apeadero de autobús que apenas puede mantener en pie las tablas que la conforman, aunque gracias a su techumbre siempre puede ofrecer algo de refugio, e incluso sirviendo de soporte para las flechas de señalización del Camino.







Llegamos a la aldea de Etuláin, que al igual que la anterior, con apenas una veintena de casas diseminadas en torno a su principal edificación, la Iglesia de San Esteban, cuya nueva fábrica se realizó utilizando los materiales de la antigua.







Su puerta de acceso, protegida por una sencilla techumbre, en cuyos alrededores se han colocado algunas piezas de piedra de notable antigüedad, posiblemente procedentes de la anterior edificación.







La aldea está sumamente concurrida por personas y vehículos, se tratan de varios grupos de cazadores que a estas horas de la mañana deben haber considerado dar por finalizada la jornada cinegética.







Ya a la salida de la aldea, nos llama la atención el estado de una antigua casona sometida a proceso de restauración, tratándose de construcciones con tejados a cuatros aguas y muros de protección para las balconadas, fechadas su mayoría en el siglo XVIII, así puede ser el caso de la llamada Echezuría.







Abandonamos la aldea en dirección suroeste de nuevo por pista de tierra, continuando el suave descenso.







Llegamos casi inmediatamente a la regata de Telleki, sobre la que se ha construido un práctico puente que permite salvarla sin dificultad alguna, sobre todo en época de lluvias copiosas.







Seguidamente abandonamos la pista tomando el desvío hacia la senda señalizada a la derecha.







Ahora el trazado discurre por un tramo repleto de vegetación, a través de una zona boscosa, llegando a envolver la senda con su frondosidad.







Después de 700 metros a través de esta zona boscosa, dejando a nuestra derecha el edificio de Venta Vieja, cruzaremos el cauce del río Mediano a través de un puente medieval de piedra de sillar y ojo único de medio punto.







Atrás queda el puente, el cauce del Mediano y la señal indicando la dirección hacia la pasada aldea de Etuláin.







Nada más pasar el puente, tomamos la senda que sale a la izquierda para continuar avanzando en dirección sur paralelamente al trazado de la N-121A.







Solo 200 metros paralelos a la N-121A hasta desembocar en una pista que tomaremos a la izquierda, para inmediatamente volver a tomar a la derecha y así seguir manteniendo la dirección sur ahora por otra nueva pista donde comenzamos a encontrar ya algunas edificaciones hasta llegar al cabo de 400 metros a una carretera asfaltada, donde tomaremos a la izquierda.







Avanzamos por esta carretera durante 300 metros hasta llegar prácticamente a las puertas de la población de Burutain, a la que no llegaremos a acceder.







Efectivamente, unos metros antes de cruzar del cauce del río Mediano y acceder al casco urbano de esta población, tomaremos el desvío señalizado a la derecha hacia una pista sin asfaltar.







Esta pista de tierra discurre en dirección suroeste, avanzando entre campos de cultivo y alguna que otra edificación durante 750 metros.







Finaliza esta pista en la carretera asfaltada NA-8109 mediante la que salvaremos, a través de un paso subterráneo el trazado de la carretera N-121A.







Caminando por el arcén de esta carretera NA-8109 durante 1,0 Km, nos iremos aproximando a la población de Ostiz, pasando antes junto una amplia área de descanso en el margen derecho de la carretera.







Son las 13:30 horas cuando llegamos a la citada población de Ostiz que esta carretera atraviesa longitudinalmente.







Accedemos hasta el edificio de su Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, situada en el lado derecho de la población en dirección a Pamplona.

Se trata de una sencilla edificación medieval de transición del románico al gótico, con nave única cubierta por bóveda de medio cañón. Corresponden al siglo XVI la cabecera poligonal y capillas laterales.







La portada, protegida por una sencilla cubierta de teja, es de arco de ojiva con crismón (denominación más usual del cristograma o monograma de Cristo: XP) en la clave y labra de taqueado en el guarda lluvias.







Junto a la fachada de la iglesia, la artificial construcción de un túnel de comunicación de la iglesia con la casa limítrofe, conforman un rincón singular a pesar de la mínima separación existente.







La fachada sur de la iglesia está rodeada por un sencillo pero bonito jardín incluido dentro del recinto eclesiástico, aprovechando el lugar para descansar unos instantes.







Retornamos a la carretera NA-8109 (la calle principal) para salir de la población y continuar el Camino, sin embargo, observamos entre las últimas casas la existencia de un establecimiento hostelero, se trata del Bar José y como es casi media día creemos apropiado efectuar una visita para tomar algún picoteo.

La acogida no fue nada agradable por parte de la señora que pareció atendernos, pues era domingo y ese día no abrían, tema que nosotros lógicamente desconocíamos, ni existía información alguna que advirtiese de esta circunstancia, ya que solo nos limitamos a intentar acceder al establecimiento, no siendo muy del agrado de la señora.

Sorprendidos por la reacción retornamos al Camino con el ánimo de intentar localizar otro posible lugar donde al menos nos atendiesen con amabilidad.

Dejamos atrás la población de Ostiz en dirección sur a través de la carretera NA-8109, por la que caminamos durante 850 metros, hasta llegar a una glorieta en la que coinciden la intersección con la carretera N-121A, el desvío hacia Endériz y un área de descanso junto a la ribera del Ultzama.







Nosotros nada más pasar el área de descanso tomamos el desvío de la derecha, para dirigirnos a Endériz, cruzando el cauce del río Ultzama.







Por esta zona el cauce del río se torna amplio y aunque su caudal no es copioso, entiendo que en época de lluvias el mismo se incrementará de forma considerable, de ahí la amplitud de su cauce que estas voluminosas bajadas se encargan de mantener.







Nada más pasar el cauce del río, comienza una fuerte subida a través de las calles de esta población de Endériz, situada en la ladera de la colina.

Después del pronunciado ascenso por la calle San Nicolás durante 250 metros, tomamos por la calle Errekaldea a la izquierda de acuerdo con la señalización.





Ya en la parte alta de la población y caminando en dirección sur por la zona media de la ladera de la colina, abandonamos el área urbana para proseguir a través de una pequeña senda, quedando abajo el valle con la ribera del Ultzama y la carreta N-121A.





La senda continúa en dirección sur, en un recorrido en el que se alternan las subidas y bajadas, por esta media ladera de la colina, debiendo ir atentos a la señalización, pues a veces a senda se vuelve imperceptible, adentrándose por zonas boscosas y alguna que otra portilla en las vallas alambradas.







Después de 2,2 Km a través de este bonito recorrido llegamos hasta la aldea de Oláiz, con apenas dos decenas de habitantes y situada en el margen derecho del río Ultzama.







A la entrada de la aldea nos recibe un cuidado y refrescante lugar con una fuente y gran pilón, con una amplia techumbre que cubre las instalaciones.







Aprovechamos, ante la ausencia de servicios de ningún tipo, para desprendernos de las mochilas y descansar un rato, además de alimentarnos con algunos de los frutos secos que transportamos.





Proseguimos a través de las calles de la aldea, rodeando la colina de la Iglesia Parroquial de San Miguel, hasta finalizar ante la fachada del edificio construido de piedra con una sola nave, a la que la reciente restauración confiere un excesivo aire de modernidad.





A las puertas de la iglesia, lógicamente y como es habitual por tierras españolas, se encuentra cerrada, encontrándonos en la placeta con la masiva llegada de una excursión que realizaban un recorrido turístico con mochila y a pie.

Son casi las 13:00 horas cuando abandonamos la aldea de Oláiz continuando el recorrido en dirección sur por una bonita senda, inicialmente todavía en ascenso.







Después de dejar la aldea, iniciamos 300 metros de ascenso continuado por la ladera de la colina, siendo a partir de entonces, cuando el trayecto se convierte en un fuerte descenso hasta llegar de nuevo al nivel de la ribera del Ultzama.





Después de recorrer los 2,4 Km que separan la aldea de Oláiz de la población de Sorauren, llegamos a la entrada del puente que da acceso a través del río Ultzama a esta población, siendo las 13:30 horas.







Aunque el Camino continúa sin acceder a esta población, como bien indican las flechas amarillas, dada la hora, decidimos entrar en la población donde disfrutar de unas buenas cervezas.

Justamente, ya en la otra vertiente, una vez cruzado el puente, está el Mesón La Posada, en la misma orilla del Ultzama, bonito local en el que decidimos tomar algo de alimento en la sala existente junto a la barra del bar.





Aquí disfrutamos de un variado surtido de tapas acompañadas de unas cervezas que fueron realmente revitalizantes después de la intensa mañana vivida.





Finalizado el “banquete” decidimos retornar a la etapa, no sin antes visitar el exterior de la Iglesia Parroquial de San Andrés que se encuentran en las proximidades del mesón.

Su edificación es moderna, en sustitución de la anterior, en la que al parecer trabajó un famoso cantero que habría realizado obras con anterioridad a 1599. Del antiguo edificio se trasladaron valiosos objetos que hoy se conservan en la actual parroquia.







Volvemos a cruzar el río Ultzama a través de su viejo puente que puede ser de origen romano, aunque no existe certeza, pues la fábrica que podemos observar es principalmente medieval, ya que durante la Edad Media y el Renacimiento se intentaban imitar estas construcciones. En la actualidad constituye una preciosa estampa de la población, siendo objeto de la última restauración en 1986.

Construido en piedra con cuatro arcos de medio punto, los dos centrales mayores que los laterales, con dos tajamares de sección circular que llegan hasta la calzada y un tercero de corte triangular.







Ya en la vertiente derecha del río, proseguimos caminando en dirección sur por la pista existente, siguiendo el recorrido del río.

Este río, en el siglo XVI se utilizaba su cauce como medio de transporte de la madera procedente de la deforestación de los montes de Esteribar, Eugi y Ultzama.

Se aproximaba la madera hasta la orilla de los ríos con animales de carga, donde se apilaba. Una vez marcada la propiedad de los troncos, se agrupaban por medio de redes y se arrojaban al río, regulando el caudal con presas construidas en las regatas. Cuadrillas de hombres con palos largos con garfios guiaban los maderos desde las orillas.

La mejora de los medios de comunicación y transporte conllevó la desaparición de tan singular práctica.

Este tipo de transporte de la madera por el cauce de los ríos fue origen de continuos conflictos, ya que los troncos en su recorrido causaban grandes daños en molinos, presas y puentes- Para regular esta situación se estableció un canon que los leñeros debían abonar a los dueños de estas infraestructuras en concepto de compensación.







Continuamos la andadura por la ribera izquierdas del Ultzama a través de la excelente pista peatonal







Después de 1,8 Km, llegamos a las puertas de las instalaciones del Camping Ezcaba, enorme complejo situado casi a las puertas de Pamplona.







El largo recorrido del trayecto ha permitido la construcción de numerosas zonas de recreo que se convierten en lugares de esparcimiento y celebración de comidas por familias y amigos.







Una vez recorridos los 4,6 Km que separan Sorauren de la población de Arre, por el margen derecho de la ribera del Ultzama, salvo los metros finales que discurren por la ribera izquierda hasta cruzar el puente que nos permite entrar en el núcleo urbano de esta última cuando van a ser las 15:20 horas.







Con la vista del edificio de la Iglesia Parroquial de San Román Mártir al fondo, lo convertimos en el primer objetivo de visita.

Edificio de fábrica medieval con planta rectangular, se puede considerar de transición entre el románico y el gótico (principios del siglo XIII) tal y como atestiguan los arcos apuntados ligeramente. Hay documentadas diversas intervenciones a finales del siglo XVI que afectaron a la sacristía (se hizo de nueva planta), la cubierta que se levantó unos centímetros para poder introducir la nueva estructura. Estos trabajos fueron realizados por el cantero Miguel de Amézqueta

Exteriormente destacan los diez contrafuertes prismáticos que rodean el perímetro. La torre está reforzada con dos contrafuertes.







La portada es muy sencilla, con arco también apuntado con guarda lluvia conopial (vértice puntiagudo hacia arriba).







Descendemos de esta pequeña colina en que se ubica el templo en dirección a la ribera del Ultzama, a través de la calle de las Hiedras hasta desembocar a la entrada del puente Viejo. Puente de factura medieval y perfil apuntado. Ya en 1565 hay noticias de su existencia por el cobro para el paso de leñadas.

Cuenta con dos arcos, uno ligeramente apuntado y otro más rebajado, posiblemente existan otros arquillos más pequeños que pueden estar aterrados en los laterales. Las últimas obras de restauración se efectuaron en 2012.







Una vez que cruzamos a través del puente Viejo el río Ultzama, caminamos por el margen izquierdo en dirección sureste durante 850 metros hasta llegar al puente que nos da acceso al albergue y a la Basílica de la Trinidad.







Este puente, de posible origen romano, fue restaurado en 1963, ya que fue cortado en su tramo central durante la última guerra carlista (1873 – 1876). A mediados del siglo XIII se le denominaba puente de “Atarrabia”.







Nada más cruzar el puente, nos encontramos con la Torre y la Basílica de la Trinidad, formando esta trilogía arquitectónica un conjunto monumental.







La basílica del románico rural (de la primera mitad del siglo XIII). En cuanto a la torre, al pie de la iglesia, de fábrica de ladrillo, sustituyendo posiblemente a la primitiva.

La carencia de documentación medieval es muy extraña. Desde que se cuenta con documentación, el hospital aparece regido por capellanes, contando además con dos cofradías, una de clérigos y otra de legos.

Actualmente estas instalaciones prestan su utilidad como albergue de peregrinos.







Somos atendidos por el hospitalero permanente, José Luís, que no solo nos recibe, sino que además se empeña en ayudarme con la mochila durante el desplazamiento por los jardines interiores hasta la sala del albergue.







Accedemos al interior del albergue, a través de las escaleras que salen del patio, entrando en el centro de la sala principal.







Se trata de una muy amplia sala, encontrándose los aseos en la parte central, a la entrada. En un extremo han situado un agradable espacio como sala de descanso.







Y también casi en la parte central, otra pequeña sala hace de cocina, con todo el equipamiento apropiado y menaje.







Comprobamos que ya hay alojado un peregrino, al parecer es su segundo día de estancia y en estos momentos se encuentra ausente.

Una vez instalados, nos indica José Luís que a las 19:00 horas se celebra el acto de Oración y bendición del Peregrino en la capilla, al que voluntariamente podemos asistir quienes estemos interesados. De acuerdo con sus indicaciones, tanto el otro peregrino, un chico americano, como nosotros dos, hacíamos acto de presencia a las 19:00 horas, acompañándonos José Luís a través de pasillos y corredores internos hasta la capilla.

Al parecer, las intervenciones realizadas a lo largo del siglo XX en un estilo neo-medieval, afectaron drásticamente al interior de la iglesia, cubriendo las ménsulas originales con columnas adosadas, añadiendo molduras de yeso a los arcos de acceso a las capillas laterales.

En el ábside se introdujeron siete arcos ciegos de medio punto que a su vez envolvían dos arcos menores. El resultado es excesivamente ecléctico y recargado, aunque la nave se encuentra en buen estado.

Una vez finalizada la oración del Peregrino, hoy no ha habido bendición, asistimos a las expertas explicaciones de José Luís sobre cada uno de los altares laterales y del principal.







Bajo el coro, se encuentra la pila bautismal, posiblemente románica como el templo primitivo.







Al finalizar, salimos por el pórtico de acceso a la capilla, lugar en el que hay expuesto un gran óleo sobre lienzo en el que se representa el Bautismo de Jesús, anónimo del siglo XVII (pintura declarada patrimonio artístico nacional), situado sobre un altar neo-románico.







Después de esta agradable visita guiada y explicada por José Luís, retornamos a las instalaciones del albergue donde dejamos preparadas nuestras literas y equipamiento con el fin de salir a visitar la población y localizar algún lugar donde cenar.

La noche llega pronto y en las proximidades del albergue se encuentra el edificio del Batan, lugar en el que los monjes de Roncesvalles, propietarios del terreno, erigieron un molino harinero en el siglo XII. En 1544 se ampliaron las instalaciones con un batan hidráulico o molino trapero para enfurtir e impermeabilizar tejidos.

Desde mediados del siglo XIX, el edificio se dedicó a la fabricación de pasta de papel a partir de tejidos usados y más tarde, de madera de pino. La singularidad de estas instalaciones reside en que a pesar de los diferentes usos a que se han destinado, el factor común siempre ha sido el agua.

No podemos acceder a las instalaciones de este museo y centro de sensibilización del Parque Fluvial del Arga, puesto que estamos fuera del horario de apertura al público.







Después de pasear por las zonas comerciales de la población, aceptamos la sugerencia de unos nativos y optamos por cenar en el mesón recomendado Gastro Okey Errialde, lugar en el que a pesar de la afluencia conseguimos mesa para cenar.

Como la comida durante el día fue bastante ligera, decidimos recuperar fuerzas tomando algo contundente, por lo que después de sopa de pescado y chorizos a la sidra, los segundos fueron la especialidad de la casa, callos y manitas de cerdo, además, ya en nuestro subconsciente merodeaba la idea de que era nuestra última cena del Camino, intenso pero breve, prolongando la sobremesa en lo posible para que nos permitiese regresar al albergue dentro del horario previsto.



Mi sugerencia: Bonita etapa de transición y enlace con el Camino Francés

Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Olagüe:
-Albergue de Peregrinos de Olagüe
    Localización: Casa Parroquial
    junto a la Iglesia
    Propiedad: Arzobispado de Pamplona; Gestión: Asociación de Amigos del Camino de Urdax - Baztán
    Tel.: (+34) 948 307 064 / (+34) 679 859 371
    Inaugurado en 2009



Sorauren:
-Camping Ezcaba
    Localización: Carretera N-121A, Km 7
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 948 33 03 15



Arre:
-Albergue de Peregrinos de la Trinidad de Arre
    Localización: Puente del Peregrino, 2
    A la entrada de la población
    Propiedad: Cofradía de la Trinidad de Arre; Gestión: Particular
    Tel.: (+34) 948 332 941 / (+34) 691 61 90 28