
EL CAMINO FRANCES (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)
Día 12º: Belorado - San Juan de Ortega: 23,06 Km
Amanece el nuevo día con la incertidumbre meteorológica, así que con todo ya preparado, durante el desayuno realizado en el Hotel Belorado, continuamos sopesando
las posibles decisiones, pues el cielo está totalmente nublado y con una amenaza de lluvia bastante real.
Definitivamente nos atrevemos a ponernos en marcha, y si la climatología lo permite, llegar hasta San Juan de Ortega. Sin olvidar que existe una última
población antes de iniciar la travesía de los Montes de Oca (por si surgiesen incidencias), pero también tenemos en mente la cadena de reservas hoteleras que hay
realizadas y los condicionantes a que esto nos obliga.
Son las ocho de la mañana, cuando protegidos por nuestros equipos de lluvia, menos el que suscribe, yo me sigo resistiendo a enfundarme mi chubasquero “motero”
hasta que no sea estrictamente necesario.
Salimos de Belorado e inmediatamente dejamos la carretera N-120, ahora nos alegramos de que nuestro Hotel estuviese al otro extremo de la población, lo que nos
ha facilitado la salida. Apenas anduvimos cien metros no desviamos a la izquierda para dirigirnos al puente que salva el cauce del río Tirón.
Lo cruzamos a través de un puente peatonal, paralelo al existente para la propia carretera N-120, de manera que iniciamos nuestro tránsito por pistas y sendas
ajenas al asfalto.
Hasta el momento será la etapa más larga de las realizadas, nos aproximamos a los veinticinco kilómetros y la posible presencia de lluvia.
La lluvia no aparece, así que aprovechan para despojarse de las “capas” aquellos que salieron con ellas equipadas, pues sin presencia de agua se hacen molestas
y se pierde agilidad, aún nos faltan cinco kilómetros para la próxima población que es Tosantos. Hacemos una breve parada para recomponer el equipamiento en una
zona de descanso existente antes de entrar en el pueblo.
La entrada en Tosantos es inmediata, es una pequeña población con su sencilla iglesia de San Esteban, junto a la cual en otros tiempos existió un hospital de
peregrinos, ya que se encuentra en plena ruta jacobea.
En las proximidades se puede ver una ermita en la que se da culto a la Virgen de la Peña, excavada en el interior de una montaña y cuya única presencia externa
es la fachada formada por un arco del renacimiento y en su parte alta una especie de espadaña con sus huecos para dos campanas.
Nada más abandonar la población en dirección a Villambistia nos vuelve a sorprender la lluvia y en esta ocasión no hay excusas para nadie, así que a ponerse los
“chubasqueros”, pues al menos hay que evitar que se moje la ropa e incluso las mochilas, aunque las llevemos enfundadas en su propia bolsa impermeable.
Todo fue un chaparrón que poco a poco fue calmando su fortaleza y vuelta a empezar, comienzan las dudas, pero entre bromas y alegrías, con división de opiniones,
cada cual actúa según su propia criterio respecto a los chubasqueros, incluso hay quien se atreve a demostrar su buen hacer en el arte de la tauromaquia con la
“capa y el bastón” como muleta.
A pesar de la oscuridad diurna motivada por el encapotamiento del cielo, comenzamos a vislumbrar al fondo la población de Villambistia, realmente parece un
decorado enmarcado por el verdor de sus campos y la propia neblina de telón de fondo.
La marcha se hace más amena, pues apenas hemos recorrido dos kilómetros cuando entramos en esta nueva población, en la que podemos contemplar su Iglesia
de San Esteban Protomártir del siglo XVII con reformas posteriores.
Continuamos nuestro transito ahora en dirección a Espinosa del Camino, nos separan otros dos kilómetros y comenzamos a coincidir con peregrinos de distintas
nacionalidades, por ahora ningún español, normalmente conformando parejas, como es el caso de dos japoneses de edad avanzada que pacientemente pero sin pausa
van avanzando por estas sendas.
Bordeamos esta pequeña población por su lado izquierdo sin entrar en el núcleo urbano prácticamente, con su modesta iglesia románica de la Asunción del siglo XVI,
Definitivamente la presencia de la lluvia ha desaparecido, este hecho nos anima, sobre todo pensando en la travesía de los montes de Oca, así que nuestro próximo
punto de destino se encuentra a algo más de tres kilómetros, Villafranca Montes de Oca, cuando son las once de la mañana.
Continuamos caminando por una especie de pista de tierra, que a pesar de la lluvia caída no se encuentra nada embarrada e incluso hace más confortable nuestro
paso. Ya en las afueras de la población y en pleno campo, observamos una mole de balas de paja apiladas y situadas a nuestra izquierda, pero nuestra curiosidad
y la existencia de setas “floreciendo” en su superficie nos hace detener.
La templanza de la temperatura existente nos permite disfrutar de cada momento, a su vez con las preciosas vistas de sus campos y la proximidad de las poblaciones, nos proporcionan un buen aliciente para su contemplación, mientras otros peregrinos continúan con su marcha socarrona y obstinada con el fin de superar este tramo ascendente.
Al coronar esta colina la vista es sorprendente, en el valle se vislumbra la población de Villafranca de Montes de Oca y en el fondo, a pesar de la neblina, se
dibuja el contorno de una masa enorme que conforman los Montes de Oca como puerta de entrada a la Sierra de la Demanda.
Durante el descenso nos encontramos con unas pequeñas ruinas que en su momento formaban parte del Monasterio de San Félix, edificado sobre una villa romana cuyos
restos datan de los siglos VI y VIII, por desgracia es el único vestigio que aún se conserva.
Aún no es el mediodía cuando entramos a Villafranca de Montes de Oca y sin amenazas de lluvia, pero tenemos por delante los Montes que dan nombre parcialmente a
esta pequeña villa, y un recorrido de doce kilómetros sin ningún núcleo de población ni punto de abastecimiento intermedio.
Como el tiempo está estabilizado y la hora es temprana, decidimos almorzar para reponer fuerzas de manera que si se mantiene la climatología acometer la travesía
hasta San Juan de Ortega, convirtiéndose en la comida fuerte del día. A la entrada tenemos el restaurante El Pájaro que lógicamente a estas horas era casi
exclusivo para nosotros, donde decidimos tomar una alimentación contundente, comenzando con un buen plato de jamón acompañado de la oportuna bebida y unos huevos
fritos con picadillo de chorizo, algo revitalizante.
Son las trece horas cuando remprendemos el Camino desde esta pequeña población que realmente se extiende a lo largo de la carretera N-120, de gran relevancia en
la época medieval dado su emplazamiento como punto intermedio entre Santo Domingo de la Calzada y Burgos, disfrutando ya en el siglo XVIII del llamado Hospital
de la Reina, al ser ordenada su construcción por Doña Juana, esposa de Enrique II de Castilla, actualmente rehabilitado y convertido en establecimiento hotelero.
Tanto por su ubicación como por la bondad de su hospital de peregrinos en alimento y ropa de cama, puede ser el motivo por el que esté incluida en el refranero
la siguiente frase: “Villafranca de Montes de Oca, alta de camas y pobre de ropa”.
Villafranca heredó de la romana Auca su prestigio histórico y fue sede episcopal hasta 1075 en que pasó a Burgos. Ahora estamos junto a la Iglesia de Santiago,
templo parroquial del siglo XVII que sustituyó a la antigua iglesia levantada sobre el solar de la catedral.
Abandonamos la población y comienza una ascensión muy pronunciada que durante tres kilómetros nos harán superar un desnivel de doscientos metros, no obstante hay
que tomarlo con paciencia y recrearse en las maravillosas vistas que vamos dejando atrás con Villafranca en el fondo del valle.
Así llegamos al área de descanso Fuente de Mojapan y aunque su agua no sea potable la panorámica que se divisa es excelente.
Son las catorce horas cuando coronamos la primera cima, emprendiendo un recorrido a través de pistas de tierra e internándonos entre montes que en la Edad Media
eran recordados por el bandidaje que allí se ejercía, como lo prueban las citas históricas que hablan de asalto a peregrinos. Existe una frase muy conocida en
Castilla que dice: “Si quieres robar, vete a Montes de Oca”, expresión que se utiliza cuando alguien intenta aplicar un precio abusivo.
El panorama que nos rodea cambia totalmente en relación con los sembrados y campos verdes que durante la etapa nos han acompañado, para convertirse en un inmenso
bosque de robles y abedules
Después de coronar el alto de la Pedraja, punto de mayor altitud en la etapa, comienzan una especie de toboganes con ascensos y descensos que discurren de forma
paralela a la N-120 que podemos divisar desde la distancia, lo que por suerte elimina el desagradable ruido del tráfico tan denso que circula por esta carretera.
La hora continúa avanzando, y ya a través de la pista forestal iniciamos un suave descenso que se prolongará durante algo más de cinco kilómetros, hasta que
finalmente divisamos un pequeño núcleo urbano del que sobresale una especie de espadaña del campanario de la iglesia de San Juan de Ortega, son las diecisiete
horas.
La tarde se ha vuelto soleada, pero no nos engañemos, a nuestra espalda se ciernen unos nubarrones que oscurecen el cielo de un negro plomizo como aviso de la
que puede caer en cualquier momento, pero ¡¡ya estamos en San Juan de Ortega!!
El primer edificio que encontramos es precisamente la iglesia románica del Monasterio de San Juan de Ortega, obra originaria de la segunda mitad del siglo XII.
Se trata de una fundación del propio San Juan de Ortega cuya vida estuvo ligada al tránsito de los peregrinos, construyendo inicialmente un hospital, una botica
y una iglesia, siendo posible que en el tramo final de su vida se iniciase la reconstrucción del templo tal y como está hoy.
Tenemos la gran suerte de encontrar abierta la iglesia, lo que nos permite una visita relajada después de haber finalizado nuestra etapa pedestre. El soberbio
mausoleo gótico situado en el centro del templo construido en una segunda fase durante el siglo XV.
Nada más abandonar la iglesia comienza a descargar un fuerte aguacero refugiándonos en el edificio del albergue, que forma parte del conjunto arquitectónico del
propio Monasterio, pero en nuestro caso tenemos previsto hospedarnos en un hotel previamente reservado en las proximidades de Santovenia de Oca, concretamente
en el Hotel Sierra de Atapuerca, con quien tenemos concertada nuestra recogida y traslado hasta el hotel. Desde luego hemos tenido una suerte impresionante y la
protección del peregrino ¡¡nos salvó… Santiago o San Juan!!
Aún no ha terminado el día, así que en medio de este chaparrón nos vinieron a recoger y trasladarnos al hotel que realmente se encuentra junto a la N-120, cerca
de Santovenia de Oca.
El hotel nuevo y moderno nos dejó gratamente sorprendidos tanto por la atención de su propietario que como “un fitipaldi” se encargó de nuestro transporte, como
de la confortabilidad de sus amplias habitaciones con baño completo y columna de hidromasaje, una verdadera delicia después de la caminata del día de hoy.
Aún quedaba la recogida de nuestro vehículo y equipajes que habíamos dejado en Belorado para lo cual me ofrezco a encargarme de la “intendencia”. La rutina era,
conocidos los horarios de autobuses de línea regular, tomar el autobús que a estas horas hacía la ruta dirección Belorado, pero el problema estuvo en que la
parada la hacía al borde de la carretera, a unos doscientos metros del hotel en plena zona descubierta, amenizado con un buen vendaval de agua y viento, por lo
que después de media hora de espera y la ausencia del autobús recurrí a la posibilidad de hacer auto-stop y tuve la suerte de que un camionero que salía de la
cafetería del hotel tuvo a bien recogerme en el punto de incorporación a la carretera, aunque inicialmente era un poco reacio, tras contarle el motivo de recurrir
a este medio fue todo amabilidad y durante mi viaje por carretera pude apreciar el impresionante puerto por el que habíamos caminado, pues la carretera hasta
Belorado es un verdadero sacacorchos con rampas increíbles.
Ya anochecido regreso a “nuestro Gran Hotel” Sierra de Atapuerca que regenta nuestro “amigo” Teodoro, donde después de descargar, distribuir los equipajes y
recuperarnos en el restaurante del hotel, comenzamos a darnos cuenta de que solo nos queda una etapa y es cuando comienzas a tener conciencia de que algo que
estamos viviendo maravillosamente está comenzando a tocar a su fin.
Albergues de la Etapa y otros alojamientos:
Tosantos:
-Albergue Parroquial de Tosantos San Francisco de Asís
Localización: Calle Santa Marina s/n
130 metros al noreste del Ayuntamiento, junto a la carretera de Burgos
Propiedad y Gestión: Parroquial
EXCLUSIVO PARA PEREGRINOS
Tel.: (+34) 947 58 00 85 / (+34) 947 580 371
-Albergue Los Arancones
Localización: Calle de la Iglesia, 13
210 metros al noreste del Ayuntamiento, junto a la carretera de Burgos
Propiedad y Gestión: Parroquial
Lavadora&secadora €
Tel.: (+34) 947 58 14 85 / (+34) 693 29 90 63
Inaugurado en 2015
Villambistia:
-Albergue Municipal de San Roque
Localización: Plaza Mayor, 13
230 metros al noroeste de la Iglesia de San Esteban
Propiedad y Gestión: Municipal
Lavadora&Secadora €
EXCLUSIVO PARA PEREGRINOS
Tel.: (+34) 680 39 45 85
-Hotel Rural Casa de los Deseos
Localización: Calle Las Eras, 16
150 metros al sureste de la Iglesia de San Esteban
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 620 57 51 44
Espinosa del Camino:
-Albergue Municipal La Taberna de Espinosa
Localización: Calle Barruelo, 17
240 metros al sur del Ayuntamiento e Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Propiedad: Municipal; Gestión: Privada
Lavadora&Secadora €
Tel.: (+34) 606 878 894
Inaugurado en 2019
-Casa Las Almas
Localización: Calle Barruelo, 23
260 metros al sur del Ayuntamiento e Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Propiedad y Gestión: Privada
Lavadora&Secadora €
Tel.: (+34) 618 56 88 45
Villafranca Montes de Oca:
-Albergue San Antón Abad
Localización: Calle Hospital, 4
90 metros al sur de la Iglesia de Santiago Apóstol
Propiedad y Gestión: Privada
EXCLUSIVO PARA PEREGRINOS
Tel.: (+34) 947 58 21 50 / (+34) 613 14 77 47
Inaugurado en Abril de 2009
-Casa Rural La Alpargatería
Localización: Calle Mayor, 2
230 metros al noreste de la Iglesia de Santiago Apóstol, a la entrada de la población y junto al Camino
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 658 464 221 / (+34) 615 684 027
-Pensión El Pájaro
Localización: Carretera Castil Peones, 1
230 metros al noreste de la Iglesia de Santiago Apóstol, a la entrada de la población y junto al Camino
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 947 58 20 29 / (+34) 947 582 001
-Pensión Jomer
Localización: Calle Mayor, 52
260 metros al sur de la Iglesia de Santiago Apóstol y del Camino
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 947 625 905 / (+34) 624 549 370
-Hotel San Antón Abad***
Localización: Calle Hospital, 4
Junto a la Iglesia de Santiago Apóstol
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 947 58 21 50 / (+34) 613 14 77 47
San Juan de Ortega:
-Albergue del Monasterio de San Juan de Ortega
Localización: Calle de la Iglesia, nº 9
Anexo al Monasterio de San Juan de Ortega
Propiedad: Parroquial; Gestión: Fundación Diper
EXCLUSIVO PARA PEREGRINOS
Tel.: (+34) 947 569 913
-Albergue El Descanso de San Juan
Localización: Calle Transformador, 1
70 metros al oeste del Monasterio de San Juan de Ortega
Propiedad y Gestión: Particular
EXCLUSIVO PARA PEREGRINOS
Lavadora&Secadora €
Tel.: (+34) 671 825 168 / (+34) 947 484 488
Inaugurado en 2018
-Hotel Rural La Henera
Localización: Calle La Iglesia, 4
80 metros al sureste del Monasterio de San Juan de Ortega
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 606 19 87 34 - WhatsApp