CAMINO MOZÁRABE (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 3º: Santa Cruz de Marchena - Nacimiento: 16,14 Km





Como es habitual comienzo el día madrugando, todavía es de noche, pudiendo observar la tranquilidad del pueblo desde el balcón al que puedo acceder desde mi habitación, sigo siendo el único peregrino.

Resalta entre las edificaciones la torre iluminada de su Iglesia de Santa María de la Mota, vista panorámica que puedo contemplar desde la privilegiada ubicación del albergue y con una excelente temperatura.





A pesar de lo temprano de la hora, Carmelo el hospitalero, ha madrugado incluso más que yo, pues cuando desciendo a la planta baja, ya tiene incluso preparado el desayuno. Albergue y hospitalero se complementan por su excelencia, ofreciendo una estancia de lujo por el orden, limpieza y exquisito trato al peregrino.

Con la tranquilidad del nuevo día, pasa el tiempo casi sin darnos cuenta, llegando pronto el amanecer mientras comentamos las perspectivas que tengo para hoy, con una etapa muy corta, pues solo tengo previsto llegar hasta Nacimiento donde tengo concertado un nuevo encuentro con mi hermana y mi cuñado, estimando que era el lugar apropiado.

Ayer al atardecer estuve realizando gestiones con la siempre inestimable ayuda de Nely (Asociación Jacobea de Almería – Granada) y la colaboración de Carmelo, con el fin de conseguir alojamiento en Nacimiento, ya que en esta pequeña población no existe albergue, pero todo lo había dejado supeditado al buen hacer de Antonio (propietario del café bar Centro de Nacimiento), no debemos olvidar que ya hoy es domingo y además víspera del festivo día de Todos los Santos, y el movimiento de personas es importante.

Después de desayunar, comentamos las opciones de la etapa y sopesamos la climatología, relatando a Carmelo mis vivencias en las “ramblas” en otras etapas de mi vida y el gran respeto que tengo a estas vías para caminar, dado lo imprevisible del gran caudal que puede acoger en su cauce ante una tormenta lejana, por lo que siempre me gusta disponer de un punto accesible de salida de la rambla.

No obstante, y dado que las previsiones meteorológicas son buenas, decido comenzar la etapa por su trazado oficial, es decir, por la pista que lateral existente junto al cauce de la rambla, en este caso coincidente con el río Nacimiento, lo que ofrece toda clase facilidades.

Son algo más de las 07:30 horas cuando recojo mis pertenencias y me despido de Carmelo con todo mi agradecimiento y el placer de haberlo conocido, tanto por el trato como por las atenciones recibidas a pesar del no muy buen día que tuve ayer.





Ya es de día, así que desciendo hacia la zona de la Iglesia y el Ayuntamiento donde cruzando el pequeño parque y la carretera AL-1075, ya me encuentro frente al cauce del río Nacimiento.







Según marcan las flechas amarillas, procedo a cruzar el cauce del río y tomo inmediatamente a la derecha, río arriba en dirección noroeste, por la pista asfaltada lateral existente, precediéndome un agricultor motorizado.







El día tiene un aspecto magnífico, con un cielo azul adornado con algunas nubes, en el horizonte, que describen figuras geométricas muy curiosas.







Son algo más de 3 Km los que separan Santa Cruz de Marchena de la siguiente población a la que me dirijo, Alboloduy, realizando el recorrido siempre por esta pista lateral que recorre la ribera del río Nacimiento, pudiendo ya visualizar sus blancas edificaciones desde la distancia.





Poco antes de acceder al núcleo urbano existe una sencilla y cómoda área de descanso equipada con mesas y asientos de madera, todo un detalle de bienvenida a esta población.





Son las 08:30 horas cuando accedo al núcleo urbano, con la perspectiva visual de su nombre y dos torres que resaltan entre los edificios, la de la iglesia y la del reloj.





Esta pequeña población, cuyos orígenes históricos alcanzan la prehistoria. En torno a la primera mitad del siglo XIII, al formarse el Reino de Granada, se crea la taha de Alboloduy (unidad administrativa en que los soberanos nazaríes dividieron todo el territorio alpujarreño)

Tras las capitulaciones de Almería, la taha perteneció a Boabdil, hasta concederse definitivamente en 1504 a don Sancho de Castilla y Enriquez, señor de Gor, como recompensa a la ayuda prestada en la Reconquista.

En el siglo XIX se produce el mayor florecimiento económico debido al monocultivo de la uva de Ohanes, llegando a censarse 2490 habitantes. Sin embargo, a partir de la segunda decena del siglo XX se asiste a un rápido descenso poblacional que se acentúa en nuestros días en los que se contabiliza una población de 847 habitantes.

En esta población se dispone del Albergue de Peregrinos San Roque (antigua casa del médico) gestionado por la Asociación Jacobea de Almería – Granada, sin embargo, un desafortunado accidente doméstico había provocado su cierre temporal, por este motivo hube de pernoctar en Santa Cruz de Marchena.

Ya en la parte baja de la población, me encuentro ante la fachada en la que resalta la torre del campanario de su Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, que sustituye a la arruinada antigua iglesia que se situaba en la Plaza Vieja.





Edificio de estilo Neoclásico, característico de la segunda mitad del siglo XVIII y primera del XIX, realizado por el arquitecto Domingo Thomas entre 1796 y 1802.

En esta misma calle se encuentra el bar Zamarulo y en las inmediaciones el Lavadero Los Caños.

Se trata de un conjunto hidráulico, rodeado por una pérgola, con una primera zona en la que se halla la Fuente de los Siete Caños, cuyos caños vierten sobre un canal que hacía las funciones de abrevadero. Desde allí llega todavía el agua limpia al lavadero, ubicado en un segundo espacio con una larga pila corrida. Finalmente, el agua vierte en una gran alberca descubierta que regula los riegos de la margen derecha del río Nacimiento.

La fuente se nutre mediante una espectacular galería de origen medieval, excavada en la roca, de aproximadamente 4 Km de longitud.







Es una hora temprana, así que opto por continuar caminando, pero evitando en lo posible este tramo del cauce del río Nacimiento, ya que el Camino prosigue inicialmente por el margen izquierdo del río hasta incorporarse al propio cauce aguas arriba durante 3,3 Km y puesto que existe la opción de carretera, me decido por esta última posibilidad.

Salgo de la población cruzando sobre el cauce del río Nacimiento por un puente peatonal, llegando a un pequeño parque en el que se ubica la sencilla ermita de Las Ánimas.







En este punto está la bifurcación de las dos posibles opciones, a la izquierda la pista que inicialmente bordea el cauce del río Nacimiento y a la derecha el trazado de la carretera A-1075.







Comienzo a caminar por el arcén de esta carretera A-1075 en suave ascenso que progresivamente se irá endureciendo.

A medida que asciendo, puedo disfrutar en la distancia de la maravillosa vista del valle por el que discurre el cauce del río Nacimiento, así como el recorrido de la carretera ascendiendo por la mitad de la ladera.





Desde la carretera puedo seguir observando el recorrido del cauce del río y los estrechamientos que sufre bien entre los muros construidos o entre las paredes naturales del cañón por el que transita.





Mientras tanto continúo por el sinuoso recorrido que describe la carretera en permanente ascenso. He recorrido 3,5 Km y cuando son las 09:30 horas, me encuentro con un cartel informativo del Camino de Santiago.





Efectivamente, solo 500 metros después se produce la incorporación a esta carretera de la senda que procede del fondo del valle, ya que el Camino abandona provisionalmente el cauce del río para proseguir un tramo por esta carretera, según marcan las flechas amarillas situadas en el quitamiedos.





Aunque sea carretera, hay que proseguir el ascenso y las panorámicas son realmente sensacionales.

A pesar de la sobriedad del paisaje, su orografía muestra las numerosas “ramificaciones” que en caso de lluvia se convierten en “embudos” aportadores de agua al cauce principal.







En las laderas, aun se pueden contemplar restos de antiguos refugios de pastores o pequeños corrales para el ganado.







Después de 1300 metros desde la incorporación de la senda del Camino a la carretera, corono la cima de este puerto, salvando un desnivel de 449 metros en los 5,5 Km recorridos desde que salí de Alboloduy, abriéndose una panorámica en dirección norte en la que se puede contemplar un horizonte plagado de molinos eólicos.







Un breve descenso de apenas 200 metros, ya en el llano del Campillo, y unas flechas amarillas indican la salida de la carretera asfaltada hacia una senda a la izquierda.





Abandono el asfalto prosiguiendo la senda señalizada que cruza el pequeño cauce seco y que dejo atrás, recuperando de nuevo el nivel de la carretera por el margen izquierdo.





Aprovecho la existencia de una sombra bajo un pino, acomodándome en el ribazo existente entre la carretera y la senda, para descargar la mochila, sentarme, descansar y tomar algo de alimento y bebida.





Después del breve descanso retorno a la senda perfectamente señalizada con flechas amarillas y mojones, quedando la carretera a mi derecha, a escasos metros, pero al menos se prescinde del asfalto.







Apenas son 500 metros, al cabo de los cuales desembocamos en una pista de tierra, donde la señalización de las flechas amarillas nos indica que hemos de tomar a la izquierda, separándonos de la carretera y tomando dirección noroeste.







Apenas 90 metros después, una antigua edificación llama mi atención, se trata del Aljibe Bermejo, figurando en su fachada la fecha en que se terminó de construir.







Bordeando esta edificación prosigue la pista de acuerdo con la señalización, iniciando así un descenso en dirección oeste que nos conducirá de nuevo hasta el cauce del río Nacimiento en la profundidad del valle.





Gracias a las gestiones realizadas por las Asociación Jacobea de Granada y Almería ante la propiedad, los peregrinos podemos realizar el recorrido por esta pista que desciende al fondo del valle, ya que se trata de una propiedad privada.





A través de la zigzagueante pista que recorre la ladera de esta montaña se realiza un fabuloso descenso, con una panorámica espectacular del fondo del valle y el cañón por el que discurre el cauce del río Nacimiento.





Han sido 1,8 Km de descenso hasta llegar a la construcción de la propiedad en la que figura un mojón del Camino que señaliza en PK 50 del Camino Mozárabe.





Finalmente desemboco en el cauce del río Nacimiento donde hay buenas muestras de las recientes tormentas sufridas, dejando atrás a un agricultor que intenta reparar los daños del acceso a su parcela.

El descenso ha supuesto una bajada de nivel de aproximadamente un centenar de metros durante los 1,9 Km recorridos desde que abandoné el llano del Campillo.







Ahora continuo por el cauce del río aguas arriba, todavía húmedo, aunque permite caminar perfectamente.

Hay que resaltar la perfecta señalización del recorrido, pues hasta en estas profundidades de orografía “cambiante”, siempre sentiremos la presencia de nuestras flechas amarillas. ¡Gracias a todas las asociaciones y voluntarios que se preocupan por nosotros!







Poco más adelante el amplio cauce se va cerrando entre grandes cañaverales, apareciendo una pequeña corriente de agua que tampoco molesta al caminante, puesto que el cauce es amplio.

La población final mi etapa de hoy debe estar próxima, puesto que ya delante de mi camina otra persona que no se trata precisamente de un peregrino, más bien se asemeja a un vecino que ha salido a hacer un recorrido “urbano”.







Efectivamente, ya estoy prácticamente a las puertas de la población de Nacimiento, puesto que en el siguiente recodo doy vista a la señal de salida del cauce del río y las blancas edificaciones de la población.





Es el mediodía cuando me encuentro frente a la fachada de su Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Angustias, no he de olvidar que hoy es festivo, pero el templo está cerrado, al parecer ya se han realizado los oficios religiosos.





Se trata de un templo tardo barroco con elementos neoclásicos en el que se distinguen dos fases constructivas.

La primera se corresponde a la nave del templo con la puerta lateral cegada (puerta de los perdones) y la torre. La segunda, motivada por el aumento de la población debido al auge de la minería, se levantó el crucero y la cabecera, añadiéndose un cuerpo más a la torre para mantener las proporciones, realizada en 1758.

En la misma plaza se encuentra también el edificio del Ayuntamiento que dispone de punto de información al peregrino y que debido a la festividad del domingo se encuentra cerrado.





Desde aquí me encamino al Bar Centro, lugar de contacto con Santiago, persona que gestiona el bar y que amablemente está intentando posibilitar mi alojamiento, puesto que las plazas de que él dispone están ocupadas con motivo de la festividad. Como todavía no ha llegado, me atiende Paulina, una persona con encanto especial y que añora, ya que jamás lo ha realizado, el poder recorrer al menos una etapa.





Después de acomodarme en una mesa de la terraza y disfrutar de una sensacional cerveza, hace acto de presencia Santiago, confirmándome la reserva en una casa ubicada en el centro de la población, próxima al bar, a la que me acompaña su propietario, quedando instalado. Se trata de una sencilla y cómoda casa provista de todo tipo de servicios, de la que disfrutaré en soledad.

Las escaleras de acceso de la planta baja a la inmediata superior, están decoradas con la frondosa vegetación que sale de los maceteros que jalonan el recorrido.







Después de asearme regreso inmediatamente al bar Centro, pues es la hora de comer y voy a disfrutar de la visita de mi hermana y su marido, con quienes voy a compartir una buena comida.

Conocedores de la zona, me sorprenden desplazándonos (en coche) hasta la cercana población de Gérgal, donde previamente habían reservado para la cita gastronómica. ¡Fenomenal!

Posteriormente me acercaron a conocer el emplazamiento del Castillo de Gérgal (S. XIII-XIV), situado en plena sierra de Filabres, en una loma desde la que tiene a sus pies la población de la que lleva su nombre.

Este castillo fue donado por los Reyes Católicos a Alonso de Cárdenas, Gran Maestre de la Orden de Santiago, por sus destacados servicios durante la guerra de Granada. Después de muchos acontecimientos a lo largo de los siglos, resalta la masacre de cristianos que se produjo en 1568 por la rebelión de los moriscos.

Con la expulsión de los moriscos, el castillo fue destruido por las fuerzas cristianas para evitar su utilización por los mismos. Nuevamente reconstruido en el siglo XVII, pasa a pertenecer a Isabel Pacheco Portocarrero, condesa de la Puebla del Maestre y condesa de la Torre de las Sirgadas. Cuando su descendencia se extinguió, pasó a ser propiedad del Ayuntamiento y posteriormente (1968) al Estado.

En 1972 salió a subasta pública siendo en la actualidad propiedad y residencia privada, no pudiendo visitarse. Solo se puede contemplar el exterior.







Regresamos a Nacimiento donde nos despedimos después de celebrar el nuevo encuentro.

Desde luego este Camino, en mi caso, a pesar de la soledad y ausencia de peregrinos con quien coincidir, me está resultado sumamente familiar, ya que esta misma tarde, mi otro hermano Juan, pasa a visitarme y compartir unas cervezas en su viaje de retorno a Granada.

Finalmente, ya solo de nuevo, regreso a mi alojamiento, donde después de un breve descanso, vuelvo a recorrer las calles de este sencillo y bonito pueblo, llamándome la atención, ya de noche, la iluminación de su Torre del Reloj, cuya construcción data del siglo XIX, muestra de la arquitectura civil con representación en casi todo el río Nacimiento







Se ubica en la parte más alta del pueblo con la idea de que sus campanadas fuesen escuchadas en todo el término. En el interior se aloja la maquinaria del reloj a la que se daba cuerda a mano con dos pesas que bajaban hasta la planta baja, determinando así la altura de la torre en base a la longitud/tiempo, pues el tiempo de bajada equivalía a 24 horas. En 1992 se cambió el mecanismo para automatizarlo y desde entonces funciona con electricidad.

Antes de retirarme definitivamente a descansar, paso nuevamente por el Bar Centro, lugar de mayor afluencia de la población, donde disfruto un rato de la apacible noche, aunque acompañado de la vecindad.





La etapa ha sido breve, pero el día ha resultado intenso, así que después de tomar algo de alimento y confirmar con Santiago, el propietario del bar, la hora de apertura para desayunar a la mañana siguiente, me retiro definitivamente a descansar. Callejeando y disfrutando de la tranquilidad de la noche, con la torre de la Iglesia iluminada, en dirección a mi alojamiento.





Mi sugerencia: Etapa breve, pero con encanto. En caso de buena climatología, caminar por cauce del río Nacimiento.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Alboloduy:
-Albergue Municipal de Peregrinos San Roque
    Localización: Calle Iglesia, 1 (frente a la farmacia)
    Propiedad: Municipal; Gestión: Municipal y Asociación Jacobea de Almería - Granada
    Tel. Asociación Jacobea: (+34) 619 86 01 98 (Nely) / (+34) 649 80 61 50 (Mercedes) / (+34) 647 81 82 25 (Juani)



Nacimiento:
-Café Bar Centro
    Localización: Calle Secreto, 4
    Propiedad y Gestión: Privada
    Habitaciones particulares
    Tel.: (+34) 667 68 53 04
    Atención Especial para Peregrinos