CAMINO MOZÁRABE (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 9º: La Peza - Tocón de Quéntar: 12,87 Km





Un nuevo día y una nueva experiencia, abandono el albergue en soledad y me encamino en esta ocasión hacia el bar Fernando, lugar que está abierto a tempranas horas, para poder desayunar.

Efectivamente, allí me encuentro con algunos vecinos que inician la temprana jornada laboral, aunque en mi caso sea otro tipo de jornada, así que me decido por un café con leche y algo de bollería industrial que es de lo que dispone.

Con este pequeño tentempié me dispongo a iniciar la etapa. En mi caminar por las calles del pueblo, vuelvo a pasar junto a una de las dos torres de que hace gala su iglesia.





Van a ser las 07:30 horas cuando caminando por la calle Real llego hasta la entrada a la Plaza de España, justo en el lugar donde se encuentra el Monumento al Toreo y en este punto he de tomar a la derecha, por la calle Horno, con una pendiente bastante pronunciada, pero no queda más remedio, puesto que se ha de ascender hasta la cima en la que se ubica el Castillo.

En tiempo de nieves, solo peregrinos con un buen equipamiento y experiencia en montaña, pueden realizar este recorrido.

Una alternativa menos arriesgada y más segura consiste en utilizar la salida más baja, antes de llegar al castillo en dirección oeste, para llegar a la carretera de Quéntar.





Son 260 metros de ascenso durante los que se supera un desnivel de 40 metros, hasta llegar a la altura de los restos del castillo.

En esta ocasión la climatología parece estable y no hay previsiones de su alteración, de ahí que me decida por la pista de mayor altura, sobrepasando el Castillo.







Giramos a la izquierda, dejando el castillo a nuestras espaldas, para proseguir durante 75 metros en ascenso por pista asfaltada, al cabo de los cuales giraremos 180º a la derecha, ahora ya por pista de tierra, tal y como indica la flecha amarilla.







Desde aquí podemos apreciar una excelente panorámica de la población situada en el valle, pudiendo apreciar al fondo de la panorámica el itinerario de la pista por la que ayer descendí hasta llegar a La Peza.







Después de otros 100 metros, caminando y ascendiendo ahora en dirección noroeste, un nuevo giro ahora a la izquierda de otros casi 180º por esta pista de tierra, lo que nos permite continuar ascendiendo, pero ahora en dirección sur.

Desde aquí, todavía la casi ausencia de nubes, me permite divisar al fondo el macizo de Sierra Nevada ya cubierto por nieve, influyendo lógicamente en la fría temperatura existente, aunque agradable para ascender sin las molestias que ocasionan las altas temperaturas.





Durante 450 metros el recorrido describe, ascendiendo, un semicírculo que rodea el cerro de San Antonio, lugar en el que se asienta una ermita, quedando el desvío a la derecha de nuestro sentido de marcha.





La dirección a partir de ahora se estabiliza, manteniendo la orientación suroeste. En el recorrido se van alternando suaves ascensos con otras zonas de suave descenso, pero siempre elevando el nivel de altitud y rodeado de pinos y jaras por la amplia pista.





Las vistas son espectaculares, y el recorrido con suave serpenteo nos va permitiendo alternar la panorámica en ambas vertientes. Así hacia la cara sur, nos sigue acompañando la imagen de sierra Nevada.





Sin embargo, hacia la otra vertiente, en dirección norte, la imagen es bien distinta, perdiéndose el horizonte en la lejanía, con la presencia de núcleos urbanos que posiblemente, dada su situación se pueden identificar como poblaciones como Diezma o Darro.





Sin embargo, al superar una pequeña cima y apreciar el paisaje con una pequeña colina en las proximidades, en la dirección hacia la que avanzo, la visibilidad se interrumpe por la existencia de una niebla en las zonas altas, por las que espero no discurra el trazado del Camino.







La sorpresa es enorme a medida que me acerco para bordear esta pequeña colina, creo observar movimientos en su cima y a medida que me aproximo, se confirma la existencia de vida animal, se trata de cabra montés.







Después de un buen rato de contemplación y admiración, decido continuar, bordeando la base de este pequeño promontorio, ahora en suave ascenso y de acuerdo con la dirección de la que me siguen informando las flechas amarillas.





Sin embargo, cuando vuelvo la vista atrás, sigo observando este rebaño de cabra montés, pero destacando en este caso la presencia de un ejemplar macho, con una cornamenta más que respetable. Mejor observar la presencia de este animal desde la lejanía….





Sin embargo, la imagen de la proximidad de la niebla baja me vuelve a preocupar, además hace unos momentos que he hablado telefónicamente con Nely para confirmar mi previsión de finalizar la etapa en Tocón de Quéntar y para que me facilitase el código de acceso al albergue, antes de que me quede sin cobertura telefónica que comienza a fluctuar.





A pesar de la soledad, la tranquilidad que me transmite la fenomenal señalización del Camino, compensa cualquier duda o sensación de ella.

En este caso, ante una bifurcación, la flecha amarilla sigue siendo una buena aliada, así como la información de otros posibles destinos tales como la distancia a Fuente Alta o a la ubicación de un mirador.





Tomada la decisión de finalizar la etapa en Tocón de Quéntar, además de acortar la etapa, me permitirá la posibilidad de visitar un lugar tan desconocido y aislado, pero cercano a Granada para desplazarse en coche, así que he invitado a mis hermanos residentes en esta ciudad a compartir una buena mesa a la hora de comer en esta población.

Como en breve pararé a realizar un descanso, efectuaré una última llamada al bar allí existente, para anticiparle la reserva, antes de que definitivamente pierda la cobertura telefónica.

Mientras tanto la pista, que ofrece un buen aspecto, aunque con marcas de las recientes tormentas, sigue serpenteando para bordear los pequeños promontorios de la orografía.







Después de coronar otro pequeño promontorio, llego a una intersección de caminos, perfectamente señalizada, creo que es el lugar adecuado para descansar y recuperar fuerzas con algo de alimento, así que me deshago momentáneamente de la mochila.







Prosigo la marcha después del breve descanso y otro suave ascenso durante 750 metros, me lleva al punto más elevado hasta el momento en la etapa de hoy.

Las vistas desde esta cota, en dirección norte, son inmensas y espectacularmente maravillosas, con las variaciones orográficas producidas en el terreno tanto por la erosión como por los movimientos tectónicos que la naturaleza genera a lo largo de miles de años.







Sin embargo, hacia la vertiente sur, la proximidad de la niebla baja se vuelve preocupante, dada la dirección de mi itinerario.





Sin embargo, diez minutos después de haber iniciado el descenso, la vista del horizonte inmediato me quita todo tipo de preocupación, al observar con alegría que el itinerario del Camino comienza a descender hacia el valle, alejándome de esta zona de monte tan poblada de vegetación y de la temida niebla.





Continúo descendiendo y la panorámica de la vertiente derecha es maravillosa e impresionante, dado que la limpieza climatológica permite una visión de una profundidad inmejorable.





Ya en el fondo del valle se puede divisar el trazado de la carretera GR-3201, por el desfiladero de la Gitana, a cuyo encuentro caminamos.







El descenso se mantiene durante 2,7 Km, zigzagueando por la ladera para suavizar la pendiente, accesible para vehículos, especialmente todo terreno.

En el cauce del barranco de la Cabaña, ya a punto de finalizar el descenso, podemos apreciar la estructura de una presa construida en piedra.







Finalmente llegamos al fondo del valle, donde coincidimos con el paso de la carretera GR-3201.

Sin embargo, no accedemos a ella, puesto que nos desviaremos a la izquierda, para caminar, por el fondo del desfiladero en dirección oeste, totalmente paralelos al trazado de la carretera.







Por este desfiladero denominado de la Gitana, se acondicionó recientemente la rambla que por el discurre para la realización de un campeonato de enduro, permitiendo así hacerlo practicable para los peatones.





El recorrido, siempre en ascenso, discurre entre pinares y otros arbustos, con la permanente presencia de nuestras flechas amarillas.





El itinerario en ocasiones se “retuerce” por el fondo de este desfiladero, apreciando las huellas dejadas en su momento por la realización del evento motero.





En otros momentos el cauce se vuelve agresivo, con un fondo pedregoso que hace algo más incómodo el caminar, obligando a hacerlo con mayor prudencia para evitar resbalones inesperados.





Después de recorrer 3,2 Km en algo más de una hora, salvando un desnivel de 98 metros, regresamos a la calzada de asfalto de la carretera GR-3201.







Avanzo con precaución por la calzada de esta carretera, pero por suerte por poco tiempo, porque apenas 200 metros después, coronaremos el Puerto de los Blancares con sus 1297 metros es otro de los puntos más elevados de la etapa de hoy.







En la cima de este puerto se puede decidir entre continuar hacia Quéntar, tomando la pista que sale a la derecha, o bien desviarnos hacia la pista de la izquierda para descender a Tocón de Quéntar, opción esta que tengo decidida, reduciendo considerablemente la longitud de la etapa.







Aquí se inicia un recorrido verdaderamente maravilloso, en suave y acondicionado descenso a través de una vereda peatonal construida para este uso.





Cambiamos la dirección oeste por dirección sur, alejándonos progresivamente de la carretera de Quéntar, GR-3201, bordeando la cañada del Vinagre, con una panorámica espectacular.





Prosigue el descenso por esta vereda, protegidos por unos “quitamiedos”, además de naturales e integrados en el paisaje, prácticos y seguros.





Continúo descendiendo por la ladera de la colina y desde una de sus curvas, puedo apreciar el fondo del valle y la pequeña población de Tocón de Quéntar.





Después de 1,6 Km y un descenso de nivel de 75 metros, me encuentro a las puertas de esta pequeña población a la que accedo por el norte.







Esta pedanía, perteneciente al municipio de Quéntar, con sus 83 habitantes censados (año 2021) constituye un pequeño núcleo ubicado en una zona privilegiada.

Para disfrute de los peregrinos, dispone de un sencillo y fenomenal albergue, situado en una céntrica casa del pueblo con dos plantas.







Accedo al albergue y quedo impresionado por su situación e instalaciones, así como del buen hacer de la Asociación Jacobea de Almería – Granada.

En la planta baja dispone de un hall de entrada que hace de distribuidor hacia la cocina, la escalera de acceso a la planta superior y el espléndido salón con dos ambientes, en uno de ellos dispone de una mesa y sillas, en tanto que la otra parte con ventana a la fachada principal, una cocina baja de leña, es la estrella de la casa.

Sin embargo, no hago uso de ella, teniendo en cuenta que soy el único peregrino y estoy a la espera de la llegada de mi familia, no merece la pena usar la leña para encender esta chimenea cuando realmente no voy a estar en el albergue hasta entrada la noche.







En la planta superior, las habitaciones con capacidad para diez plazas y el baño, donde está instalada la lavadora.

Después de elegir litera y asearme, aprovecho la lavadora para hacer la colada y tender la ropa en el tendedero portátil, al sol, a la puerta de la casa.

La imposibilidad de usar mi teléfono móvil por falta de cobertura, me obliga a acercarme al bar del pueblo (solo hay uno) para confirmar la reserva de la comida. Al parecer solo hay cobertura de la compañía Movistar, así que gracias al dueño del bar El Pastor (Jesús), contacto con mis hermanos para informarles de mi llegada al pueblo.

Regreso mientras tanto al albergue, apenas dista 100 metros del bar y reviso la colada y la cocina, puesto que por la noche tomaré algo de comer antes de acostarme. Como los lunes cierra el único bar existente, la Asociación me vuelve a sorprender, puesto que ha dotado la despensa de toda clase de alimentos y condimentos, evitando que los peregrinos en caso de necesidad se vean desatendidos. Gracias Nely.

Van a ser las 14 horas cuando llega mi familia a la explanada del pueblo, desde donde nos encaminamos directamente al bar para comer.





Disfrutamos de una buena y casera comida, propia de las zonas de montaña de estas tierras granadinas.





Finalizada la comida, ya bien entrada la tarde, dimos un breve paseo por las únicas calles existentes, acercándonos hasta las puertas de la ermita de San José.





Y ya de despedida, pasamos ante la puerta del albergue, dejando esta fotografía como muestra de la visita de mis hermanos y que tanto se agradece, dada la soledad con la que me ha tocado vivir estos días de Camino.







Regreso al albergue para recoger la ropa de la colada y organizarme para la etapa de mañana, pues después de la abundante comilona, un buen reposo no viene nada mal, actualizando las notas que diariamente acostumbro a redactar.

A mi llegada encontré el frigorífico desconectado, al parecer algún peregrino apagó la regleta que alimenta varios electrodomésticos y entre ellos la nevera. Lógicamente los alimentos cocinados y algunas frutas se habían estropeado, así que una vez limpiado, lo vuelvo a conectar y recoloco la regleta de conexión para evitar errores como el sucedido.

La noche es fría, no obstante, el albergue también dispone de estufas, así que intento caldear mi habitación y salgo al bar, ya está bien entrada la noche, para despedirme de Jesús y comprar un par de cervezas para la cena y agua para mañana.

Regreso definitivamente al albergue, donde en la soledad y tranquilidad de la noche tomo algo rápido de cena y me retiro a descansar.



Mi sugerencia: Con buena climatología, impresionante recorrido con final en Tocón de Quentar.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Tocón de Quéntar:
-Albergue de Peregrinos San José
    Localización: Calle Los Damianes, 7
    Propiedad: Municipal; Gestión: Asociación Jacobea de Almería - Granada
    Tel. (+34) 622 293 413 (Asociación) / (+34) 619860198 (Nely) / (+34) 615952763 (Paco)

-El Pedregal del Tocón
    Localización: Calle La Solana, 3
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 682 20 50 70