CAMINO MOZÁRABE (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 14º: Moclín - Alcalá la Real: 22,73 Km





Después de un buen descanso, son las seis de la mañana cuando ya estoy preparando la salida, así que con las primeras luces del amanecer abandono el alojamiento y remito mensaje a mi hospedero para comunicarle la disponibilidad de la instalación.

Salgo de mi alojamiento y tomo a la derecha, para ascender por la calle Saturia Pardo hasta desembocar en la calle Eras, para llegar después de 160 metros a la carretera GR-3408. Ya es de día y el Kiosco de Nono está cerrado según lo previsto, así que continuo a la derecha para tomar el desvío señalizado con mojón del Camino, dejando a la izquierda el edificio del Centro de Interpretación, antiguo Cuartel de la Guardia Civil.





Aquí comienza el descenso y salida de la población a través de la denominada Cuesta de Malalmuerzo, pista de tierra en perfecto estado, con unas espectaculares vistas panorámicas.





Después de 400 metros, tocamos tangencialmente la carretera GR-3408 con la que nos volvemos a encontrar en su recorrido zigzagueante, pero evitaremos la continuidad por la primera pista para proseguir por la segunda salida, apenas 10 metros después, de acuerdo con las señalizaciones y así proseguir el descenso.







Lo mismo que la primera pista tiene un “equis” amarilla indicando que no es la ruta a seguir, a escasos diez metros, en el mismo borde de la curva, un mojón del camino nos informa de la adecuada ruta a seguir por la segunda salida descendente.







Prosigue el descenso entre olivos, con la permanente señalización de las flechas amarillas y el disfrute que nos aportan las maravillosas vistas. Ya en el fondo del valle se aprecia el recorrido de la carretera GR-3408.







Después de 1,1 Km de descenso llego junto a la carretera GR-3408, aunque sin entrar en ella, la oportuna señalización me indica con flechas amarillas continuar por la derecha, evitando así unos metros de asfalto.





Sin embargo, el recorrido sobre este pequeño muro apenas supone 100 metros, aunque suficientes para evitar una cerrada curva de la carretera, incorporándome ahora a la carretera GR-3408, punto en el que comienza el ascenso a la Vía Ferrata de Moclín, construida en los acantilados próximos a la cueva de Malalmuerzo.

Esta vía de escalada se compone de una serie de peldaños de hierro para subir por las paredes del acantilado, disponiendo además de un cable de acero (línea de vida) en el que poder asegurarse, necesitándose una preparación técnica adecuada para realizar esta actividad.





Avanzo ahora descendiendo en dirección norte por la calzada de esta carretera carente de arcenes, hasta que después de 650 metros la abandono tomando el desvío señalizado a la izquierda.





Un breve ascenso de 100 metros hasta llegar a las instalaciones de la Fuente de Malalmuerzo, consistentes en un pilar, un abrevadero y un antiguo lavadero, cuya techumbre permite disfrutar de un espacio sombreado.

Lo más curioso de la Fuente de Malalmuerzo es el origen de su topónimo, basado en un hecho histórico acaecido en este lugar en abril de 1424.





Prosigo caminando ahora por pista de tierra, manteniendo la dirección norte.





Solo 250 metros después, se abre una bifurcación a la izquierda, aunque nosotros hemos de continuar por la rama principal de la derecha, oportunamente señalizada con un mojón del Camino.







Según avanzamos el paisaje se abre de manera espectacular con una maravillosa panorámica del amplio valle entre cuyas aberturas se puede apreciar la imagen del macizo de Sierra Nevada.







Prosigue la pista bordeando en ocasiones edificaciones, otrora centros de actividad agrícola y ganadera, prácticamente derruidas en la actualidad.

Por aquí discurre el riachuelo denominado barranco de la Matanza, cuyo cauce se salva por el puente existente.





Después de 1,3 Km volvemos a encontrarnos con el asfalto, en esta ocasión se trata de la carretera GR-3416, donde tomaremos a la izquierda, en dirección oeste. La carencia de arcén nos obliga a extremar la precaución al caminar por esta vía.

Un inmenso peñón aparece a la izquierda en el cercano horizonte, coronado por una torre de vigilancia. En el interior de este peñasco se encuentra la Cueva de Malalmuerzo





Después de 1,9 Km por esta estrecha carretera, llegaremos al cruce con la carretera nacional N-432, Granada – Córdoba, donde tomaremos a la derecha.





Por suerte el recorrido por el arcén izquierdo de esta transitada carretera nacional es de 400 metros, al cabo de los cuales la abandonamos para tomar la pista que sale a la izquierda, señalizado el desvío con flechas amarillas sobre el quitamiedos de la carretera.

Esta nueva pista por la que iniciamos la andadura, se trata de una cañada real denominada “Cordel de la Gallina”.





Caminamos en suave ascenso por esta cañada real, entre olivos, en la que la presencia de un mojón de piedra nos confirma la certeza del itinerario del Camino que seguimos.







Después de 400 metros llegaremos al denominado “Coto de los Pedernales”, en este punto hay que prestar atención a la señalización, a veces escondida entre el matorral, pues existe una bifurcación de pistas coincidente con el cauce del Barranco de Cuesta Blanca.







Exactamente en este lugar tomamos hacia la pista de la derecha, pero nada más pasar el cauce del riachuelo abandonaremos también esta pista por la derecha, según marca el mojón de piedra del Camino.







Nos adentramos ahora en el olivar, por tierra de labor, caminando entre los límites marcados por el olivar por la derecha y una barranquera por la izquierda.





A medida que ascendemos, al volver la vista hacia el sur, una inmensa panorámica nos permite contemplar tanto la cúspide coronada por el castillo de Moclín como allá en la lejanía, la cadena montañosa de Sierra Nevada.





Prosigue el ascenso a través de este campo de olivos, hasta que después de 900 metros abandonamos la senda del olivar y nos incorporamos a un camino que se abre a la izquierda, para continuar caminando en dirección noroeste, hacia la derecha según indica la flecha amarilla.





Esta senda amplía su anchura hasta convertirse en una pista que discurre también entre olivos y en ocasiones rodeados por una tupida vegetación de arbustos que dan sombra al recorrido.







Después de otros 900 metros llegamos a un camino particular que accede al cortijo “Cañada Alta”, aquí tomaremos a la derecha de acuerdo con la indicación de la flecha amarilla y el mojón tapado por las hierbas.







Este camino, después de 600 metros, me lleva a desembocar nuevamente en la carretera N-432. Sin embargo, un poco antes, cuando van a ser las 10 de la mañana, realizo un pequeño descanso para tomar algo de fruta y reponer fuerzas, antes de incorporarme al arcén de esta carretera a la altura del PK 400.







Con mucha precaución y atención al tráfico de esta vía principal, camino por el arcén durante 1,5 Km, con la visión ya de las edificaciones del próximo núcleo urbano, tomo la pista de tierra señalizada por la izquierda, abandonando el trazado de la carretera nacional poco antes del PK 398.





A través de esta pista de tierra inicio el ascenso hasta la pequeña pedanía de Ermita Nueva, constituida por tres núcleos: Cequia, Las Pilillas y Ventorrillo.

Acompañado de la señalización del Camino, no pierdo la esperanza de encontrar algún bar que me permita desayunar apropiadamente en la primera pedanía a la que llegaré.





Después de 1,2 Km de ascenso, entro en este primer núcleo urbano de Cequia, donde para mi desconsuelo, el único bar existente no tiene abiertas sus puertas a estas horas de la mañana, no obstante, puedo contemplar las instalaciones de su lavadero público, símbolo de otras épocas.





Sin embargo, si dispone de un pequeño establecimiento de alimentación situado a la salida de la población, aunque decido continuar sin detenerme, pues debo utilizar los productos que transporto en la mochila.

Ya fuera del núcleo urbano, una nueva señal del Camino, en este caso un mosaico adosado a la pared, me indica la ruta a seguir.





Realmente los tres núcleos que componen esta pedanía tiende a unirse entre si, aprovechando la existencia de unos bancos antes de entrar el núcleo urbano de Las Pilillas para efectuar un nuevo descanso y volver a tomar algo de fruta.







A mi paso por este nuevo núcleo urbano vuelvo a comprobar la existencia de algunos bares, pero también se encuentran cerrados, desconozco si será por temas de horario o de funcionamiento en determinadas épocas del año.







Aquí también disponen de una fuente y lavadero bastante bien conservado e incluso con agua corriente manando de sus caños..







Abandono Las Pilillas para adentrarme casi inmediatamente el tercer núcleo urbano de esta pedanía, se trata de Ventorrillo, donde quedo sorprendido por la presencia de un establecimiento industrial abierto al público.

Se trata de una Quesería, a la que accedo y soy amablemente atendido por sus propietarias, quienes además de sellarme la Credencial me permitieron conocer la bondad de sus productos, sintiendo no poder adquirir ninguna de sus apreciadas creaciones, pero por desgracia el peso juega en mi contra y no quisiera incrementar el de mi mochila.





Voy dejando atrás esta pedanía de Ermita Nueva a través de una amplia pista de tierra, denominada Camino de los Almendros, que me conducirá a través de campos sembrados y alguna que otra explotación agrícola o ganadera en dirección noroeste, cruzando el arroyo de los Palancares.





Un poco más adelante, después de cruzar el arroyo observo en la colina próxima, a la izquierda, una edificación de aspecto palaciego que resalta de su entorno por la singular estructura arquitectónica.

Se trata del Cortijo Verdugo. Estas tierras se repartieron entre los conquistadores de la ciudad de Alcalá la Real, manteniéndolas sus descendientes en forma de caballerías y peonías. Las primeras referencias a su primer propietario Francisco Verdugo datan del siglo XVI, en tiempos de Carlos V, que fue Proveedor de la Armada.

Recientemente fue vendido, habiendo sido propiedad del convento trinitario de Nuestra Señora de los Remedios y de la Fundación Marmol.





En este punto llegamos a las inmediaciones de unas naves industriales, junto a la carretera N-432.





Nada más sobrepasarlas por la fachada lateral que linda con la carretera, múltiples indicaciones informan de la dirección a seguir, siendo necesario cruzar la carretera perpendicularmente, avisando de la precaución que se ha de tener dada la peligrosidad del cruce.







Al cruzar la carretera, el Camino prosigue por una pista de tierra que se adentra por zonas de labor y cultivos.







El Camino, ahora en suave ascenso en dirección norte, pasa junto al desvío hacia una amplia explotación agrícola y ganadera situada a nuestra derecha, donde un gran volumen de señalización evita que podamos despistarnos.







Según avanzamos y desde la lejanía se puede apreciar la magnitud de las construcciones de esta finca.





Un pequeño ascenso más pronunciado nos obliga a pasar ante las ruinas de lo que pudo ser otro cortijo del lugar.





Ahora un suave descenso nos lleva a bordear las inmediaciones de una pequeña balsa, cuya finalidad posiblemente sea el riego de las tierras, sin embargo, imagino que en épocas más calurosas puede incitar a un inmediato refresco en sus aguas.





Ahora un breve y acentuado nivel de ascenso, coincidiendo con una bifurcación en la que hemos de tomar a la izquierda, de acuerdo con la señalización.







Una vez superada esta pequeña colina, bordeamos las instalaciones de una planta fotovoltaica para ir descendiendo en dirección a la no muy lejana carretera A-403.







Salvaremos el paso de la carretera A-403, a través de un paso subterráneo decorado, pero semi inundado.







A la salida del paso subterráneo tomaremos a la derecha, comenzando la andadura por una pista ciclo peatonal que avanza en dirección norte paralela a la carretera.





La existencia de esta pista me hace imaginar que el final de etapa está próximo, máxime cuando ya en el horizonte vislumbro la existencia de un polígono industrial.





Sin embargo, cuando son las 13:00 horas, después de recorrer 750 metros a través de esta pista, una nueva indicación del Camino, en este caso un mojón con flecha amarilla, señaliza el desvío hacia la izquierda por una pista de tierra.





Esta ruta, aunque incrementa el trayecto, intentando evitar el recorrido por el polígono industrial, realmente desconozco si ha merecido la pena esta variación.

Comienzo a caminar por esta pista de tierra, con algunos restos de asfalto, con una pendiente ascendente que se va incrementando según voy caminando.







Durante este ascenso se puede apreciar la existencia de alguna que otra finca de recreo, dada la proximidad de la población de Alcalá la Real.

Después de 1,1 Km de ascenso, uno de los viales que parten de este camino, conducen hasta la cercana Torre Cascante y las instalaciones de una bodega.

Sin embargo, desconociendo la situación de esta torre y su ubicación, continúo caminando puesto que no dispongo en ese momento de información al respecto, esta la he conocido a posteriori, en base al mosaico existente al coronar el alto denominado Atalaya Cascante.







Al parecer esta Torre de Cascante, forma parte de una de las 12 atalayas que todavía perduran, entre las quince originarias que conformaban un cinturón defensivo en torno a la atalaya principal constituida por la Fortaleza de la Mota.

La vista desde esta colina es privilegiada, después de 1,3 Km de ascenso, puedo observar por vez primera la imagen de la Fortaleza de la Mota, situada en la colina en cuya falda se asienta la población de Alcalá la Real.







Un suave descenso por esta pista y comienzo un nuevo ascenso que después de 550 metros me lleva hasta el borde de la carretera A-403R1, donde me incorporo a la pista ciclo peatonal que en descenso me conducirá hasta el núcleo urbano de Alcalá la Real, distante apenas 450 metros.





Efectivamente, en la falda de la Fortaleza de la Mota, encuentro las primeras edificaciones de la población, cuando van a ser las 14:00 horas.





Alcalá la Real, encrucijada de caminos, en el corazón de la Sierra Sur y lugar de paso entre el valle del Genil y la cuenca del Guadalquivir.

Su término municipal con dieciséis aldeas, tiene una población de veintitrés mil habitantes, siendo Alcalá la Real cabecera comarcal en la que predomina el sector servicios y un gran dinamismo comercial.

Tuvo especial relevancia su etapa durante el Califato Omeya, ejerciendo un importante papel en la frontera con el reino nazarí. En el año 1341 fue distinguida por el rey Alfonso XI con el título de “la Real”.

Caminando por sus calles me dirijo hasta la calle Ramón y Cajal, situada en pleno centro de la población, donde se ubica Casa Marisa, mi lugar de alojamiento en el día de hoy, puesto que aquí se carece de Albergue para peregrinos.

El piso, gestionado por su propietaria Marisa, quien me recibe con toda su amabilidad y encanto, todo un verdadero lujo para un peregrino después de una etapa variada y controvertida.

Ya estoy alojado y la hora me anima a salir para tomar algo de comer, encaminándome a un lugar en el que por su renombre la comida debe ser casera y bien elaborada, se trata del Rincón de Pepe.

Después de tomar una cerveza consigo una mesa en la terraza puesto que el tiempo acompaña. Relajadamente intento disfrutar de la oferta gastronómica, sin embargo, al final pienso que no fue el lugar más apropiado para saborear productos de la tierra, descompensada la relación calidad precio y con una posible mejora en la elaboración.

Finalizada la visita culinaria, retorno en dirección a mi alojamiento, pasando ante la fachada del Palacio Abacial, ejemplo de arquitectura neoclásica, de influencias francesas e italianas.







Puede vincularse el edificio en su conjunto a un austero estilo barroco con aportaciones neoclásicas. Situado en pleno centro de la ciudad, fue reedificado en 1791 por el abad D. Esteban Lorenzo Mendoza y Gatica. En la actualidad acoge al conservatorio de música, además de centro de interpretación, museo y punto de información turística.

Después de pasar parte de la tarde haciendo la colada y descansando en mi alojamiento, decido volver a salir a recorrer algunos lugares de la población.

Ya es demasiado tarde, lo que me impide visitar su fascinante Fortaleza de la Mota. Situada en la colina, a 1033 metros de altura, el monumento más destacado.

Tiene su origen en una alcazaba árabe, ampliándose durante la reconquista cristiana. Con su perímetro amurallado, uno de los más extensos de Andalucía. Se caracteriza su estructura por tres líneas sucesivas con siete puertas de acceso y por estar fundida con la propia estructura geológica del cerro en su último tramo.

Es más que un simple castillo. Aquí se puede conocer el concepto de frontera y los modos derivados de esta situación. Su sistema de murallas, aljibes, calles, plaza y viviendas, junto a la Iglesia Abacial y la alcazaba militar, sirven de guía para un viaje en el tiempo en el que conocer la vida y costumbres de una ciudad amurallada en la Baja Edad Media.

La mejor imagen que pude contemplar de esta fortaleza fue desde una de sus plazas, en la que resalta la magnitud de esta edificación.







En cuanto a la arquitectura de carácter religioso, pude visitar la Iglesia de Las Angustias, mezcla de caracteres neoclásicos y barrocos, comenzándose su construcción en 1746, para finalizarse en el siglo XIX. Tanto la bóveda como sus muros está realizados en aparejo de sillares regulares extraordinariamente labrados.







La planta consta de una nave rectangular recortada en sus esquinas, con cuatro capillas laterales y capilla mayor hexagonal, que a través de un arco triunfal da paso al presbiterio, concebido a modo de camarín en el que se acoge a la imagen titular de la Virgen de las Angustias.





La Iglesia de San Antón, frente al paseo de los Álamos, se levanta esta edificación construida en el siglo XVIII, en las proximidades de una pequeña ermita del siglo XVI.

Destaca su perfección de la planta elíptica con bóveda de ladrillo y su portada, con tres cuerpos, junto a la que se abre una capilla al exterior en la que se venera el Cristo de la Misericordia.





En pleno centro urbano se encuentra la Iglesia de la Consolación, templo por excelencia de Alcalá la Real, cuyo origen y fundación se debe a los franciscanos terceros. Su construcción se inicia a comienzos del siglo XVI, concluyéndose la torre en el siglo XVIII, pudiendo distinguirse sus estilo renacentista y barroco.

Sobresale en el exterior su impresionante torre y la portada retablo.





En el interior destaca la planta de cruz latina, la cúpula del crucero y muy especialmente los retablos. En la capilla mayor se encuentra la imagen de la Virgen de las Mercedes, patrona de Alcalá la Real.





Todavía antes de anochecer recorriendo la ciudad, también pude contemplar la imagen de su Ayuntamiento, edificio barroco de ascendencia clásica construido en 1733.

Sobresale su portada con mármoles rojo y negro, con las armas de la ciudad en un círculo, la planta noble con el escudo real de Felipe V y la galería alta, que ostenta en la clave de sus arcos una serie de mascarones alusivos a los vicios y pecados capitales.

Cabe destacar el reloj, realizado por Fernando de Tapia en 1803, con la originalidad de señalar las fases lunares.





Después de este recorrido y visitar uno de los supermercados existentes en el que dotarme de algunos víveres, compruebo el recorrido de salida para la etapa de mañana y retorno a mi alojamiento donde me retiro definitivamente por el día de hoy.



Mi sugerencia: Imprescindible la visita a esta monumental población de Alcalá la Real.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Alcalá la Real:
-Casa Marisa
    Localización: Calle Ramón y Cajal, 22
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 606385197 (Marisa)
    Atención Especial a Peregrinos

-Casa Rural Mirador Tierra de la Frontera
    Localización: Calle Santo Domingo de Silos, 30
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 650 683 560 / (+34) 953 04 00 00 / Asociación Jacobea Jaén: (+34) 677 425 442 (Jacinto)
    Atención Especial a Peregrinos

-Hostal El río de Oro*
    Localización: Calle Abad Moya, 2
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 680 578 284 / (+34) 953 58 03 37 / Asociación Jacobea Jaén: (+34) 677 425 442 (Jacinto)
    Atención Especial a Peregrinos

-Apartamentos y Spa Llave de Granada
    Localización: Calle Bélgica, 49
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 953 58 36 91 / (+34) 651 374 143

-Hotel Boutique Palacio de la Veracruz
    Localización: Calle Veracruz, 6
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 953 581 178

-Hotel Zacatín
    Localización: Calle del Pradillo, 2
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 953 58 05 68 / (+34) 679 899 739

-Hotel Torrepalma***
    Localización: Calle Conde de Torrepalma, 2
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 953 58 18 00