CAMINO MOZÁRABE (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 15º: Alcalá la Real - Alcaudete: 22,74 Km





Todavía de noche me levanto, pues quiero aprovechar la iluminación eléctrica para recorrer la zona urbana y así ganar algo de tiempo a la etapa de hoy.

Abandono la casa donde me he hospedado y desciendo unos metros por la calle Ramón y Cajal para tomar a la izquierda por la Carrera de las Mercedes, por la que asciendo hasta llegar ante la fachada principal de la Iglesia de la Iglesia de la Consolación que queda a mi derecha, continuando recto por la calle La Tejuela.

Desciendo por esta calle durante 100 metros hasta llegar ante la facha del bar El Pireo (cerrado a estas horas por la festividad), tomando a la izquierda e inmediatamente a la derecha por la segunda calle denominada Camino Nuevo. Prosigo en descenso más pronunciado por esta calle en dirección noroeste para así ir dejando atrás el área urbana de acuerdo con las indicaciones del Camino, cuando son las siete horas y ya la luz del día hace acto de presencia.





Poco después, llego a una bifurcación presidida por una cruz, iniciando ya la andadura por la pista de tierra que se abre por el lado derecho de la cruz.





Atrás queda la impresionante imagen de la Fortaleza Castillo de la Mota coronando la colina que domina la ciudad.







En la siguiente bifurcación, apenas otros 100 metros después, hay que proseguir por la izquierda, de acuerdo con el mojón del Camino que así lo señaliza. Esta vía pecuaria se denomina Cordel de Córdoba a Guadix.







Discurre el camino entre unas últimas edificaciones de carácter eminentemente agrícola y/o recreo hasta llegar al cauce del arroyo de Guadalcontón, que salvaremos a través de un sencillo pero antiguo puente a dos aguas y con un solo ojo, que por sus características podría datarse como de origen romano, si bien la estructura que se puede observar corresponde a la época medieval.







Prosigo caminando por esta cómoda pista de tierra en dirección noroeste sin desniveles muy acusados, aunque en suave ascenso, a través de un campo ahora principalmente poblado por olivos.





Después de 1,3 Km desde que cruzamos el arroyo de Guadalcontón, desde la cima de la colina a la que hemos llegado en suave ascenso, se puede apreciar una bonita panorámica de la población de Alcalá la Real con la omnipresencia de su castillo.





La permanente señalización del Camino nos permite mantener la tranquilidad, ante la certeza de caminar por la ruta adecuada, e incluso informando de la distancia a las poblaciones más cercanas.





Después de 1,2 Km por este camino de tierra, desembocamos en una vía asfaltada. Se trata de la carretera JV-2238, donde tomaremos a la izquierda caminando por su calzada asfaltada, aunque sin arcenes, resaltando la peligrosidad del recorrido la señalización existente.





Durante este trayecto asfaltado, observo como se aproxima y me adelanta una persona que viene realizando deporte, a mucha más velocidad que la mía, lo que no impide un breve saludo.





Un breve recorrido de 550 metros por el asfalto de esta carretera hasta llegar a una curva con una bifurcación, donde tomaremos a la derecha, junto a unas edificaciones allí existentes ya de la aldea de Puertollano.







Se trata de una pequeña aldea, que apenas se compone de una docena de edificaciones, dispone de un sencillo pilón abrevadero y un lavadero público, al parecer este último en desuso, aunque u abrevadero de mucha utilidad en la vía pecuaria y para tareas agrícolas.







Dejo atrás esta pequeña aldea y continúo caminando por la vía pecuaria que discurre por esta zona, casi paralela a la carretera N-432.

Después de 1,3 Km cruzo una pequeña barranquera que deja huella en la vía, a la vez que me acompaña la flecha amarilla de señalización.





Prosigo otros 500 metros, al cabo de los cuales se presenta una bifurcación en la que deberemos tomar el ramal de la izquierda, de acuerdo con la señalización.





Otro nuevo tramo de esta vía pecuaria, ahora bordeando el barranco de Morán o de Parras por la izquierda y cruzando alguna que otro lecho de aguas bajantes hacia este barranco.





Así va discurriendo el recorrido hasta que después de 900 metros desde la anterior bifurcación, otra nueva se presenta, aunque en este caso de acuerdo con la señalización, tomaremos el ramal de la derecha en ascenso.





Prosigue el recorrido manteniendo el paralelismo al cauce del barranco de Morán o de Parras por nuestra izquierda, también muy próximos al trazado de la carretera N-432.

Después de otros 900 metros, esta vía inicia un ascenso separándose del trazado de la N-432, sin embargo, ATENCIÓN, nosotros hemos de continuar caminando junto al quitamiedos de la carretera N-432, eludiendo el ascenso de la pista que continúa.

Este punto puede inducir a error, como le sucedió a un peregrino que me precedía, a quien intenté avisar y que como posteriormente pude comprobar, se trataba de Jacques. Sería muy apropiado incrementar la señalización y hacerla visible.







Solo 140 metros caminaremos por la pequeña vereda junto al quitamiedos de la carretera y un pequeño tramo por el arcén, debiendo hacerlo con el máximo de precaución antes de cruzar la carretera N-432.







Después de los 140 metros indicados, cruzaremos perpendicularmente la carretera. MÁXIMA ATENCIÓN al tráfico de vehículos, pudiendo apreciarse la flecha amarilla sobre el quitamiedos de la otra vertiente de la carretera, indicando la senda que allí se inicia por el campo de olivos.







Casi inmediatamente cruzaremos el pequeño cauce del barranco de Morán o de Parras a través de usa sólida plancha cementada.





Ahora continuamos caminando en ascenso enlazando ya con la vía pecuaria Cordel de Córdoba a Guadix, tomando en la desviación el ramal de la izquierda para proseguir ascendiendo, de acuerdo con la señalización existente.





Son algo más de las nueve horas cuando decido realizar un breve descanso bajo la sombra de una enorme encina, aprovechando para tomar una fruta como alimento y algo de bebida.





Después del descanso prosigo caminando, pero cinco minutos después llego al cauce del arroyo Pingorote, estando cementado este tramo de pista para proteger su superficie de las posibles avenidas de agua.







Aquí comienza un ascenso que se prolonga por esta vía pecuaria durante 1,1 Km, al cabo del cual se inicia el descenso y se llega a una bifurcación perfectamente señalizada, en la que proseguiremos por el ramal de la derecha manteniendo la dirección norte.







Después de 500 metros, desembocamos en una pista asfaltada donde ahora, de acuerdo con la señalización de las flechas amarillas, tomaremos a la izquierda.







Otro nuevo tramo de 300 metros y ahora llegamos a la carretera N-432 que hemos de cruzar, con mucha precaución, perpendicularmente, saltando el quitamiedos del margen opuesto a la altura del PK 372.





Ya en la otra vertiente, caminamos por el antiguo trazado de la carretera en dirección noroeste, de acuerdo con la indicación de la flecha amarilla.





El recorrido por esta antigua carretera asfaltada se mantiene durante 350 metros, durante los que me cruzo con dos grandes perros sueltos que vienen acompañados de su propietario, lo que no impiden que me provoquen cierta inquietud dado su tamaño y aspecto. Sin embargo, prosigo la marcha sin ningún tipo de incidente hasta abandonar el trazado de esta vía y tomar la pista de tierra que parte hacia la derecha, en descenso según marca la señalización del mojón existente.





Esta pista desciende en dirección a la inmediata población de Ventas del Carrizal de la que ya son visibles sus edificaciones, a la que accederé después de 260 metros.





Ya caminando por la calle Iglesia, me conduce prácticamente ante la fachada del edificio del Ayuntamiento, junto al que existe una placeta con un bar denominado el Kiosko.

Me encuentro en la terraza del mismo con los peregrinos franceses, Jacques y sus acompañantes quienes me invitan a compartir desayuno y disfrutar de su compañía durante el mismo.

Jacques me confirma que la persona a quien intenté avisar del error que estaba cometiendo en el recorrido era él, reconociendo que escuchó voces, pero no creía que el fuese el objetivo, motivando este error un exceso de varios kilómetros innecesarios hasta retornar a la ruta correcta.

Después de despedirnos, ellos continuaron la marcha en tanto yo me permitía unos minutos más de descanso.

Poco después retorno al Camino descendiendo por la calle Río hasta llegar al puente que me permite salvar el cauce del río de San Juan.







Unos metros después de cruzar el cauce del río, tomamos a la izquierda, caminando en dirección oeste junto a la ribera derecha del río San Juan durante 1,4 Km hasta llegar al vado del arroyo de Chiclana, junto a las edificaciones del cortijo del Vado.







Salvaremos peatonalmente el cauce del arroyo a través de un estrecha pasarela que soporta conducciones de agua y electricidad.







Nada más sobrepasar el cauce de este arroyo avanzamos ahora ascendiendo en dirección noroeste y solo 100 metros después, hay una bifurcación en la que hemos de continuar por el ramal de la izquierda manteniendo la dirección noroeste.

En esta bifurcación coincido con los peregrinos franceses que se plantean la duda razonable de por cuál de las dos sendas continuar, ya que no existe señalización que lo clarifique. Gracias al plano digital del que dispongo, confirmo la dirección correcta y continuamos por el ramal de la izquierda, haciéndonos compañía durante un tramo de recorrido.





Después de 950 metros de ascenso por esta pista rodeada de olivos, una nueva bifurcación, en esta ocasión perfectamente señalizada mediante una flecha amarilla dibujada sobre un madero vertical.





La velocidad de mis acompañantes franceses es mucho mayor que la mía, así que decido proseguir a mi cadencia normal permitiendo que ellos mantengan la suya, lo que origina que me vaya quedando a su retaguardia y pronto dejo de verlos.

Después de 35 minutos y 2 Km recorridos, una nueva bifurcación, en este caso señalizada con un mojón de piedra con flecha amarilla, indicando continuar en la misma dirección al proseguir por el ramal de la derecha.





A partir de aquí coincido durante un breve recorrido con una persona de Alcaudete que está realizando deporte en un circuito circular que le permite salir y regresar a la población en un tiempo prudencial, lo que me confirma la proximidad de la población.

Poco más adelante puedo disfrutar de una fantástica panorámica con un enorme tapiz de olivos, cerrado en el horizonte por cadenas montañosas.





Un poco más adelante, cuando son las 12:45 horas, llego a las inmediaciones de la denominada fuente de la Victoria, construida en 1951, situada a su vez frente al complejo ajardinado denominado fuente Amuña de cuyo manantial recogía el agua.

Nos encontramos ya prácticamente en el área urbana de Alcaudete, así que realizo un breve descanso para refrescarme y beber agua de esta fuente, asegurándome una pareja de personas que por allí pasean que puedo beber esta agua con total tranquilidad, ya que en la actualidad está conectada a la red urbana de suministro.







En el complejo recreativo ajardinado, se encuentra el manantial de fuente Amuña cuyo amplio caudal llegó a abastecer de agua a gran parte de la población. En la actualidad tiene consideración de zona recreativa, siendo un lugar de esparcimiento con su enorme charca y establecimiento donde poder disfrutar y degustar una buena barbacoa.







En las inmediaciones, a continuación de la valla que rodea perimetralmente este complejo ajardinado de Fuente Amuña, se ha situado un mojón del Camino Mozárabe que nos recuerda la distancia que aún me separa de Santiago de Compostela. ¡Solo 1.114 Km!







Prosigo caminando por esta pista asfaltada denominada carretera de la Fuensanta durante 500 metros hasta llegar al cruce con el Paseo Parque de la Fuensanta, debiendo tomar a la izquierda por el citado paseo según las indicaciones de la señalización del Camino.





Poco antes de desembocar ante la fachada del Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta, encontramos una nueva fuente en la que un cartel se encarga de informar que esta agua no está controlada sanitariamente.





Frente a la fuente se abre una gran explanada en la que se ubica el edificio del Santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta. La devoción y culto a la Virgen de la Fuensanta se remonta a la Edad Media, dada la existencia de una ermita en el año 1511 que prácticamente quedó en ruinas durante el terremoto de 1951, siendo derruida posteriormente para proceder a la construcción del nuevo edificio.

La actual edificación fue obra del arquitecto Francisco López Rivera, siendo bendecida por el Obispo Romero Mengíbar en el año 1963.





Dejando el santuario a mi espalda, desciendo ahora por el amplio Paseo del Parque de Fuensanta con una longitud de 500 metros, accediendo ya al núcleo urbano.







Desemboca este paseo en el Parque Municipal de Nuestra Señora de la Fuensanta, junto a la Avenida de Andalucía, lugar en el que habitualmente se ubica el Recinto Ferial.







Ya en plena área urbana, asciendo por la Avenida de Andalucía para dirigirme al alojamiento situado en el número 47 de esta avenida. Se trata del Hostal Spa Rueda, sencillo hospedaje en el que he reservado ante la carencia de albergue en la población.







Después de instalarme en la habitación y asearme, decido salir a tomar algo de comer, así que me encamino al bar recomendado por un familiar.

Durante el recorrido realizado, todavía en las cercanías del alojamiento, puedo observar como con una pequeña caravana de vehículos trasladan la imagen de la Virgen de la Fuensanta, patrona de la población.





Continúo descendiendo por la Avenida de Andalucía hasta llegar a la calle Alcalde Fernando Tejero, por la que tomo a la derecha. Caminando en dirección a la Plaza Veintiocho de Febrero, paso ante la fachada de la Iglesia de la Encarnación o del Carmen, siendo este edificio el único que se conserva del antiguo convento de la Encarnación.

Este templo de estilo manierista, está dentro de las concepciones arquitectónicas de la época, así como de las especiales características de las iglesias conventuales de los carmelitas descalzos.





Finalmente llego a la plaza en la se encuentra tanto el bar como el edificio del Ayuntamiento.

Destaca la casa Consistorial, de estilo barroco, custodiada por la imagen de San Miguel, su patrón.





Adosado a la Casa Consistorial se encuentra el Arco de la Villa, que era la puerta principal de acceso a la ciudad medieval, que puedo contemplar accediendo desde la calle General Baena.







Definitivamente me instalo en una mesa de la terraza del café bar La Plaza, establecimiento recomendado por mi cuñado, donde atendido de manera excepcional, disfruto gastronómicamente de sus especialidades, tales como unos excelentes riñones.







Y como no, otra de sus especialidades, gambas al pil pil.







Con agrado puedo contemplar cómo no soy el único peregrino que se deleita con estos alimentos, comprobando en la mesa próxima a cuatro peregrinos con los que he coincidido en otras poblaciones.





Regreso a mi alojamiento a descansar hasta ya entrada la tarde, momento en el que decido salir a localizar la ruta de salida para la etapa de mañana y recorrer algunas de las calles de la población.

Desciendo nuevamente por la Avenida de Andalucía en dirección oeste hasta llegar a la glorieta en la que coinciden las carreteras N-432a y JA-4308, punto de salida de la población y continuidad del Camino.

Durante este recorrido puedo contemplar la bella imagen del Castillo y de la Iglesia coronando la cima de la población, lógicamente a estas horas el acceso está cerrado.





Para conocer los orígenes del castillo hay que remontarse al año 711, época de la invasión de tierras peninsulares por parte de los musulmanes, que en su avance llegan hasta la ribera del Ebro. Sin embargo, hacia el año 1030, su poder se debilitó, iniciando los reyes cristianos una ofensiva para recuperar tierras conquistadas. Así se creó un potente sistema defensivo para impedir la recuperación de estas tierras por parte de los musulmanes, basado en un amplio abanico de castillos, atalayas y fortalezas, como es el caso de Alcaudete.

Este castillo formó parte del cinturón de defensa creado por el rey Fernando III el Santo para protección de la frontera occidental del Reino de Jaén frente al Reino Nazarí de Granada.

Se construyó entre los siglos XIII y XIV, estando compuesta su estructura por torre del homenaje, sala capitular, lienzos de muralla y torres, cuerpo de guardia, caballerizas y aljibe.

En las estribaciones del castillo, se encuentra también la Iglesia de Santa María la Mayor, siendo edificada en la primera mitad del siglo XVI. En su planta conviven dos espacios o estructuras diferentes: un cuerpo gótico de tres naves y una capilla mayor renacentista.

También dispone de dos portadas en los hastiales oeste y sur. La del lado oeste, conocida como la del Perdón, construida entre 1530 y 1540. La del lateral sur se estructura en una escalinata doble, para alcanzar una portada retablo de estilo plateresco.

El último elemento que se construye es la torre campanario, situada a continuación de la capilla mayor. En altura presenta tres cuerpos superpuestos y el cuarto que es un tejado en forma de chapitel de tejas vidriadas.

Durante el recorrido por esta vía urbana (antigua carretera N-432a), se encuentra la denominada fuente Zaide, en extramuros de la ciudad, servía de abrevadero junto a la puerta de Pliego.

Datada en el siglo XV, destaca su frontón labrado con el escudo de los condes de Alcaudete, así como su pilar de cantería surtido por dos leones tallados. Hasta su última reforma contaba con un popular lavadero que servía a los vecinos del barrio, siendo desde antiguo lugar de encuentro de foráneos y extranjeros como muestra la leyenda que le da nombre.







Me adentro ahora para retornar al centro por calles como Pontanilla y Carnicería, pasando en esta última ante la fachada del antiguo Hospital de la Misericordia, fundado por Julián Antonio Ibáñez como hospital de ocho camas en 1790.

En su construcción colaboró tanto el pueblo, como la Iglesia y hasta la propia Reina. Se mantuvo en uso hasta final de los años 80 del siglo XX. Destaca su portada labrada y una mina de agua que surte desde el patio.







Desde aquí salgo a la céntrica plaza 28 de Febrero y regreso a través de la calle Carmen y Alcalde Fernando Tejero de nuevo a la Avenida de Andalucía para retornar a mi alojamiento.

Siendo ya noche cerrada, después de adquirir algunos alimentos para la etapa de mañana en un supermercado cercano, recorro algunos de los bares y restaurantes donde posiblemente podrías encontrar a Jacques y sus amigos, ya que habíamos coincidido alojados en el mismo establecimiento, pero no hubo suerte y decido acercarme a un bar que también me habían recomendado, donde tomé algo ligero como una ensalada y un flamenquín que debido a su tamaño no pude terminar.

Finalmente decido regresar al hostal, contemplando alguna imagen nocturna tal como una chimenea iluminada que resaltaba en la oscuridad de la noche







Ya de regreso al hostal doy por finalizado el día de hoy y me retiro a descansar.



Mi sugerencia: atención a los cruces de las carreteras y a las señales



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Alcaudete:
-Pensión Spa Rueda
    Localización: Avenida de Andalucía, 47
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 953 56 10 14 / (+34) 696 524 791 / Asociación Jacobea Jaén: (+34) 677 425 442 (Jacinto)
    Atención Especial a Peregrinos

-Pensión Hidalgo
    Localización: Calle Alcalde Fernando Tejero, 11
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 600 530 766 / (+34) 953 56 10 78 / Asociación Jacobea Jaén: (+34) 677 425 442 (Jacinto)
    Atención Especial a Peregrinos

-Hospedería Castillo de Alcaudete
    Localización: Calle General Baena, 15
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 953 09 18 97