CAMINO MOZÁRABE (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 18º: Castro del Río - Santa Cruz: 23,51 Km





Son las 07:00 horas cuando ya camino por las calles de Castro del Río saliendo del barrio de La Villa y descendiendo por la calle Agujero para desayunar en el bar Córdoba, puesto que está abierto a estas tempranas horas y además me coincide en parte con la ruta de salida.

Después de un sencillo desayuno, ha llegado el momento de comenzar la etapa, ya ha amanecido y se puede salir del núcleo urbano alumbrado por la luz diurna.

Camino por la avenida de la Diputación hasta llegar después de 400 metros a la Glorieta de la Mecedora, con cuyo mueble se quiere resaltar la artesanía de Castro del Río, especialmente destacable por los trabajos del mueble que se realizan en madera de olivo.





Cruzo perpendicularmente la glorieta y mediante el puente existente salvo el cauce del río Guadajoz, caminando ahora por la carretera C-329.





El tránsito por esta carretera C-329 apenas se prolonga durante 600 metros, al cabo de los cuales desembocamos en la carretera N-432 por cuyo peligroso arcén hemos de caminar.







Por suerte, el recorrido por el arcén de esta carretera en dirección oeste es breve, ya que después de solo 900 metros, al pasar junto a unos viveros, la señalización del Camino indica que hemos de tomar el desvío por la pista que parte a la derecha, abandonando así el asfalto.







Caminando ahora por esta pista que bordea las instalaciones del vivero en dirección noroeste, llegamos a un paso subterráneo que nos permitirá pasar bajo la carretera A-309.







Al salir del paso subterráneo tomamos a la izquierda, caminando paralelo al trazado de la carretera A-309 en dirección ahora suroeste, desgraciadamente por una zona totalmente embarrada y encharcada, aunque muy breve, obligándome a caminar agarrado a la vaya delimitadora de la finca.





Este recorrido embarrado ha sido breve, apenas 90 metros, al cabo de los cuales salimos a una pista en la que tomaremos a la derecha de acuerdo con la señalización tanto de las flechas amarillas como del mojón del Camino, para proseguir ahora en dirección norte.





El recorrido por ahora sigue el curso del río Guadajoz que va describiendo meandros a lo largo y ancho de esta vega.





La panorámica de la vega es maravillosa, pudiendo apreciar la variedad de cultivos entre los que predomina el olivo, así como la frescura y frondosidad de los mismos.





La información del Camino se sigue ofreciendo en cualquiera de las intersecciones, como el mojón existente en las proximidades de una nave agrícola.





Sigo caminando y llaneando por la ribera del río Guadajoz que prosigue con su cauce serpenteando a través de la vega, cuando en una de las zonas abiertas aprecio en la distancia que me precede una persona, se trata de Janny, la peregrina holandesa. ¡Ha sido más madrugadora que yo!







Un nuevo mojón del Camino confirma la certeza del recorrido, ahora en la proximidad de un nuevo cruce de pistas.







En este tramo nos despedimos de la ribera del río Guadajoz, del que nos iremos separando para ascender hacia la población de Espejo.





Efectivamente, aquí tenemos un cruce de pistas en el que la señalización nos indica tomar a la izquierda variando de dirección y yendo ahora hacia el suroeste, comenzando aquí el ascenso que nos irá aproximando a la inmediata población de Espejo.





A medida que se va ascendiendo, se amplía la visión de la vega y se intuye en el horizonte la ya lejana población Castro del Río, donde inicié la etapa. La climatología se presenta con un cielo muy nuboso, sin embargo, no aparecen síntomas de lluvia.





Durante el ascenso existen zonas de llano, lugares en los que se ha aprovechado para la construcción de balsas que permiten el riego de zonas que normalmente no disponen de agua, excepto de la lluvia.

Entre dos colinas se pueden distinguir las edificaciones de la población de Espejo situada en otra colina, coronada por su célebre castillo.





Son las 09:30 horas cuando me encuentro a la entrada de la población de Espejo, coincidiendo con Janny, por lo que accedemos en mutua compañía a la población.







Al inicio del casco urbano, un nuevo panel informativo nos recuerda la distancia que resta hasta Santiago de Compostela, 1.017 Km.







Accedemos hasta el centro urbano por sus empinadas calles hasta llegar al Paseo de Andalucía, conocido como Las Calleras, (siendo la calle de las Eras la más antigua de sus denominaciones ya en el siglo XVI), lugar en el que aprovechando esta zona llana se ha construido un bonito paseo en torno al cual se sitúan los establecimientos comerciales y de hostelería.







Después de recorrer este bonito paseo, Janny sugiere la posibilidad de tomar algo en un bar, sin embargo, en esta ocasión todavía es temprano para mí, por lo que después de comprobar las posibles opciones, Janny accede al bar Mario, en tanto que por mi parte decido hacer un recorrido por las calles que continúan ascendiendo hasta el Castillo.

Lo empinado del ascenso se suaviza con la presencia permanente de macetas que adornan las calles con su belleza floral, además del bonito y cuidado aspecto que ofrecen tanto sus calles como sus edificaciones.





Una pequeña y escalonada calle que permite salvar los desniveles existentes, sigue ofreciendo un aspecto de verdadero cuento de hadas con sus adornos florales.





Una nueva calle, ahora describiendo un amplio semicírculo suavizando el ascenso, me sigue sorprendiendo con una inmensa cantidad de macetas que jalonan el recorrido tanto en el suelo como en la pared.





Finalmente llego hasta una plataforma llana en la que se encuentra el edificio de la Iglesia Parroquial de San Bartolomé.

La primitiva iglesia se erigió en 1758 en el lugar de unas casas donadas por un presbítero para fundar un colegio de “educandas”.

La actual iglesia fue sufragada por la superiora de este colegio, persona natural de esta villa, siendo bendecida e inaugurada el 11 de julio de 1790. El edificio aún conserva su fachada original.







La panorámica que se puede apreciar desde esta vertiente, ya a los pies del Castillo, es impresionante, con ese interminable campo de olivos hasta allá donde se puede apreciar con la vista y permite la nubosidad del día.







Desde esta placeta en la que encuentra la iglesia, destaca el Castillo Ducal sobre nuestras cabezas.

Se trata de una fortificación del siglo XIII que, tras la conquista cristiana, Pay Arias de Castro, alcaide de los Reales Alcázares de Córdoba, construyó una fortaleza de carácter eminentemente militar dada la proximidad de la frontera con el reino nazarí de Granada.

En 1867 la condesa de Espejo contrae matrimonio, convirtiéndose su primogénito en el XIV Duque de Osuna por herencia de su tío abuelo, una de las dinastías más antiguas de España.

Han sido numerosas las modificaciones que este edificio de carácter militar ha sufrido a lo largo de su historia, convirtiéndose en un edificio civil, adaptado a las necesidades de sus propietarios y los nuevos tiempos.







Comienzo el descenso realizando el mismo recorrido que efectué anteriormente, pero ahora en sentido contrario, contemplando nuevamente la preciosa decoración floral de sus calles, con otra perspectiva aún más bella.





Después de interesarme por la ubicación del Ayuntamiento, me encamino hacia plaza en que se encuentra este emblemático edificio que data de 1946, inicialmente proyectado para Oficina de Correos y Telégrafos, pasando a ser utilizado provisionalmente como sede de la Casa Consistorial, prolongándose su uso hasta nuestros días.

Accedo a sus instalaciones en las que soy atendido amablemente y sello la Credencial.





En la misma plaza y frente al edificio del Ayuntamiento, se encuentra el Mercado Municipal, restaurado entre los años 1944 y 1946, contando con una fachada coronada con molduras pintadas y azulejos con letras azules añiles.





Llegó el momento de abandonar esta población que bien hubiese merecido una estancia más prolongada, dadas sus singulares características y amabilidad de sus gentes, así que, con las nuevas indicaciones recibidas, comienzo ya el descenso de salida de la población a través de la calle Amaro, próxima a esta plaza de la Constitución, según marca la señalización del Camino.





Ya fuera del núcleo urbano, una panorámica me ofrece la visión de un inmenso campo de olivos y la pista de tierra que discurre entre ellos, por cuyo trazado he de caminar.







Después de veinticinco minutos, al volver la vista puedo contemplar cómo queda atrás la imagen de la población de Espejo coronada por su castillo.







Sobrepasando un suave ascenso, accedo a la otra vertiente de este pequeño alto, lo que me ofrece otra visión más amplia de la llanura por la que he de proseguir la marcha, siempre acompañado de la bondadosa información que me facilitan las flechas amarillas.







Después de 4 Km caminando a través de esta cómoda pista, llego a un cruce de caminos, coincidente con una edificación, por suerte rodeada por unas alambradas, tras las cuales, la imagen amenazadora de dos grandes perros me sobresalta.





La inmediata cercanía de una persona que realiza labores agrícolas consigue tranquilizarme junto al cruce de caminos en el que debo tomar a la izquierda de acuerdo con la señalización, para proseguir en dirección suroeste.





En este cruce de caminos y con la presencia de la persona antes indicada, decido realizar un breve descanso para tomar algo de alimento y dejar reposar la mochila en el suelo.





Después del breve descanso y una vez restablecido el ánimo alterado por la presencia de los perros, prosigo mi caminar por esta pista, cruzando sobre el cauce del arroyo del Malperdido que mantiene un mínimo caudal.





Solo 550 metros después de pasar el arroyo, un drástico desvío a la derecha, me hace recuperar la dirección noroeste, de acuerdo con la señalización del mojón, abandonando así esta amplia pista y caminar ahora por una pista secundaria abierta entre olivos.







Prosigue esta pista en suave ascenso, serpenteando entre olivos, aunque con la presencia señalizadora de la flecha amarilla.







Finaliza el breve ascenso al coronar la cima de una pequeña colina, dando paso a un amplio valle repleto de cultivos que me van aproximando al cauce del río Guadajoz, que da vida y agua a esta inmensa vega.







Durante 3,3 Km camino zigzagueando por este valle hasta llegar al arroyo de la Carchena y el Cortijo del Alcaparro.





Nada más sobrepasar la fachada del cortijo, puedo contemplar la cercanía de la población final de etapa, se trata de Santa Cruz.





Casi inmediatamente desemboco en la carretera N-432, donde tomaré a la derecha.





Camino por el arcén de esta carretera N-432 durante apenas 850 metros, sobrepasando el cauce del Río Guadajoz a través del puente existente.







Nada más sobrepasar el puente, ahora caminando por el margen derecho de la carretera, las flechas amarillas determinan que debo abandonar esta vía e incorporarme a una senda que desciende por la derecha y se separa perpendicularmente del trazado del asfalto.







La senda se abre paso entre hierbas y matorrales, aunque perfectamente señalizada por el mojón del Camino ante las posibles dudas que puedan surgir, puesto que inicialmente se retorna hacia el río.







Esta breve senda me lleva a desembocar a una pista con la dirección señalizada mediante mojón que indica tomar a la izquierda, para ahora caminar por esta pista, paralelo a la carretera, pero sin necesidad de hacerlo sobre el peligroso asfalto de esta vía.





Avanzo ascendiendo por esta pista en dirección norte, con la inmediata visión de las edificaciones de la cercana población de Santa Cruz, a la vez que bordeo un nutrido y variado vivero de especies vegetales.





Después de 500 metros de ascenso por esta pista, un nuevo mojón del Camino señaliza la salida de la pista para continuar por la senda de la izquierda, lo que me permitirá ascender hasta el arcén de la carretera N-432, a la entrada de la población de Santa Cruz.





Y efectivamente, apenas un centenar de metros hasta pisar nuevamente el asfalto con el cartel indicador de la población y las primeras edificaciones.

Se trata de una barriada de Córdoba, ciudad a la que se incorporó al segregarse del término municipal de Montilla, aunque alejada de ella 22 Km, con los condicionantes que ello conlleva para sus aproximadamente siete centenares de habitantes.





Según accedo entre estas primeras edificaciones, a la derecha, se encuentra precisamente el hostal La Galga Casa José en el que me he de alojar, ya que en esta población se carece de albergue.





Después de registrar mi llegada al establecimiento y aún con la mochila en una silla de la terraza del local, decido tomar plácidamente unas cervezas y una buena tapa de caracoles. El final de etapa es así de agradecido y descansado.







Durante el refrescante refrigerio, llegaron los peregrinos franceses encabezados por Jacques y la holandesa Janny, compartiendo con ellos otras cervezas.

Finalmente me retiro a la habitación para tomar posesión de ella y asearme antes de bajar al restaurante a comer.

Después de comer el apetitoso menú que ofrecían, compartí un café con los peregrinos franceses y la holandesa, reposando la comida en la sobremesa.







Retorno a la habitación en la que ordeno un poco el equipaje y aprovecho para descansar un buen rato.

La tarde es larga, por lo que decido salir a recorrer esta pequeña población cuyo eje principal es esta carretera N-432.

Hoy precisamente está prevista la celebración de un evento futbolístico que se retransmitirá por televisión, sin embargo, al tratarse de una emisión codificada puedo comprobar la imposibilidad de poder verlo ya que tanto el hostal en que me alojo como el otro existente en el otro margen de la carretera, carecen de acceso a la emisión codificada.

Descartadas las posibles opciones, me encamino al único supermercado existente donde me abastezco de algunos productos para la etapa de mañana.

Al pasar por la plaza de Andalucía, descubro el edificio de la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, datado posiblemente en el siglo XV, aunque esta apreciación es relativa, debido a los destrozos sufridos durante la Guerra Civil y posterior reconstrucción.

Destaca su portada sur de arenisca, con arco de medio punto. A los pies se encuentra la torre levantada en 1958, con doble cuerpo y coronada por una cruz.







Aprovecho la oportunidad de encontrar abierta la iglesia para acceder a su interior en el que un artesonado mudéjar corona la techumbre de su nave principal.

El presbiterio sostiene una gran bóveda sobre pechinas y muestra en el altar mayor, un retablo de aire manierista (siglo XVII) proveniente de un convento mercedario cuya hornacina, acoge la imagen del Sagrado Corazón.





Ya entrada la tarde y ante la imposibilidad de presenciar televisivamente el acontecimiento deportivo, finalicé haciendo una visita al Centro de Mayores de la localidad, situado en un bonito y floreado local, aunque la carencia de alimentos para cenar me obliga a regresar al hostal.



Ya anochecido, regreso al hostal donde disfruto de un apetitoso bocadillo de lomo y me retiro a descansar.



Mi sugerencia: Descanso en la sencilla barriada de Córdoba, a las puertas de la ciudad Califal



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Espejo:
-Albergue Municipal de Peregrinos de Espejo
    Localización: Calle Clodoaldo Gracia, 46
    Propiedad y Gestión: Municipal
    Tel.: (+34) 608 17 46 29

-Casa Almara
    Localización: Calle Trinidad Comas, 20
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 624 001 864 / (+34) 644 593 104

Santa Cruz:
-Hostal La Galga Casa José**
    Localización: Carretera Badajoz-Granada, km 296
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 649 626 642 / (+34) 957 37 80 72
    Atención Especial a Peregrinos

-Hostal La Bartola**
    Localización: Carretera Badajoz-Granada, Km 296
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 639 787 896 / (+34) 957 37 80 58
    Atención Especial a Peregrinos