CAMINO MOZÁRABE (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 26º: Castuera - Campanario: 22,09 Km





Todavía es de noche cuando me levanto y lo primero que hago es ver cómo ha evolucionado el esguince del pie, aún tengo molestias y decido vendar el pie, además de usar una crema.

Abandono el albergue a las 07:30 horas y me dirijo hacia el Ayuntamiento para dejar en las dependencias de la Policía Municipal la llave del albergue, de acuerdo con las indicaciones recibidas el día anterior.

Caminando por la calle Gabriel y Galán y en las proximidades de la plaza de España paso ante la denominada Esquina de las Habanas, monumento conmemorativo en Extremadura.





Después de depositar la llave donde me indicaron, prosigo caminando por la plaza de España, calle de la Constitución, calle Mártires y calle Santa Ana hasta desembocar en el paseo de Santa Ana, frente a la ermita del mismo nombre.

En este lugar se encuentra abierto un bar en el que decido entrar a desayunar, se trata del tradicional bar La Palma, aunque lo hago desde fuera del establecimiento, ya que dispone de una ventana lateral por la que soy atendido. Sin embargo, aunque pueda ser afamado para el tapeo, para el desayuno hubiese sido más acertado hacerlo en otro lugar, pues únicamente disponen de bollería industrial.

Después de un café con leche y unas magdalenas embolsadas, prosigo caminando por la calle Zurbarán, desde este su inicio, en dirección noroeste para salir de la población.

Después de 600 metros llego a la rotonda en la que finaliza la calle Zurbarán en la que están construyendo un arco semicircular inscrito en un contorno cuadrado, aunque desconozco cuál será el objetivo final de la obra.





Cruzo la glorieta perpendicularmente por su lado izquierdo y prosigo caminando por el paseo existente en paralelo con la carretera EX104, en ocasiones rodeado de palmeras.

450 metros después de cruzar la glorieta, pasamos ante la fachada principal del Recinto Ferial, tomando a la izquierda al finalizar la fachada, donde un mojón del Camino indica que hemos de desviarnos por la pista existente, antes de las inmediatas instalaciones de un campo de futbol.







Avanzo por esta pista asfaltada durante 850 metros hasta llegar ante la edificación del Cortijo Virgen del Prao, lugar en el que existe una bifurcación con una pista de tierra que sale a la derecha por la que hemos de desviarnos de acuerdo con la señalización del mojón del Camino existente.







Ya con la perfecta visibilidad que permite la iluminación diurna, podemos apreciar cómo vamos dejando atrás el núcleo urbano de Castuera, todavía próximo.







Avanzaremos por esta amplia y cómoda pista de tierra en dirección noroeste, siempre con la permanente presencia de los mojones señalizadores del Camino Mozárabe.





Después de 20 minutos y recorrer 1,6 Km a través de esta pista de tierra, llegamos a una nueva bifurcación en la que debemos de tomar el ramal de la derecha por esta denominada Vereda del Camino de Don Benito.





Según voy caminando coincido con tres vecinas de Castuera con quienes converso ocasionalmente y me indican que casi a diario realizan este recorrido retornando desde este punto de la vereda de nuevo a la población, creo que es una buena manera de mantener la forma física.

Poco después un cartel indicador en madera muestra la dirección de dos vías pecuarias que aquí se cruzan, la Vereda del Camino de Don Benito por la que transito y la Cañada Real Leonesa.





Son las 09:40 horas, cuando después de haber recorrido 7,3 Km desde que abandoné el albergue de Castuera, llego al cauce del río Guadalefra y el llamativo puente de hierro que permite el paso del ferrocarril.





Este singular y llamativo puente de hierro, obra de la escuela de Eiffel, situado en tramo de la línea de ferrocarril que une Castuera con Quintana de la Serena, salva el amplio cauce del río Guadalefra, aunque desgraciadamente sin apenas caudal de agua en esta época del año.





Una vez sobrepasado el cauce de este río por el puente existente, un suave ascenso me permite ir saliendo de la vaguada del cauce del río, caminando en paralelo con la cada vez más próxima vía férrea, de acuerdo con la señalización del Camino y la permanente presencia de los mojones.







Solo quince minutos después, desde la proximidad al trazado de la vía férrea puedo detectar en la cercanía las edificaciones de la antigua estación de Quintana de la Serena.







Apenas cinco minutos después me encuentro junto al vallado que impide el acceso a estas instalaciones ferroviarias, hoy claramente en desuso.





Aprovechando la existencia de un mojón de señalización junto a la estación ferroviaria, me descargo la mochila en este cruce del camino con la carretera asfaltada BA-6442 e intento dar buena cuenta de parte de las provisiones que llevo, dada la precariedad alimenticia del desayuno de esta mañana.





Prosigo caminando y abandono inmediatamente esta carretera asfaltada tomando la pista que sale a la izquierda, de acuerdo con la señalización de Camino.





Retorno así de nuevo a la pista de tierra que me lleva paralelo durante un nuevo tramo a los raíles de la vía férrea.





Durante el recorrido por esta dehesa salpicada de encinas, puedo disfrutar de la presencia en plena pista de un espectacular ejemplar de estos árboles.







Después de 3,9 Km desde que abandoné las proximidades de la estación ferroviaria, caminando por esta dehesa en dirección noroeste y en un proceso divergente de la vía férrea, llego a un nuevo cruce de caminos, junto a un pozo existente, donde la señalización de los dos mojones indica tomar el ramal de la derecha, junto al pozo, para continuar ahora en dirección norte.







Vuelvo la vista atrás y ahora ya puedo contemplar en la lejanía la difuminada silueta de la población de Castuera con el horizonte cerrado por la cadena montañosa.







Después de 1,3 Km una nueva intersección con otra pista, en esta ocasión la señalización del Camino indica tomar a la derecha, siguiendo ahora la orientación noreste.





Ante mi vista se abre una larga recta, recorriendo inmensas extensiones de tierras de labor en ambos márgenes de la pista.





También se puede contemplar alguna que otra explotación de ganado ovino, como esta en la que un gran rebaño de ovejas se alimenta, bajo la vigilancia de varios perros pastores que se alertan ante mi presencia.





Estos últimos cambios de dirección efectuados desde que me fui separando del recorrido de la vía férrea, me llevan a converger de nuevo con ella.







Sin embargo, en esta ocasión y caminando por la ahora denominada Vía Pecuaria de Zalamea, la señalización me conduce al paso elevado por el que debo salvar el itinerario de la vía férrea.







Este paso elevado me permite contemplar una amplia panorámica en la que la vía férrea se pierde en el horizonte, línea que en sus inicios buscaba unir Ciudad Real y Badajoz.







Nada más descender del paso elevado, la señalización deja clara la dirección en la que hemos de proseguir para llegar a Campanario. Ahora esta pista va discurriendo en suave ascenso con la intención de coronar la colina que se ofrece en el horizonte.





Ya a punto de coronar a colina, a mano derecha existe una inmensa cantera de granito con bloques de este mineral ya cortados y preparados para su manufactura.





Una vez sobrepasada la colina, una amplia llanura nos rodea, con algunas edificaciones de una pequeña urbanización en la zona de la izquierda y una laguna natural.





Después de varias intersecciones señalizadas, el recorrido prosigue durante 1,0 Km por esta pista de tierra cuyo trazado va paralelo a la carretera EX-108 por su margen izquierda, en dirección noreste, hasta que un mojón del Camino indica el cruce de la carretera asfaltada para continuar por otra pista en el margen derecho.





Ya en el margen derecho avanzaremos por la pista existente manteniendo el paralelismo con la citada carretera, aunque en esta ocasión solo durante 400 metros, momento en el que nos incorporamos a una nueva vía asfaltada, con la visión inmediata de la población de Campanario.







Después de 750 metros por esta vía asfaltada, ya parcialmente convertida en paseo con iluminación eléctrica, se llega a una rotonda que confirma la entrada al núcleo urbano, cuando son las 13:15 horas.







Aprovecho para contactar con el teléfono del área de Deportes del Ayuntamiento y gestionar el alojamiento en el Refugio Municipal, pero sorprendentemente la persona que me atiende me indica que aún estoy retirado de la ubicación del refugio y que en su caso finaliza la jornada a las 13:30, por lo que me sugiere contacte posteriormente con la Policía Municipal.

Por ese motivo, ya pausadamente, me encamino hacia el centro de la población en dirección norte, a través de las calles Bravo Murillo, Soledad, Carrera, Reyes Huertas y Plaza de España, lugar en el que se encuentra el edificio del Ayuntamiento. Una placa en su fachada indica que en esta población nació Pedro Valdivia, fundador de Chile.







En esta misma plaza de España se encuentra la escultura dedicada a uno de los oficios más importantes de la historia de Campanario: los tratantes de mula. Su labor era buscar mulas, cuidarlas, adecentarlas y prepararlas con el objetivo de aumentar su valor económico y venderlas.







Dejo atrás el edificio del Ayuntamiento a través de la calle Plazuela, pasando ante la fachada de la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.





Se trata de una construcción de medianas proporciones levantada prácticamente en su totalidad a mediados del siglo XV.

La monumental espadaña situada sobre la portada de los pies, con tres enormes huecos donde se ubican las campanas, es una obra contemporánea que vino a suplir la carencia del destruido campanario.

Junto a la puerta principal se ha construido una pequeña capilla que rememora el paso del Camino Mozárabe y los peregrinos por estas tierras.





En esta misma calle Plazuela destacan algunas edificaciones que aún conservan algunos rasgos de los que fueron en otros tiempos.





Ahora un suave ascenso en dirección suroeste por la calle Benítez hasta desembocar en la avenida de la Constitución, amplia avenida que prosigue por la de los Emigrantes, coincidente con el trazado de la carretera EX-115.

Después de 1,2 Km desde que abandoné la Plaza de España, llego a las puertas del Refugio Municipal, que comparte espacio con las instalaciones deportivas municipales de la población.





He contactado con la policía Municipal, puesto que el refugio está cerrado y me informan que en breve regresan al cuartel, ya que en estos momentos están regulando el tráfico para la entrada de los colegiales. Efectivamente, después de visitar el bar de la piscina donde tomo unas cervezas y les manifiesto mi idea de comer allí en cuanto consiga entrar al Refugio, retorno donde la policía, prácticamente enfrente, quienes amablemente me facilitan el acceso al alojamiento.

El refugio, muy sencillo, pero cubriendo todas las necesidades que cualquier peregrino puede desear. Se trata de una sala rectangular con seis plazas en litera, armarios taquilla y una mesa con silla, donde soy el único usuario.







En otra sala contigua, como continuación de esta sala principal, se encuentra un amplio aseo con ducha. La ducha goteaba permanentemente y el sonido del agua sobre la placa de la ducha se asemejaba a un toque de tambor, por suerte durante la noche pude eliminarlos cerrando la llave de paso de distribución previa a la ducha.







Una vez resuelto el tema de alojamiento, retorno al bar de la piscina, donde ahora ya tranquilamente puedo disfrutar de una relajada comida, comenzando por un cocido y finalizando con unos rejos.







Regreso de nuevo al refugio, como antes comentaba, situado a la salida de la población, a pie del Camino, por lo que decido descansar un buen rato antes de regresar al centro urbano.

Ya atardecido, salgo a visitar de nuevo la población y comprar algún suministro para el desayuno y la etapa de mañana. Después, ya anochecido recorro nuevamente la zona de la plaza de España en la que se nota una nutrida concurrencia, pudiendo contemplar además la fachada de la Ermita del Carmen, que ocupa parte del solar del antiguo Hospital de San Bernardo, adosada a las viviendas que miran a la Parroquial y a la plaza que denomina esta ermita.

El edificio es de planta central cubierto con una enorme cúpula con tambor y linterna que iluminan magníficamente el interior.

La portada de bella ejecución, con arco a modo de frontón sostenido por sedas columnas laterales. La decoración que muestra sobre el dintel de la puerta, tiene como tema central el escudo franciscano portado por angelotes con motivos vegetales barrocos.







Después de esta breve visita al centro de la población, retorno nuevamente al Refugio Municipal para retirarme a descansar definitivamente.



Mi sugerencia: Etapa de tránsito con final en sencilla y tranquila población.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Campanario:
-Refugio Municipal de Campanario
    Localización: Avda. de los Emigrantes, s/n
    Propiedad y Gestión: Municipal
    Tel.: (+34) 665 605 363 Sólo horario laborable. Fuera de horario contactar con Policía Local
     (+34) 617 423 830 (Policía Local)
    En fin de semana llamar el viernes antes de las 15:00 horas
    Solo Peregrinos

-Albergue La Estación
    Localización: Crta. Quintana, Km 2
    1,2 Km al suroeste del área urbana
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 831 691 / (+34) 669 52 69 46
    Cerrado los miercoles
    Inaugurado en 2022
    Atención Especial a Peregrinos

-Pensión Malay
    Localización: Avda. de los Emigrantes, nº 2
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 85 17 70 / (+34) 600 028 367
    Atención Especial a Peregrinos