VÍA DE LA PLATA (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 3º: Guillena - Castilblanco de los Arroyos: 17,81 Km



Me levanto cuando aún es de noche, esto me permite desayunar antes de que amanezca y salir todavía con la iluminación eléctrica, puesto que hay un tramo de recorrido urbano lo que me permite llegar hasta las instalaciones del Campo de futbol que recorro por su fachada principal y al finalizar la misma giro a la derecha 90 grados para ir perpendicularmente hacia el cauce del río por la calle Algaba.

Hasta aquí la señalización es meridianamente clara, en este punto tuve necesidad a una persona que por allí transitaba quien me indicó que al llegar al final de esta vía hay que continuar en dirección al río descendiendo a la izquierda por una pequeña pista que desemboca sobre el vial de una pequeña presa que permite salvar el cauce del río.





Una vez en la otra orilla, seguimos una pista que nos lleva corriente arriba hasta que después de 200 metros se va separando de la orilla del río para ir buscando la carretera A-460 a la que se llega después de 1,4 Km a través de esta pista.

Aquí hay que estar atento a la dirección a seguir, ya que debemos cruzar la citada carretera para entrar en esta zona de naves industriales, pasando ante la gasolinera y dejándola a la derecha.

En mi caso la mejor referencia fue el observar como dos peregrinas regresan por la carretera en dirección contraria a la mía, posiblemente la presencia del enorme marmolillo de granito existente al finalizar la pista y antes de cruzar la carretera, las indujo a error, ya que no hay flecha amarilla alguna que indique la dirección correcta.





Dejando atrás la gasolinera, después de 200 metros desembocamos en otra vía también asfaltada donde tomaremos a la derecha, abandonándola después de otros 200 metros, ahora por la izquierda y comenzando la vía pecuaria Cañada Real de la Islas, ya sobre tierra, que seguiremos en línea recta haciendo caso omiso de una falsa pista que se bifurca a la izquierda. Aquí coincidí con una peregrina española llamada Ruth y otra suiza, conjuntamente y después de varias consultas, incluido gps, optamos por continuar recto que como pudimos comprobar era la dirección correcta.







Durante 4,2 Km rodeados en parte por olivos y tierras de labranza caminaremos en suave ascenso, si bien el rigor climatológico y la época otoñal ofrecen una visión de sequedad con sus amarillentos campos recolectados.







Nos encontramos la entrada a una zona en la que existe ganado y la habitual portilla de la Vía de la Plata se ha sustituido por una especie de paso conformado por barras de hierro horizontales y paralelas en el suelo, con la distancia suficiente entre ellas para evitar la salida de ganado, a la vez que comienza a cambiar el paisaje, dando paso el olivar y frutales al bosque mediterráneo con encinas y chaparros, entramos en la Dehesa del Chaparral.







El trazado del Camino continúa bordeando encinas y jaras, aunque a veces la señalización nos haga dudar por su ausencia, pero hemos de continuar manteniendo la dirección y observando huellas de anteriores peregrinos e incluso las rodadas de las bicicletas hasta la siguiente flecha amarilla.

Desde el inicio ya han trascurrido 9,8 Km, aquí podemos observar la señalización a la derecha que indica la existencia de una fuente agua potable, apenas a 80 metros, que sobre todo en la época estival será de agradecer.





Hemos comenzado la Sierra Norte de Sevilla y el recorrido ahora sigue por una pista que compartimos con el Cortijo del Chaparral, debiendo acceder ahora por la primera portilla que debemos abrir y cerrar a nuestro paso para evitar la salida de ganado, esta será una de las muchas que encontraremos a lo largo de la Vía de la Plata.

Junto a la alambrada de la portilla podemos apreciar un rústico cartel informativo que nos indica la distancia a Castilblanco de los Arroyos 6,9 Km y 927 Km hasta Santiago de Compostela…. ¡Ya quedan menos!





Aquí discurre el Camino por una zona en ascenso algo más pronunciada, pero dificultada especialmente por las profundas hondonadas y rodaderas producidas por las aguas, que si bien caminando se pueden solventar con facilidad, para las bicicletas es un verdadero calvario según me comentaron posteriormente varios “bicigrinos”.

De nuevo se expande la vía por la dehesa, sin ningún tipo de encajonamiento, ahora puedo contemplar como las reses pastan por estos campos con plena libertad, siendo su mansedumbre nuestra principal aliada para transitar por ellos.







Desde la portilla de la finca hasta el momento de salir a una amplia vía, sin asfaltar, he recorrido 1,4 Km, aquí realmente conectamos con la vía de servicio de varios cortijos de la zona.







En este punto tomo a la derecha y camino durante 1,0 Km para ahora desembocar en plena carretera A-8013. Aquí volvemos a encontrar uno de los marmolillos de granito instalados hace unos años por la Junta de Andalucía, realmente nos confirman que estamos en el Camino pero carecen de indicación alguna de dirección.







Ya por el margen derecho de la carretera A-8013, camino por una pequeña vereda a escasos metros de la carretera, pero al menos nos permite no hacerlo por el asfalto.





En paralelo con esta vía asfaltada por la que precisamente hoy circula gran número de vehículos, posiblemente debido al inicio del fin de semana ya que es sábado. Pero no mucho más tarde llego al límite del núcleo urbano de Castilblanco de los Arroyos.





Por la acera que bordea la calzada y siguiendo las indicaciones de las flechas amarillas, solo 300 metros después, nada más pasar la gasolinera existente, a mano derecha se encuentra el acceso al recinto del Albergue Municipal.







Son las 12:30 horas cuando ya descanso cómodamente y sin mochila ante las puertas del albergue, a la espera de su hora de apertura que será casi inmediata.







Con la llegada de Fernando y Paco, hospitaleros voluntarios de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, accedo al albergue, registrándome y ocupando la correspondiente litera. La atención e información facilitada por Fernando es todo un ejemplo a seguir por cualquier hospitalero que así quiera llamarse.

El albergue se encuentra enclavado a la entrada de la población, en uno de los puntos de mayor altitud, lo que permite observar desde su amplia terraza una panorámica maravillosa de la población.

Delante del albergue se encuentra la Casa de la Sierra, edificio de principios del siglo XX, sede de la Oficina de Turismo de la localidad que comparte espacio con el Museo Etnográfico de la localidad, que no pude visitar por permanecer cerrado toda la tarde.







Una vez aseado y acomodada mi mochila con su contenido junto a la litera, descubriendo que acaban de llegar dos nuevos peregrinos, Judy (canadiense) con quien también me crucé durante la etapa y Lorenzo (croata).

Después de asesorarme oportunamente, voy a comer ya dentro del núcleo urbano en un clásico establecimiento, Casa Isidoro, donde degusté una excelente comida casera compuesta por una sopa de picadillo y carrillada, todo un banquete y un reconstituyente para cualquier peregrino.

A mi regreso al albergue, observo que el número de peregrinos se ha incrementado, hoy seremos diez (una canadiense, un croata y siete españoles, incuyendo dos bicigrinos que llegaron bien entrada la tarde)

Ya avanzada la tarde salgo a dar una vuelta por la población y comprar algo de alimento tanto para la cena como para la etapa de mañana.

La hora me permite visitar la iglesia Parroquial del Divino Salvador que se encuentra abierta, sellando a la vez la credencial. Es un edificio mudejar reformado durante los siglos XVI y XVII.







Durante mi regreso al albergue coincido con dos peregrinas alemanas Helen y Annabell, con quienes ya me encontré en el trascurso de la etapa, ellas hoy se hospedan en una pensión próxima. También me encontré con la pareja francesa compuesta por Marcelina y su amiga, ellas han preferido hospedarse en hotel, con quienes también coincidí tanto en Santiponce como en Guillena.

La noche me depara una temperatura fenomenal, lo que permite, compartiendo la gran mesa de la terraza, cenar en presencia de los hospitaleros Fernando y Paco, dos personas encantadoras que hacen al peregrino encontrarse con esa cordialidad y amabilidad que solo se aprecia en los albergues donde los hospitaleros trasmiten su plena dedicación a su profesión temporal y se vive el espíritu del Camino. Del mismo modo también participaron en la cena y sobremesa Cesar y Marian.

Después de esta amena sobremesa me retiré a descansar, ya que la previsión para mañana es una larga etapa sin ninguna población ni punto de provisión intermedio.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Castilblanco de los Arroyos:
-Albergue de Castilblanco de los Arroyos
    Localización: Urbanización La Sierra, s/n
    Propiedad y Gestión: Ayuntamiento de Castilblanco de los Arroyos
    Tel.: (+34) 955 73 48 11 (Ayuntamiento)
    Reformado y ampliado en 2013

-Hotel Castillo Blanco
    Localización: Carretera Sevilla-Cazalla de la Sierra, km 32
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 955 73 45 23

-Casa Rural Callejón de la Mora
    Localización: Calle Antonio Machado, s/n
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 647 60 31 16

-Casa Rural Las Lilieras
    Localización: Calle Antonio López, 2
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 955 73 41 47 / (+34) 686 84 79 05

-Caserio Vazquez
    Localización: Avenida Antonio Machado, 154
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 622 77 59 55

-La Villa Rural
    Localización: Carretera vieja de Pedfroso, Km 0,5
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 955 734 124 / (+34) 616 143 218

-Altos de la Malena
    Localización: Calle Maestra M Ángeles Cruz Velarde, 1
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 955 73 43 64 / (+34) 653 85 34 65

-Casa Salvadora
    Localización: Avenida de España, 43
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 615 50 09 62