VÍA DE LA PLATA (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 6º: El Real de la Jara - Monesterio: 20,70 Km



El alojamiento de hoy se encontraba en la calle Real, lugar de salida de la población para iniciar esta nueva etapa, así que aún de noche abandono el alojamiento y me encamino a desayunar en el bar existente junto a la torre del reloj y que a estas tempranas horas ya está abierto.

Después de un desayuno apropiado, todavía de noche, recorro esta calle Real, esperando incluso a que amanezca antes de abandonar la zona urbana que todavía mantiene la iluminación eléctrica encendida. Personalmente no me agrada comenzar a andar de noche, al menos con un mínimo de visibilidad que te permita distinguir las flechas y marcas del Camino.

Sin embargo, Judy es una enamorada del amanecer, así que me adelanta para poder contemplar desde un altozano la escena del inicio del día, mientras que pacientemente espero a la luz diurna.

Ya con la primera luz prosigo dejando atrás el asfalto para caminar ahora por una amplia pista de buen piso, con un breve ascenso para bajar hasta el arroyo de la Víbora, lugar que marca el final de las tierras de Andalucía y entrar en Extremadura, como bien puedo comprobar además con la presencia de piaras de cerdos ibéricos disfrutando de su manjar preferido, el fruto de la encina, la bellota.





Apenas unos metros después, en la proximidad, observo a mi derecha los restos del denominado Castillo de las Torres, sobre una loma rocosa y rodeado de las típicas dehesas extremeñas.

Aunque se desconoce la fecha de su construcción, su aspecto y estructura induce a situarla alrededor de los siglos XV y XVI.

Ser el primero de los castillos extremeños y su especial ubicación junto a la Vía de la Plata, entiendo que merecería su posible recuperación y posterior mantenimiento, pues después del comprobado el abandono en que se encuentran las instalaciones del ya restaurado castillo de El Real del Camino, es por lo que me cuestiono si la dejadez posterior merece el esfuerzo que se realiza para su restauración.





La leve subida iniciada después de cruzar el cauce del arroyo de la Víbora finaliza después de 3,3 Km, entrando ahora en enormes rectas rodeadas de dehesas en las que abunda la ganadería vacuna, como es el caso de la Dehesa El Romeral.

Por estos pagos pude comprobar como dos caballistas con sus varas para el manejo de la ganadería brava, cruzan el camino, puesta que la dehesa El Romeral se extiende a ambos lados del mismo, para adentrarse en otra zona vallada en las que pastan multitud de reses, sin embargo, esta pareja, demostrando el conocimiento del oficio, separan a las recientes madres y sus pequeños becerros del resto de la manada, a la que conducen en dirección opuesta ante la maravillosa aparición del sol a través de las colinas.







Durante el tiempo que me detuve para observar y disfrutar de estas bonitas escenas camperas, me adelantan las peregrinas Helen y Annabell, a las que veo desaparecer a lo largo de la inmensa recta.

A medida que se alejan siento una muy sana envidia al conocer que se tratan de madre e hija, yo me pregunto ¿con que mejor compañía se puede realizar el Camino? Enhorabuena amigas, lo siento como una satisfacción propia ante una ilusión incumplida por mí parte.







Apenas 3 Km después vuelvo a rencontrarme con la pareja peregrina, en esta ocasión ellas han optado por realizar un descanso a las orillas del arroyo de la Llama, mientras que to continuo, pues un buen amigo me recomendó un buen desayuno en un mesón cercano.

Así sucede efectivamente, ya que 1,2 km después me encuentro junto a las futuristas líneas de la ermita de San Isidro para inmediatamente salir a la carretera N-630.

Aquí en esta carretera tomo a la izquierda, en sentido contrario al Camino, me desvió solo 200 metros que bien merecen la pena, pudiendo así degustar en la Venta El Culebrín una refrescante cerveza junto a unos montados de jamón y lomo ibérico.







Un auténtico homenaje a estas horas de la mañana, lo que no impide el pensar en finalizar aquí mismo la etapa para seguir degustando tan preciado manjar.

No obstante, consigo vencer la tentación y después de media hora me incorporo de nuevo al Camino, retornando los 200 metros necesarios para reincorporarme al mismo.

Ahora avanzo por el lateral de la N-630 dejando a mi derecha un gran complejo hostelero allí existente, cruzando una rotonda que me permite pasar bajo la autovía A-66 (Ruta Vía de la Plata).

Continúo 500 metros por esta carretera hasta llegar al edificio de la antigua ermita de San Isidro, lugar en que abandono la carretera por la derecha para continuar por una senda entre arbolado que discurre paralela a la ya citada N-630.

Será 3 Km después cuando debo incorporarme nuevamente a la N-630 por la que ahora en ascenso caminaré durante 800 metros, hasta llegar de nuevo a la altura de la autovía A-66, siendo en este punto el lugar donde abandono la N-630 por la izquierda, desvío perfectamente señalizado y coincidente con la proximidad de un Camping allí existente.





Ahora comienzo el itinerario a través de la antigua carretera N-630 hoy sin apenas tráfico y que da servicio a las fincas y establecimientos de su entorno.

Ya es mediodía y como el calor se hace notar, decido hacer un breve descanso para reponer fuerzas, haciendo buen uso de la fruta que llevo, no olvidando la necesidad de hidratarme.

Son 3,8 Km a través de esta tranquila carretera a lo largo de los cuales se ha de superar un desnivel de 160 metros que se hacen notar dado lo avanzado de la hora y la ausencia total de arbolado.

Nada más coronar la subida, ya dando vista al núcleo urbano de Monesterio, existe una amplia área de descanso, equipada con mesas y bancos que permite un breve descanso antes de acceder a la población, junto a la denominada Cruz del Puerto.





Nada más pasar el área de descanso entro en una rotonda presidida en su centro por la imagen del producto estrella símbolo de la población, ¡¡el jamón ibérico!!







Accedo por el Paseo de Extremadura (coincidente con la N-630) que atraviesa longitudinalmente la población y ya desde los primeros momentos puedo comprobar la importancia que para su economía tiene la industria cárnica basada especialmente en derivados del cerdo, con las múltiples industrias de este ramo instaladas junto a esta avenida principal.

Me detengo ante la Oficina de Turismo, sede del Museo del Jamón, donde además de informarme de alojamientos y lugares a visitar de la ciudad, sello la credencial y ya definitivamente me encamino al alojamiento, cuando son las 13:30 horas.

Todavía con la duda razonable de donde alojarme y después de comprobar la situación de la amplia oferta hostelera existente, me decido por el Albergue Municipal de Las Moreras.

A pesar de resultar el más alejado del centro y encontrar cierta dificultad para su localización, creo sin embargo que el establecimiento merece la pena, pues realmente las distancias en la población son mínimas.







Su aspecto exterior y ubicación está ampliamente compensado con la entidad de sus instalaciones, así como la amabilidad y encanto de su hospitalera Pilar.

Me instalo en una habitación con dos literas y por ahora soy el único peregrino, además se dispone de un aseo a compartir por dos habitaciones y algo importante a destacar: las literas tienen las medidas suficientes para poder sentarte abajo sin necesidad de evitar desnucarte, tiene una distancia apropiada de separación entre la litera inferior y suprior difícil de encontrar.







El resto de instalaciones son acordes con las habitaciones, con una amplia sala de descanso con dos ambientes, incluyendo la cocina con todo el equipamiento necesario.

Después de alojarme y asearme, me informa Pilar de la dirección a seguir para dirigirme al centro (apenas cinco minutos), así como de la ubicación de Óptica, Frutería y Ferretería y como no, algún sitio apropiado para alimentarme al menos con algo que me permita aguantar hasta la hora de la cena, pues el desayuno de la mañana fue abundante.

Así localizo el Bar Restaurante Los Templarios, donde dado lo tardío de la hora me decido nuevamente por una buena tapa de jamón ibérico con una excelente cerveza.

Aprovecho el resto de la tarde para visitar el centro de la población, así que recorriendo esta calle peatonal de Los Templarios me encamino hacia la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol, situada entre la Plaza del Pueblo y la Plaza del Mercado.





El edificio de esta iglesia se levantó en el siglo XV en estilo mudéjar, reutilizando materiales de la época romana. En el siglo XVII se remodeló, sustituyendo la techumbre de madera por una bóveda de cañón.

Destaca la capilla del Rosario, con su cúpula esférica con lucernario sustentada por pechinas, decorada posteriormente en 1940.





Durante mi visita a la iglesia tuve la satisfacción de conocer a su párroco a quien solicité me sellase la credencial, resultando ser nativo de tierras accitanas (Guadix) lo que me permitió mantener una animada conversación dada la relativa proximidad a la población jiennense de donde procedo.

A la salida del templo me encontré con Judy, Helen y Annabell que estaban contemplando los ejercicios que realizaban las chicas de la población en la primera planta de la Casa del Pueblo, con sus balcones abiertos, permitiendo observar desde la plaza tanto los graciosos movimientos como escuchar el sonido de la música que las acompañaba, actividad a la que respondían mis compañeras con merecidos aplausos.

Les indiqué la posibilidad de visitar la iglesia y les acompañé hasta su entrada, sin embargo, mi encuentro con el sacerdote que estaba a punto de celebrar la Santa Misa, motivó que me despistase y no volví a coincidir con ellas.

Intento visitar el Centro de Interpretación que también se encuentra en la misma plaza cerca de la iglesia, pero está cerrado a pesar de estar dentro del horario que informaba de su disponibilidad, así que me dirijo al lugar donde tan acertadamente tomé el montado de jamón ibérico con el objetivo de hacer una cena en condiciones.

Mi sorpresa es grata cuando al acceder al restaurante Los Templarios observo que entre sus clientes ya se encuentran Judy, Helen y Annabell, así que como aún no habían comenzado la cena me uní al grupo.

Disfrutamos de unos buenos momentos, incluso Annabelle tuvo la posibilidad de degustar las deseadas tortillas de camarones a la vez que yo tomé una excelente sopa de picadillo.

Lo ameno de la cena y la compañía únicamente se empañaba con la despedida de Helen y Annabell, quienes en esta etapa dejaban el Camino para retornar al Sevilla tomar el vuelo de regreso a su país.

Terminada la cena durante la que compartimos los buenos momentos vividos en el Camino, brindamos agradeciendo al Camino que hubiese propiciado el conocernos, así que nos retiramos a descansar, ellas en el albergue Parroquial y yo en el albergue Municipal.

Ya por el propietario del restaurante tuve conocimiento de que en al albergue en que yo me alojaba había llegado un nuevo peregrino, gracias a su comentario no me extrañó que cuando yo me aproximaba a la puerta del albergue se aproximase otra persona que rápidamente se apresuró a indicarme que era el otro peregrino, pues la zona algo apartada del centro y ya anochecido te obliga a tomar ciertas precauciones ante la soledad de la zona.

Efectivamente, se trata de un bicigrino canario a quien se le ha asignado la habitación contigua a la mía, después de intercambiar algunas vivencias del Camino decidimos retirarnos a descansar, no sin antes comentar mi costumbre de salir temprano por lo que nos despedimos ante la posibilidad de no coincidir a la mañana siguiente.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Complejo Leo:
-Hotel Complejo Leo***
    Localización: Autovía A66, salida 730
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 51 70 48



Monesterio:
-Albergue Parroquial de Monesterio
    Localización: Avenida de Extremadura, 218
    Propiedad y Gestión: Parroquia de San Pedro
    Tel.: (+34) 924 51 60 97
    Inaugurado en Agosto de 2011

-Albergue Municipal Las Moreras
    Localización: Ronda Segura de León, 3
    Propiedad: Ayuntamiento de Monesterio; Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 647 234 400
    Inaugurado en Marzo de 2013

-Hostal Extremadura*
    Localización: Paseo de Extremadura, 103
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 51 65 02

-Hostal D.P. El Pilar**
    Localización: Paseo de Extremadura, 221
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 51 67 56 / (+34) 656 87 64 75

-Hotel Moya*
    Localización: Paseo de Extremadura, 278
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 516 136 / (+34) 637 766 793

-Hotel Leo**
    Localización: Paseo de Extremadura, 2A
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 51 64 28