VÍA DE LA PLATA (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 7º: Monesterio - Fuente de Cantos: 21,77 Km



Hoy abandono el albergue a las 08:00, observando como el peregrino canario que también allí ha pernoctado debe continuar descansando. La etapa mínima de hoy obliga a llegar a Fuente de Cantos, aunque no sea una distancia excesiva, es conveniente tener en cuenta la carencia lugares de aprovisionamiento, incluida agua, durante todo el recorrido.

Como tengo intención de desayunar en alguna de los bares que existen en el Paseo de Extremadura, me dirijo hacia el mismo callejeando por la calle Río Culebrín, bordeando el Centro de Salud hasta llegar a la calle Cervantes y así salir al Paseo de Extremadura.

La otra opción es haciendo un recorrido periférico que me habían aconsejado, cruzando la rotonda, continuando por la salida diametralmente opuesta, es decir, por la Ronda de Calera de León, bordeando el Parque del Tejar hasta salir al Paseo de Extremadura a la altura del Complejo Hotelero Leo. No obstante, como lo comprobé la tarde anterior, desistí de esta opción, además es un recorrido bastante solitario y sin presencia de cafeterías.

Ya en el Paseo de Extremadura me decido por entrar en el Bar Casa Paca, donde acompañé el café con leche con un buen bocadillo de jamón ibérico que me permite reponer energías de manera contundente.

Inicio el recorrido por el Paseo de Extremadura (coincidente con la N-630), queda atrás el complejo hotelero Leo a mi izquierda y 300 metros después, tomo el desvío de la izquierda, bordeando el campo de futbol a través de un camino de tierra.





Después de 1,8 Km bordeando el Arroyo de la Dehesa, lo cruzo a través de un puente existente en un desvío a la izquierda, perfectamente señalizado con el símbolo granítico de la Vía de la Plata, el prisma cúbico con el Arco de Cáparra.





Ya con el sol de mañana aparecido, continúo este amplio y cómodo camino con un suave ascenso durante un Km a través de esta dehesa poblada por cerdos ibéricos que, estampa habitual por estas tierras, se dedican al consumo de bellotas entre las encinas que las producen.

Los muros de piedra que protegen estos recintos, recogen mi sombra que el sol refleja sobre sus piedras en una mañana preciosa para caminar, con la tranquilidad y sosiego que trasmite la soledad del peregrino y la paz del Camino.







A pesar de que solo llevo recorridos algo más de 5 Km desde el inicio de la etapa, ya por encima de las encinas y alcornoques se puede vislumbrar al fondo la silueta de la población de Fuente de Cantos, aunque aún la distancia es muy considerable, pero la limpieza del horizonte permite ya su visión.







Continúo en un suave descenso durante 1,1 Km hasta llegar a la carretera que une las poblaciones de Montemolín y Calera de León, vía que cruzo perpendicularmente, entrando en una zona acotada a través de una portilla de barras en el suelo.

Por esta denominada Vereda de la Plata, perfectamente señalizada tanto con la flecha amarilla como con el prisma granítico del Arco de Cáparra, sigo avanzando después de cruzar la carretera a través de esta zona conocida como chaparral del Hospital.







Poco a poco van despareciendo las encinas y alcornoques, entrando en una zona con matorrales propios del monte bajo a la vez que ahora el horizonte nos devuelve la visión de la población de Fuente de Cantos, allá en la lejanía como si fuese un espejismo, por lo que debemos tomar el recorrido con bastante paciencia, pues quedan todavía varias horas hasta poder llegar a ella.





A medida que voy descendiendo y ya por campo abierto, dejando atrás la dehesa, entre matojos y campos de cultivo de cereales, observo como delante de mi camina Judy, la peregrina canadiense que continúa con su caminar acompasado, ya siempre con la población como fondo del horizonte.





Después de saludarnos decidimos caminar haciéndonos mutua compañía, no faltó nuestro recuerdo a Helen y Annabell a quienes ya suponíamos en Sevilla.

A los pocos minutos se aproximó un bicigrino que se detuvo ante nosotros, se trataba de mi compañero de albergue de la pasada noche que según nos comentó pretendía al menos llegar hasta Zafra, a lo largo de su prevista etapa de hoy, así que en breve continuó su Camino.

Continuamos descendiendo hasta llegar a la orilla del arroyo de Bodión el Chico, punto de nivel más bajo de la etapa con sus 545 metros.







La mañana ha ido avanzando y creemos que puede ser un buen sitio para hacer un descanso cuando son las once horas pasadas.

A la orilla del arroyo y aprovechando las pocas sombras existentes, también decidimos reponer fuerzas con algo de alimento, pues ya han trascurrido 13,7 Km desde el inicio de la etapa, así hacemos uso de las reservas que transportamos, en mi caso algo de fruta, con el fin de afrontar las aproximadamente dos horas que aún restan.







Hay que proseguir la marcha, así que una vez pasado el tiempo de descanso continuamos el Camino, aunque ya respetando la cadencia de cada uno de nosotros, motivo por el cual poco a poco nos fuimos distanciando sin volver a coincidir.

Ahora el perfil es ascendente durante 2,6 Km, a través de estos campos de siembra, para de nuevo descender durante otros 2,3 Km hasta el nuevo arroyo del Taconal, aunque unos centenares de metros antes paso ante la llamada Villa del Camino de Santiago, en cuya fachada se han colocado unos azulejos informando de los 889 Km que restan hasta Santiago de Compostela.







Durante este tramo coincido con un vehículo que circula en sentido contrario al mío, al llegar a mi altura se detiene, resultando ser la hospitalera del Albergue Turístico Vía de la Plata de Fuente de Cantos, que me informa de las características del mismo.

Van a ser las 13 horas cuando accedo a la población y aunque las indicaciones para llegar al Albergue de la Vía de la Plata me envían hacia la izquierda al cruzar la carretera EX-202, bordeando la población por la izquierda, sin embargo, opto por continuar dirección al centro, puesto que es temprano, con la idea de informarme de las peculiaridades y lugares singulares de la población.

Me detengo al inicio de la calle San Julián donde hay unos cómodos bancos junto a zona ajardinada, decido descansar un poco para dar tiempo por si apareciese Judy.

De nuevo un vehículo se detiene a mi altura y desciende una persona que me ofrece la posibilidad de alojarme en el Zaguán de la Plata, que también dispone de plazas para peregrinos, encontrándose muy céntrico, no obstante, indico que aún no tengo decidida la opción de finalizar en Fuente de Cantos.

Pasado un tiempo, reinicio mi caminar por esta misma calle, continuando en dirección norte hacia el centro, hasta desembocar en la Plaza de la Constitución.

Aquí se encuentra la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Granada, edificación del siglo XV, aunque la mayoría de los elementos que han llegado hasta nuestros días datan del siglo XVIII.





En el interior, bajo la cúpula de media naranja sobre pechinas, se encuentra el retablo mayor de mediados del siglo XVIII, cuya posible autoría podría ser del retablista andaluz Felipe Fernández del Castillo.





También en esta misma plaza se encuentra el edificio que alberga el ayuntamiento de la población, que resalta en el recinto de la plaza con su blancura inmaculada.







Desde aquí y con la información de posibles lugares a visitar y donde poder comer, definitivamente me dirijo hacia el albergue de la Vía de la Plata, situado en la zona noroeste de la población.

Este edificio fue la sede de un antiguo Convento – Hospital, rehabilitado por la Junta de Extremadura para ofrecer alojamiento a los peregrinos, sin embargo, la falta de atención por parte de la administración, pese a la belleza del edificio, su entorno y la costosa obra de rehabilitación, ya estuvo cerrado hasta 2014.

En la actualidad, gracias a Elena, la hospitalera, quien intenta paliar en lo posible las carencias que siguen padeciendo, el aspecto es más que agradable.





Mientras me registraba llegó Judy, así que al menos seremos dos peregrinos. La habitación que me asignaron era amplia, con dos camas, llamando la atención el grosor de las paredes consecuencia de su monástico origen.

La sencillez de las instalaciones no está reñida con su comodidad, además de la suerte de poder disfrutarlas casi de manera individual.







Nada más tomar posesión del alojamiento y asearme, me encamino al lugar que un paisano me recomendó para comer, la única dificultad es que se encuentra en la otra parte de la población, junto a la N-630, así que rápidamente me encamino hacia allá.

Se trata del restaurante El Gato, situado en el margen izquierdo de la N-630 dirección Mérida (junto al Hotel Extremadura), un lugar sencillo y agradable, pero con una comida casera realmente excepcional, aquí pude degustar una ensalada, una prueba de carrilada, unas judías blancas, solomillo de cerdo y una monumental copa de helado, bien regado con cerveza y caldo extremeño, todo ello a un precio de peregrino.





Tras tan copiosa comida inicié el camino de regreso al albergue, mereció la pena la caminata, recorriendo la población de este a oeste, a la vez que me deleitaba con las vistas que sus calles me ofrecían, como la torre de su iglesia desde la vecina y peatonal calle Llerena.





O el singular anuncio, símbolo de otros tiempos, de una conocida marca de nitratos que ha perdurado con el paso de los años, en una tierra eminentemente agrícola.







Regresé al albergue en el que dediqué un par de horas al descanso, regresando de nuevo al centro de la población, pues en la visita de la mañana se me informó que esta ciudad es la cuna del gran pintor Francisco de Zurbarán (1.598 – 1.664), así que con motivo del 350 aniversario de su muerte, Fuente de Cantos inaugura el Museo – Casa de este insigne pintor, abriendo las puertas de la rehabilitada casa natal. Realicé la visita acompañado por la responsable del Museo, quien amablemente me atendió como visitante único.

Ya anochecido, regreso de nuevo al albergue en el que había decidido cenar aceptando el ofrecimiento de la hospitalera.

La tranquilidad del lugar y único usuario del comedor, al parecer Judy se había retirado a descansar a tempranas horas, lo que no me impidió disfrutar del sabor monástico del comedor (refectorio) en un ambiente de paz y tranquilidad, como en los tiempos cuando en estas instalaciones se vivía la vida monacal.







La cena fue sencilla, pero muy agradable, después del banquete del mediodía me conformé con un buen caldo y una tortilla. Así que después de despedirme de la hospitalera Elena, me retiré a descansar con toda tranquilidad, pues ella también pernoctaba en el edificio.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Fuente de Cantos:
-Albergue Turístico Vía de la Plata de Fuente de Cantos
    Localización: Calle Los Frailes, s/n
    Propiedad: Junta de Extremadura; Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 50 03 97 / (+34) 675 212 618
     Reabierto en 2014

-Apartamentos El Zagüan de la Plata
    Localización: Calle Llerena, 40
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 500 999 / (+34) 678 277 716

-Pensión Casa Vicenta
    Localización: Calle Real, 29
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 500 227 / (+34) 924 500 852

-Hostal Extremadura**
    Localización: Calle Real, 37
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 50 06 08

-Hotel Rural La Fábrica
    Localización: Calle Real, 117
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 924 50 00 42