VÍA DE LA PLATA (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 15º: Casar de Cáceres - Embalse de Alcantara: 23,25 Km



Una nueva etapa sin puntos de abastecimiento intermedios, aunque no sea una longitud excesiva, pero al menos hasta el embalse de Alcántara (Garrovillas de Alconétar) se ha de ir provisionado de todo lo necesario. Además, tengo la confirmación de que este establecimiento está abierto desde fechas recientes.

Inicio la jornada de noche como ya es habitual, preparando mi equipamiento en la antesala de los dormitorios.

El día anterior me informaron de la existencia de una churrería que desde tempranas horas se encuentra abierta, se trata de la Churrería – Chocolatería Borges, que abría sus puertas a las seis de la mañana y que además se encuentra próxima al albergue, en dirección salida de la población, exactamente en la paralela calle Barrio Nuevo Bajo, 27.

Efectivamente, a mi llegada puedo comprobar ya la presencia de numerosos clientes habituales, que incluso degustan alguna de las especialidades de la tierra como las espectaculares migas con chocolate. Por mi parte decido tomar unos churros y café con leche, creo que alimento suficiente para comenzar el día.

Después de mi especial desayuno de hoy, inicio la salida de la población por la misma calle en dirección norte hasta llegar a la ermita de Santiago Apóstol, que bordeo por su fachada principal para continuar recto.

Todavía no termina de amanecer, por lo que aún convivo con la iluminación eléctrica, aunque puedo apreciar la singularidad de esta ermita, antiguo lugar de parada y albergue de peregrinos, remodelada con el paso del tiempo, aún se conserva la capilla mayor y su fachada lateral.





Nada más pasar la ermita, ya con las primeras luces del día, a través de un amplio camino de tierra en ascenso, me sobrepasan dos peregrinas, se trata de Nicole y Yulia que llevan un ritmo mayor que el mío, viéndolas desaparecer en dirección a la colina del fondo.





Este breve y suave ascenso desde la salida en Casar de Cáceres, finaliza después de 2,2 Km, en una cima con bifurcación a la derecha.

En la izquierda se puede contemplar la existencia de un “chozo de pastores”, de formato circular y cubierto por tejas, junto a los corrales del ganado.







A partir de aquí, gracias a la espléndida climatología, con el cielo algo nuboso, pero sin niebla que me impida apreciar este sobrio pero bonito paisaje.







La cómoda pista, a veces entre muretes de piedra que delimitan y cierran el perímetro de las fincas, cuya dedicación básica es la ganadería.

Así después de 8,2 Km, bordeo la finca de la Higuera por mi derecha, con ganadería paciendo en su amplia extensión.

Me llama la atención un dibujo del realizado sobre el suelo del camino, una especie de “emoticono” dedicado posiblemente por las peregrinas que me anteceden a nuestro conocido Andreas.







Más adelante, un poco antes de las cancelas que dan acceso al Coto Social de Caza, se pueden contemplar varios miliarios, cuando exactamente se cumplen 8,7 Km desde el inicio.





Ya ante las verjas de las portillas que delimitan el acceso al coto, la señalización extremeña del cubo granítico con el Arco de Cáparra y la universal flecha amarilla, no deja lugar a dudas de la dirección y portilla que hemos de traspasar.





Otra nueva cancela ahora después de 800 metros, llegando así a la loma de la Plata, con espectaculares vistas que la climatología sigue permitiendo.







Continuando el trazado entre retamales y una senda algo más difusa, continúo abriendo y cerrando portillas, entre muros de piedra que delimitan perímetros y espacios para el ganado, encontrando 1,8 Km después de la primera cancela, la edificación de una explotación ganadera en el margen derecho de la vía.

Después de 400 metros, observo a mi derecha la existencia de una amplia charca en un bonito escenario, sirviendo de abrevadero para las reses y a veces como paliativo del calor para los animales en la época estival, aunque la carencia de lluvia permite apreciar el efecto que produce con su reducido volumen acopiado.

En la parte alta de la charca, sobre un pequeño promontorio que tiene un lugar privilegiado, diviso a una persona, descubriendo a medida que me aproximo que se trata de Yulia, la peregrina alemana que ha decidido hacer una alto y disfrutar de la mañana y un merecido desayuno.







Después de 1,7 Km vuelvo a encontrar otra explotación ganadera, aunque en esta ocasión en el margen izquierdo del camino. Continúo solo 100 metros y he de salvar una nueva cancela, en esta ocasión consiste en un “paso canadiense” que me permite acceder a través de otra explotación ganadera que en el margen derecho dispone de un sencillo molino de viento estratégicamente situado, en tanto que las naves con los silos para alimentación de las reses y demás estructura se encuentra en el margen izquierdo.

Por esta zona pastan y corretean libremente las reses, lo que me hace caminar con cierta precaución ante la posibilidad de un encuentro inesperado.

Aquí comienza un descenso algo más pronunciado que el iniciado al superar la loma de la Plata, abriéndose un horizonte en el que ya se divisa un trozo de la inmensa cola del embalse.

Aquí decido hacer una parada y tomar algo de alimento cuando son las 10:45 horas, localizando una posición elevada sobre una formación rocosa desde donde contemplar el paisaje que se abre ante mis ojos, a la vez que me mantengo algo aislado para evitar cualquier encuentro con las reses que pacen por las proximidades.







La sorpresa no me la dieron las reses, pero si me la dio mi mochila, ya que estaba después del desayuno en actitud contemplativa de este maravilloso escenario, cuando observo como la mochila comienza a rodar por la ladera de la roca.

Todo quedó en la sorpresa y la necesidad de recuperarla, comprobando que no había ningún deterioro y la parte fungible la acababa de consumir previamente.

Después del descanso reinicio la marcha hasta aproximarme a las obras que se están realizando para crear la infraestructura del futuro tren Ave que unirá Extremadura con la red nacional, así llego después de 600 metros a otro “paso canadiense” que me saca de los límites de la última explotación ganadera.

Inmediatamente, siguiendo las indicaciones y señales que marcan el trazado provisional, consecuencia de las obras antes indicadas, giro a la izquierda casi 360 grados para caminar paralelo al trazado de la construcción de la vía férrea que salvo por un paso subterráneo, girando, en la otra vertiente, ahora a la derecha otros 360 grados para continuar entre estas obras y la carretera N-630.





Solo 200 metros después hay que estar atento a la señalización, pues existen dos opciones, acceder a la N-630 para continuar la etapa por el arcén de esta carretera o bien continuar recto para caminar por una senda con continuas subidas y bajadas que sigue un trazado similar al de la citada carretera.

En mi caso inicialmente me equivoco, comenzando a caminar por la N-630 hasta que al comprobar la ruta, detecto la existencia de la senda que me evitará caminar por asfalto, así que retorno los metros andados e inicio el recorrido por la misma.

La senda va serpenteando por la parte de arriba de la N-630, con la suficiente amplitud como para poder caminar perfectamente. A medida que voy avanzando por ella, veo en la lejanía como se va aproximando Yulia siguiendo este itinerario.





Apenas he recorrido unos centenares de metros, me sorprende la existencia de una sencilla pero siempre bien recibida zona de descanso, compuesta por una mesa de madera con sus bancos, bajo una techumbre que puede proteger de las inclemencias del tiempo.







Mientras descanso unos instantes se produce la llegada de Yulia, que al igual que yo queda maravillada de las espectaculares vistas que el paisaje nos ofrece, de tal manera que decide disfrutar del momento, en tanto que por mi parte continúo el camino, con una señalización que aprovecha cualquier posible espacio para mantener informado al peregrino.





Pronto se abre el horizonte y comienzo a contemplar la cola del embalse, que serpentea entre las elevaciones del terreno, ofreciendo una espectacular visión de la magnitud de su capacidad a pesar de la sequía que se está viviendo.







De esta manera me voy aproximando al obligatorio retorno a la carretera para poder salvar el cauce del próximo río que aporta sus aguas al embalse, que actualmente deja ver zonas habitualmente cubiertas por las aguas, formando pequeños meandros en la zona llamada Curva de la Herradura, con la proximidad de la carretera N-630 y la vía del ferrocarril en el límite de sus aguas.





Después de caminar 2,3 Km por la senda, he de retornar al arcén de la N-630, pues será la única forma posible de salvar el cauce del Río Almonte, a través del puente que lo permite para vehículos y peatones, con la visión al fondo de la construcción de otro paralelo para el futuro paso del tren AVE.





El tránsito por el arcén de esta carretera finaliza después de recorrer 900 metros y salvar el cauce del río, regresando de nuevo por la derecha a la sencilla senda que continúa con el mismo trazado anterior.

La proximidad de las aguas del embalse sigue ofreciendo unas vistas maravillosas, a pesar de que el día se vaya cerrando con la aparición de nubes y la perspectiva de posible lluvia, que, de producirse, será la primera vez que suceda desde que inicié hace 15 días esta Vía de la Plata.







En esta ocasión será 1,4 Km caminando por la senda, hasta llegar al cruce con la carretera EX-373 que conduce hasta Hinojal.

En este punto y ante la duda razonable que tengo de la proximidad del albergue, decido consultar al conductor de un vehículo que accede a esta carretera, quien me indica que estoy en las proximidades.







Ante esta circunstancia, decido continuar por el arcén de la N-630, pues no quiero arriesgarme a continuar por la senda ya que la visión directa del terreno no me permite visualizar su recorrido, exponiéndome a no poder descender al albergue llegado el momento apropiado.

Caminando por el arcén, observo la proximidad de la Estación de tren Río Tajo, entre el embalse y la carretera, lo que ayuda a corroborar mi pensamiento de proximidad al final de la etapa.







Esta decisión me ha supuesto caminar por la N-630 durante 1,8 Km hasta llegar al punto en que la senda anterior retorna a la misma para poder cruzar el cauce del río Tajo por el puente existente.







La amplitud del cauce es enorme, pero aún llama más la atención la monumental obra arquitectónica que se está realizando para permitir que el trazado de la vía de ferrocarril del AVE pueda salvar este tramo del río Tajo.







En la otra vertiente del puente, es decir, mirando hacia el embalse, se puede apreciar la existencia de un complejo deportivo denominado Club Náutico Tajomar, por cuya ubicación se puede adivinar el descenso del nivel del embalse, con la presencia del embarcadero a una distancia prudencial de la edificación más próxima del propio complejo.







Después de pasar el puente, hay que continuar caminando por el arcén de la carretera N-630, por la que después de 600 metros hay un desvío a la izquierda que se ha de obviar, puesto que corresponde al acceso al Club Náutico antes citado.

Prosiguiendo por esta carretera otros 300 metros, el próximo desvío a la izquierda si corresponde con el que accede hasta el albergue, tratándose de una pista de tierra y que después de 600 metros nos dejará a las puertas del mismo, aunque previamente dejaremos a la derecha las instalaciones de un establecimiento hostelero.

El acceso al albergue está perfectamente señalizado con el habitual cubo granítico y la mínima distancia que resta, a través del desvío existente a la izquierda de esta pista.







Son las 14:00 horas cuando accedo a las instalaciones del Albergue de la Vía de la Plata Embalse de Alcántara (Garrovillas de Alconétar)







Hoy se me ha anticipado Nicole que ya está alojada. Después de registrarme, se me asigna una singular habitación que dispone de dos literas muy amplias al igual que la habitación.

En el precio del alojamiento estaba incluido el desayuno y lavado de ropa, por lo que aprovecho para entregar el mínimo equipaje que me queda sin lavar.

Después de tomar posesión del alojamiento y asearme, recorro las singulares instalaciones del moderno y bonito albergue, permitiéndome el lujo de disfrutar de una cerveza en la terraza antes de que el tiempo cumpla su amenaza de lluvia.







A pesar de la sencilla oferta de comida existente, me decido por unas judías blancas y unos filetes de lomo que me entonan definitivamente, disfrutando de la sobremesa, aunque por corto espacio de tiempo, ya que también deseo retirarme a descansar un rato.

Un poco más tarde, todavía de día, llegó Yulia que compartirá habitación con Nicole, de igual manera que al llegar la inesperada pero agradable presencia de Andreas, que compartió habitación conmigo.

La tarde continuaba con la amenaza de lluvia y a pesar del cielo plomizo, la panorámica desde las cristaleras del albergue es sensacional.







El resto de la tarde lo comparto con Yulia y Andreas, con quien recuerdo el último encuentro y las lecciones de español con su método instalado en la Tablet, así que ante la incredulidad de Yulia dedicamos un tiempo a la pronunciación en castellano.

La amenaza de lluvia se cumplió, así después de 15 días de Camino es la primera ocasión en que se produce este hecho, para alegría de la naturaleza y la propia nuestra.

Compartimos cena los tres, aunque yo esta noche me decidí por ensalada y sándwich, algo ligero después de la comida de hoy.

El salón – comedor – sala de descanso, es bastante amplio y original, con un sencillo espacio que acoge un televisor, pero sobre todo las cristaleras de la fachada principal y la panorámica que ofrecen del embalse.

Llegó la hora de retirarse a descansar, aunque en mi caso permanezco algún tiempo más en este salón con el fin de revisar las posibilidades de la etapa de mañana y poner en orden mis apuntes. No obstante, antes de las 22:00 horas ya estoy descansando, con el murmullo de la lluvia que no cesará prácticamente durante toda la noche.

Mi sugerencia: La senda paralela a la N-630 merece la pena, aunque sea quebrada y a veces estrecha.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Embalse de Alcántara:
-Albergue de la Vía de la Plata Embalse de Alcántara
    Localización: Carretera Nacional 630; Km. 519,8; (a 600 metros del Camino, junto al embalse))
    Propiedad: Junta de Extremadura; Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 927 10 83 00 / (+34) 664 26 27 42
    Inaugurado en 2004



-Hotel Alcantara Pesca Evasión
    Localización: Carretera N-630, km. 519.8 (a 120 metros del Camino; término Garrovilla de Alconétar)
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 927 090 510 / (+34) 634 970 473