VÍA DE LA PLATA (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 17º: Grimaldo - Carcaboso: 31,61 Km



Comienzo la jornada todavía de noche y según puedo comprobar no cesa la lluvia, así que después de asearme, estoy preparado para enfrentarme a la primera etapa de esta Vía de la Plata con el equipo de lluvia.

Ya casi amaneciendo me pongo en camino y compruebo con gran sorpresa que la lluvia ha cesado, algo inimaginable un momento antes, sin embargo, no renuncio a mi nuevo equipamiento de lluvia.

Dejo la población siguiendo el trazado de la N-630 durante 700 metros, para desviarme a la izquierda por la llamada carretera de Holguera, por la que camino durante 900 metros, pasando bajo el trazado de la autovía Ruta de la Plata para posteriormente, solo 200 metros, recuperar el trazado del Camino que ayer abandone para desviarme a Grimaldo.

Por momentos me acompaña un suave “chirimiri” casi imperceptible y que en absoluto molesta para caminar. Me encuentro con la primera cancela que es necesario abrir y que me permite acceder a la senda que me adentrará en la dehesa.

Después de al menos otras cuatro cancelas y 7,1 Km, por esta senda rodeado de alcornoques y manteniendo la dirección, llego a una nueva cancela en la que la puerta de la izquierda conduce a la ruta alternativa por Riolobos (distante 4 Km), sin embargo, en mi caso, puesto que ya se ha conseguido por la administración el oportuno permiso para acceder a través de esta propiedad privada, se puede continuar de frente por la cancela que me mantiene la dirección que me lleva hacia Galisteo.





Un nuevo tramo de 700 metros a través de esta dehesa, hasta llegar ahora hasta dos nuevas cancelas, una pequeña hacia la izquierda y otra grande al frente, en esta ocasión se ha de tomar la de la izquierda, es decir la pequeña de la izquierda, tal como indica la abundante señalización de flechas amarillas y el cubo de granito.





Me desprendo del equipamiento de lluvia puesto que las nubes van abriendo espacios azules en el cielo.

Otros 800 metros desde la última cancela hasta llegar a la siguiente. En esta ocasión dicha cancela se encuentra a la derecha de mi sentido de marcha y nada más sobrepasarla continúo manteniendo la misma dirección, aunque ahora por el otro lado de la valla.

En suave descenso voy avanzando en dirección a la ribera del arroyo del Boquerón del Rivero, hasta que después de 1,2 Km puedo apreciar ya en la proximidad la cola del embalse de dicho arroyo.







Después de 12,5 Km desde el inicio de la etapa, me encuentro en la base de la pequeña presa del arroyo del Boquerón del Rivero.







Antes de salvar el cauce del arroyo, he de abrir la última cancela de la etapa y una vez superado dicho cauce, la señalización se torna algo compleja, pero solo se ha de tener en cuenta que la senda que se abre a la izquierda, conduce hasta Riolobos, distante 2,5 Km, así que continuo de frente hasta salir a la carretera CC-29.3.

En esta carretera se ha de tomar a la derecha en sentido ascendente durante 700 metros, al cabo de los cuales se abandona la carretera por la izquierda para acceder a una pista.

Ya han desparecido las cancelas en favor de los pasos canadienses, así que apenas 100 metros por esta pista ya he de salvar el primero de ellos.

Otros nuevos 400 metros y encuentro una bifurcación de la pista, debiendo tomar la dirección de la derecha para posteriormente cruzar otro nuevo paso canadiense. Realmente estoy bordeando el contorno de las instalaciones de un cortijo que se encuentra a mi izquierda sobre un promontorio.







En este punto, nada más sobrepasar las instalaciones indicadas, aprovecho la existencia de un cubo de granito para depositar mi mochila, he decido hacer un alto en el Camino para disfrutar del desayuno que transporto. Son las 11:15 horas.





Estoy en una cota alta, lo que me permite apreciar en el horizonte la distante presencia de la población de Galisteo.





Continúo en suave descenso encaminándome en dirección al arroyo del Zarzoso, del que salvo su cauce y solo 600 metros más adelante, encuentro un nuevo cauce, en este caso artificial, se trata del canal principal de la margen izquierda del río Alagón, que cruzo, deteniéndome para contemplar la belleza que la naturaleza con sus caprichos presenta ante mis ojos, con una imagen como si se tratase de una original pintura de un campo de césped impregnado de matojos secos uniformemente distribuidos.







En estos momentos se acerca un amenazador nubarrón que me obliga a vestir de nuevo el chubasquero y continuar avanzando hasta llegar al arroyo de la Monjas 900 metros después del cruce del canal.

Lo irregular del terreno me hace perder la visión directa de la población, motivo por el que 400 metros después me encuentro con una bifurcación del Camino en la que pese a la abundante información me plantea una duda razonable respecto a la dirección a seguir.

En medio de mis elucubraciones, tengo la suerte de encontrarme con unos “bicigrinos” que al llegar se detienen ante mi solicitud de ayuda. Se trata de un grupo de cacereños que se dirigen a Hervás.

Me confirman que he de tomar el desvío de la izquierda para dirigirme a Galisteo, sin embargo, de continuar recto me dirigiría a San Gil, dirección prevista por ellos. Después de agradecer la ayuda, tomo el desvío de la izquierda, aunque no tenga visibilidad de la población de Galisteo, pues inicio un ascenso bastante pronunciado, con un firme embarrado y resbaladizo.

Apenas me separan 1,8 Km de la población, trayecto que consigo realizar con muchos equilibrios. A medida que me aproximo voy quedando más favorablemente sorprendido por la espectacularidad de la muralla que rodea su perímetro.







Los orígenes de la población se remontan a la Reconquista Cristiana por los reyes leoneses en el siglo XIII.

Su muralla, con la ausencia de torres defensivas, consta de tres puertas, accediendo al interior de la muralla por la denominada puerta del Rey.







Recorro la zona interior del casco antiguo, encaminándome hasta la plaza de España cuando ya ha pasado el mediodía, así que aprovecho para visitar el exterior de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, junto a la puerta de Santa María.





A pesar de la hora, la soledad de sus calles es bastante notoria, así que retorno hacia la Plaza de España y sin más dilación, me dirijo hacia la puerta de la Villa, punto de salida del recinto de la muralla para proseguir el camino.





Voy descendiendo por el lateral de la muralla en dirección al río Jerte, en cuya ribera se encuentra una amplia zona de recreo con múltiples bancos y mesas, aunque la soledad es absoluta.







Dejo este parque y me dispongo a cruzar el cauce del río Jerte a través del denominado Puente Romano (aunque pertenezca al medievo), también conocido por el nombre de la persona que propició su edificación en 1546, Garcí Fernández Manrique de Lara, conde de Osorno. Posee siete arcos y un templete con la imagen de San Pablo.





Atrás queda la población, contemplando desde el puente la imagen de su núcleo urbano rodeado por la muralla, destacando sobremanera la torre de la Picota (siglo XIV), formando parte del antiguo alcázar árabe.







Inmediatamente salgo a la carretera EX – 108, tomando a la derecha en dirección a la rotonda próxima para pasar bajo la autovía del Norte de Extremadura.

Seguidamente salgo a otra nueva rotonda, en la que tomo la segunda salida a la derecha, comenzando así a caminar por la carretera CC-106 en dirección a Aldehuela del Jerte, población a la que me iré aproximando bordeando por su margen derecho la ribera del río Jerte.

La carretera es estrecha y sin arcenes, por lo que hay que prestar bastante atención a la circulación de vehículos, a pesar de sus escasas curvas, hay que ser cauto incluso en las rectas hasta recorrer los 4,2 Km que me separan de esta pequeña población.

Nada más acceder a ella me desvío a la derecha para visitar su coqueta Plaza de España con la sede del Ayuntamiento y la pequeña, pero acomodada Iglesia Parroquial de San Blas, proporcional a la población y su número de habitantes. En uno de sus muros figura la fecha de 1.771, posiblemente referida a la época de su reconstrucción.





Retorno a la calle principal, coincidente con la carretera que hasta aquí me ha conducido, donde aprovechando la existencia del local Hogar del Pensionista (a escaso metros de una tienda de alimentación), decido hacer un breve descanso para deleitarme con una cerveza cuando son las 14:15 horas.

El lugar es agradable, regentado por una madre y su hijo, donde puedo compartir, además de la compañía de algunos lugareños, unas cervezas con sus tapas que en ocasiones consistían en los mismos alimentos que degustarían sus propietarios para comer.

La realidad es que hubiese continuado un buen rato y algunas cervezas más, pero aún me quedaban 5 Km hasta el final que había previsto en esta etapa, así que agradeciendo la amabilidad y atención retorno a la carretera cuando son las 14:45 horas, dejando atrás la población.





Son 5 Km de completa soledad a través de una interminable recta apenas interrumpida por una casi imperceptible curva, pero con la misma peligrosidad que el anterior tramo hasta Aldehuela del Jerte, vislumbrado en ocasiones la ribera de río Jerte en alguno de sus caprichosos meandros.

Casi una hora después llego a la población que hoy considero final de etapa, se trata de Carcaboso, población de mayor entidad y con todos los servicios, de manera similar a las poblaciones vecinas, sus orígenes se remontan a la Reconquista Cristiana. Es recorrida transversalmente por la carretera EX – 370.







He decidido hospedarme en el Albergue Turístico Majalavara, así que tomo la calle de la Iglesia hasta llegar al Parque de los Miliarios, donde se conservan seis miliarios de los emperadores Trajano y Adriano, así como piedras del desaparecido Puente Guinea.







Limítrofe al Parque se encuentra la iglesia parroquial de Santiago Apóstol, conservando en el pórtico de entrada los miliarios utilizados para su construcción.







Continúo hasta la Plaza de España, de la que a escasos metros se encuentra el albergue. Todavía es temprano y el albergue está cerrado, no obstante, puesto que en un cartel de la puerta figura el teléfono de la hospitalera, efectúo u na llamada y casi de inmediato hace acto de presencia Alicia.







Son las 16:00 horas y soy el primer peregrino del día, así que después de efectuar el oportuno registro, recorro con Alicia las instalaciones del albergue y tomo posesión de una litera.

Las instalaciones son nuevas y bien equipadas, estando las literas dispuestas en una amplia sala con los aseos incorporados en la misma.







Después de asearme y descansar un buen rato, decido salir a conocer el resto de la población y localizar un lugar donde hacer una cena que me sirva como la comida fuerte del día.

La población dispone de numerosos establecimientos hosteleros, sin embargo, estoy decidido a tomar algo de cocina casera, ofreciendo esta opción el restaurante del Hostal Ciudad de Cáparra, así como un fenomenal menú del peregrino.

Regreso al albergue ya atardeciendo, cuando observo que una nueva peregrina se está registrando, además, la hospitalera en esta ocasión se trata de Rocío, hermana de Alicia, que la está supliendo unos momentos y que lógicamente también desconocía.

Mi sorpresa es mayúscula cuando la nueva peregrina me saluda y me dice que yo debo ser Antonio.

Se trata de Kathrin, peregrina alemana, quien me indica que conoce a Yulia y Andreas, ambos se han quedado en Galisteo, pero la han informado que yo estaría en Carcaboso, de ahí su conocimiento.

Como habían comentado con Kathrin el acierto de nuestros encuentros gastronómicos, me sugiere la posibilidad de cenar juntos si no tengo inconveniente, posibilidad que acepto encantado, a la vez que comparto con ella la idoneidad de los lugares visitados y mis preferencias culinarias.

Una vez anochecido nos encaminamos al restaurante del Hostal Ciudad de Cáparra, lugar en el que fuimos atendidos maravillosamente, disfrutando además de una cena más que copiosa y de excelente calidad, compuesta por sopa de mariscos y carrillada, regando la cena con cerveza y una buena copa de vino de la tierra, finalizando con unos postres caseros de natillas y cuajada. Todo un disfrute que compartí con Catherine y que a su vez también celebró.

Además, dada la circunstancia de la diferencia idiomática, conseguíamos entendernos, incluso para identificación de los platos a degustar, dejándome como la frase del Camino su expresión de: “para considerar que una persona es conocedora de un idioma, lo primero es saber identificar la gastronomía del lugar”, sabia expresión.

Ya de regreso al albergue, nos encontramos con Alicia, la hospitalera, con quien comentamos nuestra experiencia culinaria, así como las vivencias del Camino, nos despedimos de ella antes de retirarnos a descansar, pues la hospitalera también pernoctaba en el albergue, aunque en las instalaciones de la plata superior, dejándonos preparado en la zona de cocina/comedor, el desayuno para la mañana siguiente.

Dimos por finalizado el día retirándonos a descansar los dos únicos peregrinos que allí nos hospedábamos, en las literas de la amplia sala, con la tranquilidad que supuso el que Kathrin me indicase que me despreocupase por mis posibles “ronquidos”, puesto que ella habitualmente usaba tapones para los oídos.

Mi sugerencia: Galisteo: población que bien merece ser visitada.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Galisteo:
-Albergue Turístico de Galisteo
    Localización: Calle Viña de Egido
    Propiedad: Ayuntamiento de Galisteo; Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 927 45 11 50 / (+34) 605 824 086
    Inaugurado en 2011 y Reformado en 2014

-Hostal Los Emigrantes
    Localización: Carretera de Plasencia, 43
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 627 50 46 92

-Hotel Medina Ghaliayah**
    Localización: Carretera de Plasencia, 10,900 Km (a 300 metros del núcleo urbano)
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 927 45 24 00



Carcaboso:
-Albergue Señora Elena
    Localización: Calle Carretera de Plasencia, 23
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 927 40 20 75
    Inaugurado en 1991

-Albergue Turístico de Majalavara
    Localización: Calle los Miliaros, nº 2
    Propiedad: Municipal; Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 927 40 21 71 / (+34) 640 28 13 37
    Inaugurado en 2011

-Hostal Restaurante Ciudad de Cáparra
    Localización: Carretera de Plasencia, 35
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 927 40 24 44