VÍA DE LA PLATA (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 20º: Baños de Montemayor - La Calzada de Bejar: 12,43 Km



Ya estoy de nuevo en Baños de Montemayor, prácticamente frente a la parada del autobús de esta localidad, un pequeño edificio con aparcamiento habilitado para el autobús, se encuentra el bar Tarín, a donde me encamino.





Aquí, además de tomar una cerveza, me preparan un buen bocadillo de chorizo para tomar en un momento de la etapa que intentaré realizar, a pesar de lo tardío del comienzo.

Es el mediodía cuando abandono la zona urbana de Baños de Montemayor, después de subir por sus empinadas calles hasta llegar de nuevo a la carretera N-630, punto en el que, por su margen derecho, se inicia una pista adoquinada por la que transita el Camino.





Este tramo de ascenso, bastante cómodo, al restaurarse con el enlozado que se realizó en la década de los 70 con lajas de granito. Atrás y abajo queda Baños de Montemayor.







Su longitud es de 1,2 Km hasta encontrarse con la carretera N-630, no obstante, a lo largo del ascenso se puede observar diversos detalles tales como la existencia de una Cruz, que en otras épocas servían de marca divisoria de dos jurisdicciones.







Poco más adelante se puede contemplar la reproducción del Miliario CXXX, piedra cilíndrica en la que figura el nombre del emperador que había realizado la última reparación, con todos sus títulos y cargos, marcando así la distancia de Emerita Augusta.







Ya casi finalizando esta calzada enlozada, en el margen derecho se encuentra una fuente con un par de bancos de piedra, con una inscripción que reza: “Cañada Real Aliste Zamorana o de la Plata”, recordando su utilidad pecuaria. Imagino que sus aguas serán de buena ayuda en la época estival, en plena ascensión de este puerto.





Aquí se llega al cruce de la N-630 que ha ascendido zigzagueando a lo largo del puerto. Con sumo cuidado y atención al paso de vehículos, se ha de cruzar esta vía hasta el margen opuesto. Será la última imagen que veremos del “cubo” con el Arco de Cáparra.





Ya en el otro margen, se inicia el recorrido por una bonita senda, continuando el ascenso, prácticamente envueltos por la vegetación.

En el tránsito por esta senda, abandonamos las tierras extremeñas de Cáceres para iniciar la andadura por tierras castellanas de Salamanca, pues aquí está el límite geográfico de Extremadura con Castilla y León.







Solo 500 metros de andadura por esta bonita senda hasta volver a encontrarnos de nuevo con la N-630, aunque en este caso no hay que cruzarla, solo continuar ascendiendo por su margen izquierdo.







Ahora 600 metros por asfalto hasta coronar el Puerto de Béjar, llegando así a las primeras edificaciones existentes al margen de la carretera en el PK-424, coincidente con una estación de servicio, donde disponen de un pequeño bar en el que pienso realizar un breve descanso.







El recinto del bar, en una esquina del edificio de servicios de la gasolinera, se encuentra este minúsculo establecimiento (aunque con mesas en el exterior), pero realmente de una grandeza extraordinaria, por la amabilidad de sus propietarios y la excelencia de la cocina propia del lugar.





Aunque la idea era solo tomar algo refrescante, no pude resistirme al en canto de sus tapas, deleitándome con la compañía de su propietario y la degustación de una tapa de callos y otra de oreja, lógicamente regadas con unas cervezas.

Instante después hizo acto de presencia una pareja que disfruta de una vivienda en estas maravillosas tierras, ya castellanas, aunque residente en Cataluña y ella de origen asturiano. Compartimos unos momentos con encanto recordando la riqueza gastronómica de que disfrutamos en cada una de las bonitas y variadas tierras que componen nuestra España.

Haciendo un esfuerzo excepcional, decidí continuar Camino, pues el propietario del bar se comprometió a preparar unos “morros fritos”, a la vez que se me ofrecía alojamiento para poder pernoctar al menos una noche. Con mi agradecimiento retorné al Camino.

Continúo caminando por última vez en la etapa de hoy por la carretera N-630, apenas 200 metros, para abandonarla definitivamente por la izquierda según marca la visible señalización existente.





Ahora por una amplia pista, rodeada de edificaciones, en dirección norte, hasta pasar bajo la estructura de la autovía Ruta de la Plata. Este paso inferior se ha decorado con un inmenso mural que representa el trazado de la Vía de la Plata (Iter AB Emerita Asturicam).

Los restos que aquí se conservan, corresponden a una estructura viaria moderna, siglo XVIII, induciendo a error muchos de estos caminos carreteros, pues casi cualquier vía empedrada era considerada como “camino romano”.







Continuando la pista y dejando atrás la autovía, caminamos durante 400 metros antes de encontrar una carretera asfaltada, en este caso se trata de una antigua vía vecinal. Antes de cruzar perpendicularmente esta carretera, hay una fuente, en el margen derecho de la pista, llamada del Peregrino.





Nada más cruzar perpendicularmente esta carretera vecinal, continúa de nuevo esta fantástica pista, que hace las delicias de los pies de cualquier peregrino. Apenas reiniciada esta pista, en su margen derecho se puede contemplar la reproducción del Miliario CXXXII.





Casi inmediatamente después, apenas a la vuelta de la curva que se aproxima, encontramos una nueva fuente de agua, ahora se trata de la llamada Fuente de Hierra Caballos.







La proliferación de fuentes de agua hasta el momento, desde el inicio de la etapa, es abundante, así como su proximidad, ya que están situadas en la misma senda del Camino, sin embargo, a partir de ahora y hasta finalizar la etapa, será la última que encontremos.

Continuando en recorrido por esta amplia pista, ya en descenso permanente, se puede observar la belleza del paisaje entre robles y encinas, así como los múltiples elementos que componen este Camino Real de Castilla, de la época moderna, que discurre paralelo a la Vía Romana que lo hace a menor altitud.

Mientras que la mayor parte de los caminos del siglo XVIII, eran de “herradura”, es decir, no aptos para carruajes, esta vía si lo permite, disponiendo incluso de guardarruedas en los laterales abiertos a los barrancos.







Ha sido necesario recorrer 3 Km en descenso desde que nos cruzamos con la antigua carretera vecinal y retomamos esta pista, hasta llegar a la ribera del río Cuerpo de Hombre, que salvamos a través del puente de la Magdalena, del que se conoce su existencia ya en el siglo XIII, del que subsiste posiblemente su arco más occidental, ligeramente apuntado.

Sin embargo, en 1617, una gran riada arrasó parte del puente, siendo en el siglo XVIII cuando se acometió una gran reforma, a la que corresponde la mayor parte de lo que hoy podemos ver.







Nada más cruzar el puente, ya en el otro margen, existe una amplia zona para descanso y contemplación de este precioso enclave.





Son las 14:30 horas, creo que es un lugar excepcional y un buen momento para poder disfrutar del lugar y del excelente bocadillo de chorizo que transporto, así que ha llegado el momento de hacer un descanso y reponer fuerzas, la jornada se prevé larga desde que la inicié esta madrugada en Madrid.





La cerveza que compré en el bar de la gasolinera, aún se mantiene fresca, así que constituye un buen acompañamiento para el bocadillo.

Mientras degustaba tan suculento y apetitoso bocado, también me deleito contemplando con toda tranquilidad el entorno que me rodea, un escenario paradisiaco con el frescor procedente de la ribera del río y el verdor que lo rodea y su olor a naturaleza.







Durante el “festín” llegaron dos peregrinos, los primeros que veo en esta nueva andadura, resultando ser holandeses, uno de ellos continuó caminando mientras el otro se aposentaba en el mismo banco para disfrutar del lugar y fumarse un cigarrillo. Seguidamente también continúa su andadura, cuando yo estoy casi a punto de reiniciar la mía.







A escasos metros, según me incorporo al trazado del Camino, encuentro lo que son los restos de un miliario original, denominado del Puente de la Magdalena y que solo conserva la basa y la parte inferior del fuste. Su situación coincide aproximadamente con la Milla CXXXIV.







El trayecto ahora, discurre entre el trazado de la estrecha y antigua carretera y el margen derecho del río Cuerpo de Hombre, en un muy suave ascenso que prolongará a lo largo de 2,2 Km hasta llegar a Navarredonda.

Apenas un centenar de metros después, se encuentra la valla del corral de Chinato, con una puerta, cuya jamba la constituye un Miliario que pudo ser usado en su momento como delimitador del término de Montemayor del Río, al tener una M grabada en su extremo superior.

Pero posiblemente el Miliario mejor conservado y más espectacular de toda la Vía, se encuentra fuera del alcance de cualquier peregrino o visitante al estar situado dentro del recinto del Corral de Chinato, en el interior del cobertizo adyacente, tratándose de una pieza realizada en el año 217 d.C. gobernando el emperador Caracalla.

Tomando como referencia de este nuevo tramo el Puente de la Magdalena, después de 700 metros, se encuentra el denominado en otros tiempos Mansio de Sinforiano (hoy Caserío de Sinforiano), lugar en el que los viajeros paraban a descansar o cambiar de cabalgadura, realmente son los antepasados romanos de los mesones medievales o paradas de postas de la época moderna.

A sus puertas se encuentran también los restos de un miliario, cuyos fragmentos, junto a los del siguiente, pertenecen al mismo miliario, constituyendo un ejemplar casi único. Este fragmento constituiría la parte superior.





Continuando por esta pista, las lluvias del día anterior se dejan notar, con innumerables charcos que me obligan en ocasiones a salvarlos recurriendo a la carretera cuyo trazado discurre paralelo por la izquierda.





De nuevo los fragmentos del miliario correspondientes a la parte inferior del ubicado en el Caserío de Sinforiano, ubicado aproximadamente en la milla CXXXV, conformando entre los dos fragmentos un texto que dice: “A NUESTROS SEÑORES DIOCLECIANO Y MAXIMIANO, AUGUSTI SENIORES, Y A NUESTROS SEÑORES CONSTANCIO Y GALERIO, PODEROSOS EMPERADORES, Y A NUESTROS SEÑORES SEVERO Y MÁXIMO, NOBILÍSIMOS CÉSARES”.







Continúa el Camino con zonas anegadas por el agua, lo que no hace disminuir su belleza y el entorno que lo rodea.





Un nuevo miliario aparece en el Camino, este es el denominado de la Colonia de San Francisco, estaba desaparecido y se encontró en 2007 en el interior de un canal de riego que atraviesa la finca colindante. En la actualidad señala aproximadamente la milla CXXXVI.





Según se recoge en algunos tratados, la calzada romana continuaba por la falda de la montaña hasta La Calzada de Béjar, pero unos 600 metros del trayecto son prácticamente imposible de realizar por lo que el actual trazado continúa por Navarredonda para luego unirse al trazado original.

Abandonamos pues esta amplia pista para incorporarnos a la carretera CM-317 durante escasamente 300 metros, llegando hasta la pedanía de Navarredonda, con abundantes muestras del aprovechamiento de la fuerza hidráulica que proporciona el río, comenzando con molinos harineros que posteriormente fueron evolucionando algunos de ellos, como el denominado de Navarredonda, hasta derivar en molino para fabricar papel.

En este punto se toma la senda de la izquierda, comenzando así un ascenso que no finalizará hasta llegar a La Calzada de Béjar.







El ascenso, aunque pronunciado, no presenta demasiada dureza a lo largo de los 1,7 Km que se han de recorrer hasta llegar a la entrada de la población, superando a lo largo de los mismos el desnivel existente de 92 metros.

A lo largo del recorrido se pueden apreciar vistas espectaculares de las vecinas montañas que componen las sierras de Béjar y Candelario, resurgiendo con su blanca capa entre el verdor del horizonte.







En el margen izquierdo del Camino, ya prácticamente a la entrada de la población, se encuentra la ermita del Santísimo Cristo de la Misericordia o del Humilladero.







Entrando a la población, también en el margen izquierdo, se encuentra el albergue de Alba y Soraya, lugar en el que doy por finalizada la etapa de hoy cuando van a ser las 17:00 horas.





El albergue dispone de dos salas con literas, se me aloja en la segunda sala, puesto que la primera está completa, lo que permite elegir la litera más apropiada y disponer del baño incluido en la sala. Posteriormente solo llegó un peregrino con quien compartí sala.





Después de asearme, estuve descansando en la zona ajardinada exterior de que dispone el albergue, mientras tomaba mis primeras notas y comprobaba que, salvo una pareja española de Baleares, el resto de los peregrinos eran extranjeros (en total podemos ser 11 o 12 peregrinos).







Me informa el hospitalero y propietario, Máximo, de la posibilidad de participar en la cena que prepara el albergue, pero dada la peculiaridad del horario para cenar los peregrinos extranjeros (las 19:00 horas), agradezco el ofrecimiento, pero es mi deseo hacerlo posteriormente.

Me informa de la existencia de un bar en el centro de la población con un horario más apropiado para mis intenciones, aunque no obstante amablemente me sugiere la posibilidad de dejar algún alimento preparado para poder degustarlo cuando más apropiado lo estime.

Estoy decidido a dar un paseo por la población, así que agradezco la sugerencia de Máximo y me encamino por la calle principal, que atraviesa longitudinalmente el núcleo urbano, apreciando sus construcciones de arquitectura típica serrana, algunas de ellas con soportales que protegen a sus moradores en los días de lluvia.







Continúo en dirección a la salida de la población, comprobando así el recorrido que debo seguir para iniciar la etapa al día siguiente, llegando así hasta el final de las edificaciones, donde una fuente y la imagen de un peregrino, junto con la flecha amarilla, marcan adecuadamente el Camino.







Retorno en dirección al albergue ahora por una calleja paralela hasta desembocar a la plaza en que se encuentra situada la Iglesia Parroquial.





La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, sencilla construcción del siglo XVI, se encuentra cerrada al público a estas horas. No obstante, el tejado de la torre del campanario posee unos “inquilinos”, se trata de cigüeñas que han construido un enorme nido sobre la techumbre del mismo.





Hago una primera visita al bar La Plaza, donde coincido con dos peregrinos alemanes degustando el producto derivado de la “cebada”.

Después de recorrer prácticamente la pequeña población y ya anochecido, me decido a cenar en el bar y como necesito algo de cuchara, encuentro la opción de una crema de verduras complementada después con pisto y huevos fritos.

La sencillez del lugar y la amabilidad de su propietario Oscar, me invita a permanecer en el local disfrutando después de la cena de la presencia de algunos vecinos al amparo de un buen chupito de orujo.





Ya de regreso al albergue, los peregrinos descansan pacientemente, solo me encuentro con Mariano, peregrino balear, con quien comparto inquietudes del Camino y pese a su buena predisposición, debe dar por finalizada en esta fecha, junto con su pareja, el recorrido por esta Vía de la Plata, pero siempre habrá tiempo de regresar, el Camino permanece…

Definitivamente me retiro a descansar, creo que, a pesar de la brevedad de la etapa realizada, el día ha sido largo e intenso.

Mi sugerencia: Etapa para disfrutar del entorno



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Puerto de Béjar (Peñacaballera):
-Albergue El Acebo
    Localización: Colonia de San Miguel, 8
    A 50 metros del Camino y la N-630 (después de la Gasolinera)
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 923 41 42 16 / (+34) 644 04 86 58 / (+34) 644 04 18 28

-Hotel Rural El Jardín del Conde***
    Localización: Finca Coto del Carmen. N.630- Km. 424
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 923 41 42 48 / (+34) 628 840 851



La Calzada de Béjar:
-Albergue Alba y Soraya
    Localización: Calle Baños, s/n
    Junto al Camino, margen izquierdo
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 923 41 65 05 / (+34) 646 41 06 43 / (+34) 606 95 81 45

-Casa Rural Alba Soraya
    Localización: Plaza Solano, 10
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 923 41 65 05 / (+34) 646 41 06 43 / (+34) 606 95 81 45

-Casa Rural Jorge
    Localización: Calle Solano s/n
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 923 41 65 42 / (+34) 636 07 50 86

-Casa Rural El Arroyo de la Plata
    Localización: Calle del Arroyo, 23
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 699 92 24 17 / (+34) 650 14 83 58

-Casa Rural Los Misarejos
    Localización: Calle Arroyo, s/n
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 923 410 137 / (+34) 625 37 27 76

-Casa Rural Calzada Romana
    Localización: Calle Salas Pombo, 34
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 923 403 228 / (+34) 696 11 23 40