VÍA DE LA PLATA (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 22º: Fuenterroble de Salvatierra - Morille: 31,53 Km





Madrugo y aún de noche, comparto el desayuno al que invita el albergue con dos hospitaleros, uno de ellos es Thomas.

En este albergue no hay fijada tarifa alguna, toda aportación que se hace es voluntaria y gracias a las mismas y la colaboración desinteresada de muchos peregrinos y otras personas que comparten la labor emprendida por el Padre Blas, puede subsistir este Albergue y Casa de Acogida.

Después de despedirme de mis acompañantes de desayuno, Thomas incluso demostraba su interés en la vida peregrina, saliendo a desearme ¡Buen Camino! hasta las propias puertas del albergue.

Al dejar atrás el albergue, todavía sin que el sol haya aparecido, aunque ya se puede observar su luminosidad en la lejanía, aprecio la sencillez del edificio y la admiración de los peregrinos que no han pernoctado en él.





Salgo de la población a través de la calle Conejal para incorporarme a la carretera DSA-240, comprobando como hay peregrinos que se me han anticipado.





Después de 800 metros, accedo ahora a la carretera SA-212, a la que me incorporo caminando hacia la izquierda según indica la señalización de las flechas amarillas.

A través de esta vía principal vivo el espectacular acontecimiento de la salida del sol por encima de las dehesas y alambradas, apareciendo sus rayos luminosos al fondo del horizonte, enmarcando la silueta de las grandes encinas.







Después de caminar 500 metros por el arcén de SA-212, la indicación de la flecha amarilla sobre el panel de una señal de tráfico situado en el margen izquierdo y los postes de madera de señalización, indican el desvío a la derecha a través de la pista que allí nace.







Esta amplia pista utilizada como vereda para ganado, limitada únicamente por la alambrada de las cercas y algunas encinas diseminadas, es todo un lujo para caminar, conociendo además de la coincidencia ocasional con la calzada en muchos de sus tramos.

Pronto encontramos la ubicación del primer miliario del día.







Con independencia de la señalización del Camino, se tiene una buena referencia con la visibilidad en el horizonte del pico de La Dueña, con su escalinata de generadores eólicos, lugar al que se ha de acceder y sobrepasar.

No obstante, a lo largo de este tramo encontraremos múltiples cruces que por su tamaño también son visibles y nos marcan la senda a seguir.

En esta ocasión, dos peregrinas me anteceden y ya puedo contemplar la primer gran cruz a las que hacía referencia.





Continúo avanzando y otro nuevo Miliario surge a mi paso, en este caso compuesto por dos segmentos cilíndricos superpuestos, aunque desconozco su origen, imagino que se han utilizado los pertenecientes a miliarios distintos, pero que nos continúan recordando el histórico camino por el que transitamos. Aquí se identifica con el Miliario, la milla CLIII, repuesto en durante el año 2010.





Apenas quince minutos después, una nueva cruz, en este caso mucho más rústica, construida con tronco de árbol, aparece como emergiendo del arbusto de encina existente junto al camino que a su vez muestra los efectos de la lluvia reciente.







La visión del horizonte que va quedando atrás en un día tan luminoso es esplendida, con las sierras de Béjar al fondo y los peregrinos que se funden con la dehesa.







Este amplio camino prosigue ahora en suave descenso. Se cumplen 5,4 Km desde el inicio de la etapa cuando llego a un tramo en el que se puede contemplar la restauración realizada para mostrar las características de la calzada romana, cuyo ancho permitía el tránsito de personas y vehículos, de ahí la importancia de este camino en la época romana y siglos posteriores.







Esto se sitúa exactamente en el punto marcado con el Miliario de la milla CLIV. En este caso se han recolocado tres fragmentos que se habían reutilizado en el puente de Palacios de Salvatierra, conformándose un ejemplar de 2,70 metros de altura.

Basándose en la posición de algunas de las letras visibles en la inscripción realizada en su contorno, podría estimarse la posibilidad de que fuese contemporáneo de los miliarios de la época del emperador Trajano. Se repuso en la ubicación actual durante el año 2010.





Solo 500 metros más adelante, continuando el descenso, se cruza por el regato de los Peñeros, que aún mantiene cierto encharcamiento, aunque se han colocado estratégicamente una serie de piedras que hacen de pasaderas y permiten vadear este regato.





Poco después se llega al punto más bajo de nivel descendente, concretamente el cauce del arroyo de Navalcuervo. Posiblemente con algo más de agua de lo habitual debido a las recientes lluvias, aunque con el caudal suficiente para impedir su paso.

Para propiciarlo se ha construido una pasarela con grandes bloques de granito soportados por otros del mismo material que cumplen perfectamente su cometido.







Al pasar el arroyo, una nueva cruz, en este caso más elaborada, sobresale entre el próximo encinar marcando el rumbo a seguir.





A la derecha de la cruz, en este paraje denominado La Pared, hay un mirador y restos de calzada.

Desde este mirador se puede contemplar un largo tramo de coincidencia entre la antigua calzada romana y la ocupación de la Cañada Real de la Vizana o de la Plata.





Al salir de este encinar, el camino gira 90º a la izquierda dirección noroeste, aunque solo 100 metros después se produce ahora un nuevo giro a la derecha también de 90º en dirección noreste, para recuperar la dirección norte después de otros 80 metros.







Ya en campo abierto en suave ascenso, con algunas encinas diseminadas, aunque perfectamente marcados por alambre de espino y mojones de hormigón los límites de la finca ganadera que atravesamos.

Una nueva cruz se hace visible como brotando de unos arbustos y que continúa indicando el rumbo a seguir, con los generadores eólicos al fondo del horizonte.







Para acceder a esta zona con mayor densidad de encinas, encontramos una portilla de alambre de espino y varios palos que hacen de soporte, hay que abrirla y entrar en este recinto, tal y como indican las flechas amarillas, continuando así por la pista que traíamos.







Los próximos 1600 metros discurren por un trayecto en ascenso rodeado de encinas hasta llegar a un cruce de pistas, a la izquierda queda Navarredonda de Salvatierra distante 600 metros, esta pequeña población no dispone de servicios. Nosotros hemos de continuar recto, en dirección norte.





Después de 500 metros encontramos ahora una bifurcación, hay que estar atento a la señalización, pues hay que continuar por el ramal de la derecha.





Se continúa avanzando por esta amplia pista, atendiendo a las señales, pues en apenas 10 minutos y solo 500 metros después, se debe abandonar esta amplia pista tomando en la bifurcación el desvío de la izquierda con una pendiente algo más pronunciada.







Ahora un breve descenso hasta llegar ante una cancela de barras en el suelo, con indicaciones que nos invitan a entrar a través de las mismas, pero aquí hay que girar 90º a la izquierda, de acuerdo con la señalización de flechas y postes de madera, comenzando el ascenso a través de una senda, teniendo como referencia, además de la señalización de flechas e imagen de vieira, el vallado de piedra que se mantendrá a nuestra derecha.







Aquí se inicia el ascenso ya algo más serio al pico de la Dueña, la pendiente es algo más pronunciada a través de una bonita senda rodeada de encinas.

Apenas varios centenares de metros después, cuando van a ser las 10:30 horas, decido hacer un breve descanso y tomar algo de alimento que me ayude a salvar esta cota de 1.170 metros, considerándose este pico como el techo de la Vía de la Plata.







Continuo el ascenso que hasta el momento resulta bastante asumible, ya con la vista al fondo de los gigantescos generadores eólicos y la inconfundible cruz de troncos de madera que sigue jalonando el Camino.





Ya a la altura de los aerogeneradores, se tiene la sensación de estar coronando la cima de este pico, pero aún queda un trecho de ascenso considerable que hay que recorrer con paciencia.





Son las 11:30 horas cuando corono el Pico de la Dueña, después de recorrer los 3,3 Km de ascenso que no me han supuesto demasiado esfuerzo, aunque se hacen notar los metros finales.

Aquí decido descansar nuevamente y ahora desayunar algo más serio, así que me acomodo junto a una encina y disfruto consumiendo el alimento que transporto, tomate y algo de jamón.







La cima rocosa, coronada por un original mástil con la cruz de Santiago, que el Padre Blas, párroco de Fuenterroble de Salvatierra, se ha encargado de subir y colocar.

Ya en la otra vertiente de la cima, la vista de las dehesas salmantinas es espectacular y mucho más en un día como hoy en el que la climatología permite extender la visión hasta confundir la línea del horizonte.





Ahora, cuando va a ser el mediodía, inicio un cómodo descenso de 1,0 Km que me llevará hasta la carretera DSA-204.

Aquí realmente comienza otro tipo de etapa, pues ya no me separaré de esta vía asfaltada, al menos durante los próximos 10 Km, pues todavía no tengo claro cuál será mi final de etapa.

Por suerte solo los primeros 700 metros son por asfalto, porque nada más pasar el acceso de entrada a la Dehesa la Dueña, por el margen izquierdo de la carretera se abre una sencilla senda, aunque paralela a la carretera, al menos nos liberará del asfalto, aunque en ocasiones se haya de retornar para evitar las zonas húmedas o plagadas de matorrales, depende de la época del año.

Las interminables rectas y la monotonía del paisaje hacen que el caminar por estas despobladas dehesas se convierta pesado después de los Km recorridos y la fortaleza del sol que ser encuentra en el zenit.

Después de 3,7 Km acompañado por esta carretera DSA-204, llego a una curva hacia la derecha, encontrándome con los restos de un miliario identificado como el número 46 que se ha colocado sobre una base de piedra, recordando que estamos en la histórica Vía de la Plata, coincidente además con la milla CLXIII





Unos metros más adelante, también me alegra ver alguna señal de vida, aunque sea una cigüeña que a estas horas resiste en su nido, imperturbable a mi paso y al calor que se hace notar.







Una nueva recta se abre ante mi vista hasta que llegado el momento he de regresar por unos instantes al asfalto para poder salvar el cauce del Arroyo de los Mendigos.

Una pequeña subida de 200 metros y llego ante el Miliario 47 coincidente con la milla CLXIV, situado a las puertas del caserío de Calzadilla del Mendigos.

Este miliario se localizó, junto a otros dos, en la ermita de San Martín del caserío de Calzadilla del Mendigos, desde este emplazamiento sufrió un nuevo traslado hasta que finalmente en marzo de 2011, se ubicó en su emplazamiento actual, a una posible distancia de 300 metros del lugar que originariamente le correspondería, situándolo ahora en un espacio público lo que permite su mayor visibilidad y posibilidad de contemplación. .







Además, la proximidad de las edificaciones del caserío, también ayuda a mantener un cierto control sobre el mismo. Se trata del caserío de Calzadilla del Mendigos.







Continúo caminando por la senda existente por el margen izquierdo de la carretera y después de 1,8 Km, coincidiendo con la milla CLXV, se puede contemplar el segundo de los tres Miliarios que se localizaron inicialmente en la ermita de San Martín junto con el anterior y que se identifica como Miliario número 48.

Aquí se produce la curiosidad de que tanto el Miliario 48 como el Número 50, señalizan la misma milla CLXV. Este miliario 48 fue trasladado a esta su actual ubicación el 20 de mayo de 2011.





A escasos metros de este miliario, se encuentra el identificado con el número 50 y que también señaliza la milla CLXV, y para diferenciarlo del anterior, la transcripción de su escritura, se ha colocado al lado derecho del miliario (no al izquierdo como es habitual). Fue localizado en la finca El Carnero, situado fuera de su emplazamiento original.

Este miliario número 50 podría ser anterior y se correspondería con la construcción de la calzada que se realizó a finales del siglo I d. de C. siendo el anteriormente identificado con el número 48, instalado en la calzada con motivo de una restauración de la misma, ya en época posterior, aunque bajo el mandato del mismo emperador.





Después de esta curiosidad, debo proseguir el Camino, a través de estas inmensas rectas sin desniveles apreciables, llegando así después de 1,3 Km a un nuevo Miliario, se trata del identificado como número 49 y señaliza la milla CLXVI.

Este Miliario corresponde a la tercera unidad localizada inicialmente en la ermita de San Martín, debido a su pequeño tamaño se ha colocado sobre una peana de obra. Se desconoce si este miliario está completo o fracturado, debido a las diversas modificaciones sufridas para adaptarlo a la pila bautismal de la ermita. Su traslado al emplazamiento actual se realizó el 20 de mayo de 2001.







Son las 14:15 horas y el sol se hace notar en estas prolongadas rectas, aunque no tengo claro si dirigirme a San Pedro de Rozados o continuar la etapa hasta Morille, así que sigo caminando mientras sopeso lo más idóneo.







Quince minutos después llego al desvío señalizado hacia San Pedro de Rozados, distante 2,4 Km, pero definitivamente he pensado continuar, puesto que realmente consigo disminuir la etapa de mañana hacia Salamanca, así que prefiero esforzarme un poco más y descansar ya plácidamente en Morille.







Así que dejo el desvío señalizado a la izquierda y continuo por carretera, observando cómo queda la población de San Pedro de Rozados a mi izquierda, a una distancia prudencial.





Después de 2,5 Km desde el primer desvío a San Pedro de Rozados, corono la pequeña subida por carretera hasta llegar al cruce de caminos, recuperando en este punto la ruta del Camino ahora procedente de San Pedro de Rozados que cruza perpendicularmente esta carretera para continuar hacia Morille.





Llegado a este cruce, dejo la carretera y tomo la amplia pista que se abre a la derecha, ahora sin asfalto, aunque sin ninguna sombra donde poder cobijarme cuando son las 15:00 horas.





El no pasar por San Pedro de Rozados me ha disminuido el recorrido en aproximadamente 800 metros, pero lo importante es acortar la etapa de mañana que pienso iniciar desde Morille.

Después de 300 metros por esta solitaria y calurosa pista, hay un giro de 90º a la izquierda, abandonando esta pista principal, hay que ir atento, aunque está perfectamente señalizado.





Solo media hora desde que abandoné el asfalto cuando contemplo la proximidad de la población de Morille.





Accedo a la población y me encamino hasta el bar situado en las proximidades de la plaza. Se trata del bar Marcos, hoy único bar del pueblo, cuando son las 16:00 horas. Han sido 3,4 Km desde la carretera asfaltada que abandoné en el cruce de San Pedro de Rozados.

La afluencia al bar es muy numerosa, pues además de ser festivo, la fecha coincide con las elecciones generales para el Congreso y Senado, con lo cual todos los vecinos empadronados en esta población han hecho acto de presencia, además de los peregrinos.

En el bar se encuentran Carmen e Inma, hospitaleras del albergue, así que aprovecho mientras me registro para tomar una bebida tonificante y refrescante.

Me indican donde se encuentra el albergue y me anticipan que ya han llegado algunos peregrinos, de ahí que las instalaciones se encuentren abiertas y no necesite llave.

Me encamino hasta el albergue, pequeño pero coqueto edificio situado en pleno núcleo urbano, que dispone de una planta baja donde se encuentran los aseos y una primera planta con literas.





Después de elegir litera, observo como ya hay ocupadas varias, en la primera sala según accedo por las escaleras buscando la proximidad para bajar a los aseos. El colorido de los edredones y la luminosidad que entra por los ventanales del tejado, dan a estas salas de literas un aspecto singular.





La etapa ha sido larga, aunque de dureza moderada, sin embargo, ha sido el calor la característica más agobiante, ya que duración se prolongó hasta las 16:00 horas. Sin embargo, ahora es el momento de descansar y reponerse.

Después de asearme y una vez preparada la litera, me relajo permaneciendo tranquilamente acostado durante un par de horas.

Al atardecer salgo a visitar la población y ver la ruta de salida para el día siguiente.

Escasamente a 120 metros se encuentra la Iglesia del Salvador del S.XVI y estilo renacentista, pequeña y bonita edificación con una capilla lateral.





Descendiendo por la calle Mayor, junto al arroyo del Cañuelo, llego hasta una sencilla placeta en la que se encuentra el edificio del Ayuntamiento y la sala de plenos, con una escultura a sus puertas como homenaje a la maestra rural (zona bastante concurrida por ser día de elecciones ya que aquí se ha instalado el colegio electoral).





El lateral de este edificio de la Sala de Plenos, posee unas instalaciones en las que teóricamente está el albergue habitual y en caso de completarse su aforo, se abren las instalaciones del albergue en el cual estoy alojado.

Desconozco si la situación de hoy es transitoria, debido a la ocupación de las instalaciones al ser habilitadas para el tema electoral o se trata de una situación definitiva, lo que sería de agradecer por los peregrinos, dada la mayor capacidad y mejores servicios de que está dotado o en fase de implementación en algunos casos. Lógicamente en esta fecha, estas instalciones estan cerradas.





Finalizo mi visita a esta pequeña población dirigiéndome hasta el bar Marcos con el fin de tomar algo de alimento, pues dado lo tardío de la hora a que llegué, preferí dejar la única comida del día para el anochecer.

Puedo comprobar que en el bar y su terraza se ha concentrado prácticamente toda la población. Consigo una mesa en el interior con la idea de cenar, aunque las viandas casi se han agotado, así que acepto lo que me ofrecen, una ensalada y unos filetes de lomo adobados, detalle que agradezco ya que al menos no me acostaré sin cenar.

Pasadas las 21 horas me encamino hacia el albergue, a escasos cinco minutos de distancia, con el fin de dar por terminada la jornada, retirándome a descansar como el resto de los peregrinos.



Mi sugerencia: Etapa larga sin servicios intermedios, provisionarse de agua y alimentos.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

San Pedro de Rozados:
-Albergue Mutatio Elena
    Localización: Calle Concejo, 3
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 923 344 024 / (+34) 609 278 013
    Inaugurado en 2016

-Albergue Mari Carmen
    Localización: Calle Oriente, 8
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 923 34 40 75
    Inaugurado en 2011

-Casa Rural VII Carreras
    Localización: Calle Salas Pombo, 10-12
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 923 34 40 75



Morille:
-Albergue Municipal de Morille
    Localización: Calle Mayor
    Hay dos edificios, uno con 6 plazas y otro con 24 que es al aquí identificado
    Propiedad: Municipal; Gestión: Asociación cultural El Zurguén
    Tel.: (+34) 659 928 010 / (+34) 699 065 513
    Inaugurado en 2004