
EL CAMINO PORTUGUES CENTRAL (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)
Día 18º: Ponte de Lima - Valença do Minho: 34,28 Km
La noche ha discurrido tranquila durante madrugada, salvo durante un momento en que la casi la totalidad de la sala, como si la hubiesen puesto de acuerdo,
se levantó de sus camas y marcharon a los aseos tal y como contemplé desde mi privilegiada posición con asombro, pues imaginé que sucedía algo anormal,
¡falsa alarma!
Sin olvidar la recomendación hecha por la hospitalera respecto a que efectuase la salida ya de día como medida de precaución debido a la lluvia y al resbaladizo
tramo inicial, no obstante todavía muy de noche salgo con todo mi equipamiento y mochila fuera de la sala con el fin de aprovechar la tranquilidad de los
aseos, que aunque son independientes para mujeres y hombres, sin embargo la sala de duchas en ambos casos es abierta y no tiene cabinas independientes, así
evito la concurrencia.
Con tiempo sobrado antes de que amaneciese aproveché la cocina que está en la primera planta, al igual que los aseos, para desayunar terminar de preparar mi
equipamiento, aunque disfrutando de una vista excepcional de la noche a través del balcón.

Son las 06:10 horas y no me puedo resistir al encanto de la noche por lo que ya con mi mochila adosada dejo el albergue y espero pacientemente el amanecer
contemplando la vista nocturna que me ofrece la ciudad todavía iluminada desde este privilegiado lugar.

Ya amanecido inicio el caminar saliendo del albergue en dirección opuesta al puente, tomando la primera calle a la derecha según continúo la fachada del
albergue, por esta vía adoquinada que me conduce después de 350 metros a desembocar en el Caminho de Oliveirinha, que procede de la ribera del río, donde
tomaré a la izquierda durante escasos 100 metros al cabo de los cuales se abre una senda a la izquierda perfectamente señalizada con flechas amarillas.
Este tramo es una maravilla, con una senda muy estrecha totalmente inundada con las lluvias caídas durante la noche y el día anterior, pero dispone de una
especie de pequeña acequia abovedada y cubierta por lamas de piedra, permitiendo caminar sobre este estrecho abovedado y evitando ir de agua y barro hasta
las rodillas. Ahora comprendo la sugerencia de la hospitalera sobre la idoneidad de hacer este trayecto de día, ya que las planchas de piedra están
bastante resbaladizas.
Ya ha pasado casi media hora y ahora continúo andando por un camino de tierra una vez sobrepasado el humedal anterior e incluso encuentro alguna edificación
de singular construcción en este entorno agrícola.

Poco antes de las siete horas y 2,7 Km recorridos, llego a la población de Arcozelo ya por estrechas vías asfaltadas o adoquinadas que me llevan hasta la
misma puerta de su iglesia y su complejo parroquial situado al inicio de la zona edificada.

La mañana sigue cerrada y con amenaza de lluvia, pero por el momento todavía se puede aguantar sin el chubasquero.
Son 500 metros por estrecha vía asfaltada en que he ido dejando la villa a mi izquierda y caminando entre campos de viñas emparradas hasta llegar a una nueva
senda a la derecha que me continúa conduciendo a través de estos verdes campos y vides.
Han sido otros bonitos 500 metros casi bordeando la ribera de un pequeño afluente del Lima que riega este fértil valle, para volver a desembocar a la estrecha
vía asfaltada en el momento que debo salvar el cauce del río a través del sencillo puente romano denominado “Ponte do Arco da Geia” (también da Geira ou
Jeira)

En breve comienza a llover. Lo que me obliga a resguardarme bajo los aleros de una edificación rural para colocarme el chubasquero, mientras tanto observo
como unos peregrinos me sobrepasan.
Continúo caminando bajo una suave llovizna por amplios caminos de tierra que se mantienen perfectamente a pesar de las lluvias caídas, llegando a los alrededores
de una piscifactoría que dejo a mi izquierda y que dispone de cafetería, pero que en estos momentos se encuentra cerrada, así que prosigo caminando por estas
cómodas pistas en suave pero continuado ascenso.

Ahora he de salvar el paso de la autovía E-1 a través de varios cruces por debajo de los puentes que permiten su tránsito por estas tierras, finalizando en
el tercer cruce con un pronunciado ascenso ya en medio de una preciosa zona boscosa en la que no falta la señalización.

Por ahora el tramo recorrido creo que viene a ser de los de mayor belleza del Camino Portugués, con unos fondos de barrancos que se pierden entre la
frondosidad de la vegetación, vislumbrando al fondo las tranquilas aguas del riachuelo.

Durante el silencio de la mañana se escuchan fuertes ladridos de perros amplificados por los caprichos naturales de la orografía que llegan a preocuparme,
puesto que debe tratarse de una jauría dados los distintos ladridos que escucho y la intensidad de los mismos pero desconociendo su procedencia, aunque mi
sensación es que se encuentran en la otra vertiente del profundo cañón.
A medida que voy ascendiendo se van amortiguando estos sonidos perrunos y mi ánimo se va serenando, volviendo a disfrutar de este maravilloso y privilegiado
entorno.

Han sido 3,8 Km de un recorrido paradisiaco desde el Ponte do Arco da Geia hasta llegar a la aldea de Arco, punto en el que me vuelvo a incorporar a una sencilla
y estrecha vía asfaltada que continúa discurriendo por un maravilloso escenario a la vez que hace ya hace un buen rato que dejó de llover, así que vuelvo a
prescindir del chubasquero.

Solo 700 metros por sencilla carretera local M-522 en dirección norte hasta llegar a un cruce señalizado a la izquierda en que se alza una pequeña capilla
de “Nossa Senhora das Neves”. Estoy en Codeçal (Freguesia de Labruja) lugar en el que se encuentra el último bar y zona habitada en el itinerario del
Camino durante los próximos 9 Km.
Aquí se inicia el ascenso que se irá endureciendo a medida que se progresa durante los 4,7 Km, siendo necesario salvar un desnivel de 320 metros hasta coronar
el alto de la Portela Grande ya en el término municipal de “Paredes de Coura”.

Mi torpeza fue grande, puesto que no debí forzar tanto sin realizar una prudente parada antes de iniciar el prolongado y fuerte ascenso que se avecina, pero
a veces la tozudez es grande ante el desconocimiento.
Así que continúo mi paciente caminar recreándome de nuevo en el paisaje a través de una bonita y estrecha vía asfaltada que cada vez se va tornando más
cuesta arriba.

Sin embargo el paisaje que me rodea me sigue embelesando a través de este continuo ascenso en el que va quedando el valle a mis pies entre esta bruma de
primeras horas y los huecos que poco a poco van dejando pasar entre las nubes el esplendor luminoso del día.

En dirección al sentido de marcha, la vista que se muestra a la derecha sigue siendo espectacular, con pequeños núcleos de población que jalonan el valle en
el que destaca la imagen de la “Igreja Matriz de São Cristovão” en primer término y al fondo en la parte elevada se pueden apreciar las agujas de las dos
torres pertenecientes al “Santuario do Senhor do Socorro” fundado al parecer en 1773.
Esta etapa bien se podría dividir en dos parte, una primera desde Ponte de Lima a Rubiães, lo que me habría permitido visitar pacientemente este precioso
valle de manera relajada e incluso conocer este preciado Santuario y núcleos urbanos escalonadamente distribuidos por el valle.

Me sigo divirtiendo y disfrutando con los paisajes por los que transito que a veces consiguen aislarme realmente para recrearme en estos caprichos de la
naturaleza y los mimos de la naturaleza humana para conseguir el fruto de los campos.

Con pequeños recodos como en el que fluye la “Fonte das Tres Bicas” y permite con sus buenas aguas calmar de la sed del peregrino.

O los pequeñas y tímidos rápidos que en su trayecto recorren las incipientes aguas que estas peñas y montañas liberan de sus entrañas.

Han sido 1,7 Km hasta volver a encontrar la carretera M-522 que ahora solo vuelvo a cruzar para continuar en dirección norte ya por el término de Bandeira.
Por esta senda camino otros 700 metros antes de cruzar de nuevo la carretera de la que aún no me despido porque en tanto que mi trayectoria es prácticamente
en línea recta, la carretera intenta salvar las pendientes con continuos zigzagueos.
Al tercer cruce de esta M-522 ya me despido de ella para ahora realmente acometer a través del monte las rampas más empinadas.

Pero la belleza del entorno bien merece recorrer todos estos parajes, aunque hay que tomarlo con tranquilidad y que la permanente señalización colabora en
ello.

El camino se continúa endureciendo, no obstante aún la puedo sobrellevar con breves paradas que me permiten progresar de manera pausada pero sin esfuerzos
innecesarios pues además en nada ayuda la piedra suelta existente.

Van a ser las 9:00 horas y entre la quietud de la montaña observo como tras de mi aparece un peregrino que por su “carrera revolucionada” más bien parece
que estuviese participando en una maratón, con una respiración que se asimilaba al “bufido” de una locomotora de vapor.
Pero no salgo de mi sorpresa cuando observo que una peregrina le sigue los pasos con mayor consistencia y sosiego aunque de manera atlética dada su juventud,
aunque transportando un voluminoso equipamiento.
No puedo confirmarlo pero aseguraría que ella se trata de la peregrina que ha dormido en el albergue en la cama paralela a la mía.

Al fondo aparece el cruce con una pista forestal y veo como desparecen por la nueva pero empinada senda los dos peregrinos que me acaban de adelantar.

Esta nueva senda encierra el mayor desnivel de la etapa, ya que este tramo hasta coronar el Alto de la Portela Grande es realmente duro y difícil.
Sin embargo continúo ascendiendo, más bien diría “escalando”, con suma paciencia cuando observo a la altura de la “Cruz dos Franceses” como otros dos nuevos
peregrinos vienen desde atrás al parecer siguiendo a los dos que ya me preceden.
Ahora es cuando comienzo a pensar que el Camino ha hecho mella en mí después de 19 días recorriendo tierras portuguesas, durante los que creí haber superado
mis peores momentos y encontrarme dispuesto a cubrir este tramo final ya casi en tierras españolas sin ninguna dificultad.

Esta es mi sensación, así que intento desconectar de esa demostración de vitalidad y fortaleza que acabo de presenciar, por lo que me centro en la belleza del recorrido que
ahora lo hace por un inmenso pinar en el que se deja notar el trabajo de los recolectores de su resina, mediante la colocación de recipientes en sus troncos que van
recibiendo tan preciado producto.

Son las 09:30 horas cuando realmente consigo coronar el Alto de la Portela Grande con la sensación de haber salvado un difícil momento, pues la mochila ha
“tirado” de mis espaldas de manera insufrible.
Ahora solo queda acometer el descenso con tanta o mayor prudencia y tranquilidad que la subida, así que me tomo un buen descanso y afianzo el cordaje de mis
botas para evitar movimientos no deseados del pie, pues el Km inicial es el de la pendiente más pronunciada con bastante piedra que al estar húmeda se hace
más resbaladiza y peligrosa, así que haciendo uso de mis dos bastones inicio el descenso.

Así entro en los dominios de la Freguesia de Agualonga por los que transitaré a lo largo de todo este descenso a lo largo del cual se muestran señales
inequívocas del Camino.

A medida que voy avanzando en el descenso, la pendiente se va suavizando al igual que el paisaje y el camino, que poco a poco se torna en una pista cubierta
por hojarasca que hace la función de una excelente alfombra para el descanso de mis pies.

Después de 2 Km de descenso llego a zonas con algunas viviendas, sin embargo continúo por sendas después del cruce de un pequeño vial asfaltado, observando
la presencia de cultivos como las viñas, señal inequívoca de haber abandonado el monte.

Poco antes de dejar el término de Agualonga, ya a 3 Km de la cota del Alto de la Portela Grande, puedo apreciar en una de las viviendas que salpican el
recorrido, la “presunta” existencia de un bar llamado Roulote que también a estas horas está cerrado, aunque por el aspecto más bien parece de temporada,
así que continuo rumbo a Rubiães con un nuevo pero ya suave descenso en dirección al valle.
Otro Km más y salgo durante doscientos metros a la zona asfaltada de la N-201 que rápidamente abandono por la derecha para continuar de nuevo por una cómoda
senda que prácticamente me lleva a las puertas de Rubiães.

Esta pequeña población dispone de un moderno y cómodo albergue que tengo el placer de visitar, aunque a estas tempranas horas estaban acondicionándolo para
la llegada de los peregrinos de este nuevo día, lo que no fue obstáculo para que me sellasen la Credencial y efectuar una breve visita a sus instalaciones.

Después de informarme de posibles lugares de avituallamiento, aunque se ha de tener en cuenta que al no transitar por la carretera N-201 que solo cruzaré de
nuevo se pierden varias opciones, pero merece la pena con tal de pasear por un tramo de la Vía romana y su puente medieval.
Así que nada más dejar el albergue accedo a la N-201 para dejarla por la izquierda 200 metros después. Aquí y a través de la denominada Vía Romana XIX llego
al puente Medieval de Rubiães que salva el cauce del río Coura.

Han sido 900 metros por este bello paraje que me devuelve a un nuevo cruce con la N-201, punto en el que se encuentra el Café Jaime que ya no desaprovecho
para tomar algo más sólido y contundente, además dispone de supermercado.

Al menos eso esperaba, pero la realidad y mi asombro es que el “preciado” bocadillo de queso y chorizo solo se componía de dos finísimas lonchas de queso de
sándwich y tres transparentes rodajas de chorizo, acompañado de cerveza, ¡es increíble que la conocida marca Revilla llegue hasta estos contornos!

Gracias a las reservas que transportaba en mi mochila pude complementarlo con un excelente chorizo que compré el día anterior en Ponte de Lima, ofreciendo
al menos la sensación de que estaba tomando algo más serio y reconfortante, así que aproveché para agotar las reservas de todo lo que transportaba.

Ya algo más satisfecho, retomo el Camino a través de esta denominada Vía Romana a cuya vera se halla este curioso y moderno “monolito” rememorando la
existencia de la “flecha amarilla” por estos lugares del Camino con su original color amarillo.

Aquí comienzo un nuevo ascenso que se prolongará durante 3 Km, aunque en los primeros 1,2 Km iré alternando pista (vía romana) con pequeños tramos de la
carretera N-201.
Una vez que me separo de ella llego a un pequeño núcleo urbano denominado Pecene, exactamente a 2,5 km del punto en que descansé para desayunar, ahora
ascendiendo por una estrecha carretera asfaltada, encontrando una pequeña ermita dentro de una moderna casa solariega y que se denomina “Casa da Capela”,
lugar en el que también es posible encontrar alojamiento.

Aunque no todas las construcciones de esta pequeña aldea son de tan reciente construcción, conservando algunas de ellas su sabor imagen tradicional y
servicios públicos que aún mantienen su apropiado uso.

Ya solo quedan 800 metros de ascenso hasta llegar a São Bento, otro pequeño núcleo urbano en plena cima del puerto pero que al encontrarse en plena
carretera N-303 dispone de varios establecimientos hosteleros con excelente aspecto, pudiendo distinguir en la terraza de uno de ellos la presencia de
un peregrino que en esta ocasión va acompañado de un bonito perro.

También dispone de una monumental iglesia dentro de un entorno privilegiado con una gran escalinata de acceso y que como habitualmente sucede en la mayoría
de los casos se encuentra cerrada, aunque sea el mediodía y su nombre indique todo lo contrario “Igreja de São Bento da Porta Aberta”.

Continúa el Camino bordeando la iglesia por su lateral izquierdo para iniciar un bonito descenso disminuyendo la cota de altura en 200 metros a lo largo de
3 Km.
La pista forestal vuelve a ser un lugar encantador para caminar y no solo por su entorno, sino también por la delicadeza de su piso de tierra, aunque estén
aprovechando el maravilloso día para la quema del ramaje seco de los montes.

Así después de 1,4 Km paso por la aldea de Gontomil para continuar descendiendo hasta llegar a otra nueva aldea, en este caso se trata de Pereira, a cuyo
paso encuentro una monumental “alminha” patrocinada por una congregación alemana.

Todavía entre edificaciones de esta aldea por la calle principal de Pereira y poco antes de desembocar a la carretera N-512, sale un desvío muy breve a la
derecha en el que a través de unas placas de piedra que van bordeando una acequia hago un breve descanso para refrescarme y lavarme las manos que aún
denotan los restos de las algunas naranjas que he consumido, viendo como hay un peregrino que me precede caminando.
Este “refrescante” desvío de apenas 200 metros me deja definitivamente en la carretera N-512 acercándome a la siguiente población que se trata de Fontoura
sin que se interrumpan prácticamente las edificaciones, aquí ya puedo observar la presencia de la peregrina que me precede y que se trata de mi “vecina” del
último albergue que me lleva unos metros de delantera.

El paso de la carretera da vida a las poblaciones, lo que en esta ocasión se nota por la existencia de algunos servicios y bares.
Junto a la carretera hay también una pequeña ermita que a sus espaldas tiene un amplio cementerio que a su vez está unida a la iglesia de la población.

Ha sido un Km a través de la N-512, al cabo del cual he coincidido con la peregrina que me precedía y que efectivamente se trata de quien imaginaba.
Después de saludarnos, ninguno de los dos tenemos inconveniente en compartir un tramo de Camino, pues ya nos vamos aproximando a la Valença do Minho, así que
abandonamos la N-512 para continuar por una vía asfaltada durante 1,8 Km a través del término de Paços.
Se trata de Daniela y me ha sorprendido encontrarla, pues con la velocidad a la que me adelantaron en el ascenso al Alto de la Portela Grande ya imaginaba
que ella y su grupo deberían incluso haber finalizado la etapa.
Me indica que camina sola y que el grupo había sido una coincidencia, pero ahora lo que realmente le sucede es que lleva los pies bastante doloridos y ha
tenido que aminorar el paso y descansar en varias ocasiones.
Nos vamos contando nuestros “Caminos” y nuestra procedencia, resultando que ella inició su caminar en Ponte de Lima, siendo hoy su primera etapa y “bautizo
peregrino” por estas maravillosas Rutas Jacobeas.
Después de estos 1,8 Km de asfalto tomamos una desviación a través de un camino de tierra en la misma dirección norte que llevamos, observando al inicio del
mismo la existencia de una bonita casa de recreo con un precioso patio delantero con mesas y sillas en las que poder descansar un rato y refrescarnos, además
Daniela debe llevar los pies demasiado doloridos en función de la enorme etapa que llevamos y el peso que transporta, que unido a su rebosante vitalidad y
juventud, el trayecto e inicio del Camino le han gastado una mala pasada.
Esta casa de recreo en la que su propietario es canadiense, recientemente he conocido que se trata del Albergue de la Quinta Estrada, atendiendo en el amplio
patio terraza de la casa nuestra solicitud de unas cervezas, a la vez que coincidimos con una pareja francesa que continuaba camino antes de hacerlo nosotros.
A la hora de abonar lo consumido el canadiense estaba ilocalizable, a pesar de nuestra infructuosa búsqueda por patios y jardines, hasta que finalmente
apareció, indicándonos que se abonara lo que voluntariamente estimásemos por lo consumido, de manera que dejamos nuestra aportación voluntaria de acuerdo
con su sugerencia.
Continuamos camino por este camino de tierra durante un Km hasta llegar a la carretera M-1057 que cruzaremos para continuar en dirección norte ahora por una
vía empedrada mejor que adoquinada, pues su suelo lo componen pequeñas piedras de múltiples y variadas formas y que nada ayudarían a los doloridos pies de
un peregrino durante los 700 metros que dura su recorrido.
Volvemos a cruzar otra pequeña vía asfaltada manteniendo la dirección iniciando ahora una buena pista de tierra que da sosiego a nuestros pies y relajación
al caminar durante 900 metros, apareciendo ya edificaciones industriales y comenzando una pista asfaltada que al cabo de 150 metros desemboca en la transitada
carretera N-13 en la población de Tuido.
Tomamos la N-13 a la derecha por suerte solo durante 100 metros hasta llegar a una rotonda en la que se toma la salida de la izquierda para caminar ahora por
una calle adoquinada durante 600 metros hasta llegar a la “Capela do Senhor do Bonfim”, lugar en que se toma a la izquierda por delante de la fachada principal
de la capilla.
Prácticamente estamos en Valença do Minho puesto que las edificaciones no cesan durante los 3 Km que restan hasta llegar a las puertas del Albergue de São Teotónio,
situado en las inmediaciones del recinto amurallado de la ciudad justamente frente a la entrada en su cara sur y al lado de los Bombeiros Voluntarios, aunque hemos
tenido cierta dificultad para su localización.

El albergue se encuentra cerrado cuando son las 15:15 horas, así que ante mi sorpresa encontramos a las puertas del albergue a tres peregrinos portugueses
que según Daniela eran los integrantes del cuarteto que componía la “locomotora” que de manera impresionante subía por las rampas del Alto de la Portela
Grande, sin embargo la intención de este trio era continuar al menos hasta Tui.

Después de despedirnos de estos “tragamillas”, Daniela optó definitivamente por quedarse en este albergue mientras que yo preferí descansar un rato y comprobar
cuando abriesen el albergue si era la responsable una hospitalera a la que conocí en Lisboa.
Durante la espera a las puertas del albergue llegan algunos peregrinos más y aquí recibo una nueva y agradable sorpresa, aparece un peregrino al que jamás
imaginé aquí, se trata de Thomas (el americano), a quien conocí en Tomar y que esa noche pernoctamos en el albergue de Alvaiazere, esta es otra de las
maravillas del Camino.
Así que amenizamos la espera charlando relajadamente, aunque ya alguna sin el peso de la mochila, dejando que los pies sintieran la satisfacción del descanso
después de una dura etapa.

Bien pasadas las 16 horas finalmente abrieron el albergue y para mi desencanto era un hospitalero quien gestionaba el albergue, pues resulta que tuve un error
al confundir Valença do Minho con Viana do Castelo, lugar en que realmente hacía su labor de hospitalera mi conocida de Lisboa.
Hizo acto de presencia otro hasta ahora desconocido peregrino para mí, se trata de José Luis, vallisoletano, que también comenzó el Camino en Lisboa y que al
parecer ya había coincidido con Kim en alguna ocasión. La verdad es que en estos primeros momentos poco se podía hablar con él, pues era todo nervio y actividad,
solo hablaba, organizaba e impartía directrices, por esta circunstancia lo asociamos con el “abuelo cascarrabias” personaje de comic.
Como la presencia de peregrinos conocidos ha ido aumentando con la llegada de Patricia& Paul, Tatiana&Bruno, Thomas y Kim, decido definitivamente alojarme en
este albergue, así que después de registrarme tomo “posesión” de mi litera en una sala en la que densidad de las mismas es bastante elevada y los espacios
libres mínimos.
Aprovecho la tarde en compañía de otros peregrinos para hacer unas compras en uno de los inmensos supermercados existentes en las proximidades, decidiendo
suprimir la comida formal dada la hora y realizar una buena y temprana cena.
Con ese objetivo nos organizamos y a sugerencia de Paul&Patricia reservamos en un restaurante situado ya en Tui en el que poder degustar algunos platos de
cocina española.
Paul gestionó la presencia de un taxi portugués para que nos llevase a los seis participantes hasta el otro lado de la frontera, en cargándome yo de la
reserva en la Taperia A Esgalla, más que nada por la similitud idiomática.
La cena fue todo un éxito a pesar de la variedad culinaria a la que podíamos responder cada uno de los partícipes que fuimos seis: Patricia, Paul y Daniela
(Portugal), Thomas (Estados Unidos), Kim (Corea del Sur) y un español.
Iniciamos la cena con unos entrantes compuestos por tablas de ibéricos y quesos variados, continuando con un excelente arroz caldoso que hizo las delicias de
todos y que de manera excepcional complació a Kim. Lógicamente todo ello regado con unos vinos blanco y tinto, finalizando con un surtido variado de postre
y unos chupitos de aguardientes gallegos variados (orujos gallegos).

Pero no solo he de destacar el buen ambiente vivido y la fenomenal atención recibida en el restaurante, que de manera incondicional se ofrecieron a llevarnos
de regreso al albergue para lo que tuvo necesidad de efectuar dos viajes. ¡Muchas gracias!
Después de una larga pero preciosa etapa, creo que la más bonita del Camino Portugués desde Lisboa, y una excelente cena en buena compañía, regresamos al
albergue para descansar.
Todo está en silencio y la sala de literas bastante repleta de peregrinos, no obstante a pesar de lo tardía de la hora “migré” a la litera existente junto
a la puerta con el fin de simplificar la salida del día siguiente, aunque los aseos los teníamos en el otro extremo, siendo necesario cruzar toda la sala.
¡A descansar! Han sido muchos días de soledad y ahora entre tanto peregrino es una nueva y agradable realidad.
Albergues de la Etapa y otros alojamientos:
-Quinta da Preza
Localización: Rua de Cabanas, nº845
Paredes de Coura, junto al Camino en margen izquierdo
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 960 268 724
São Roque:
-Albergue Alojamiento Local de Constantino
Localización: Estrada de São Pedro de Rubiães, 2106
Junto al Camino y EN-201, margen izquierdo
Propiedad y Gestión: Privada (alquiler de habitaciones)
Tel.: (+351) 968 432 059
-Pensão Repouso do Peregrino
Localización: Estrada de São Pedro de Rubiães, 2192
Junto al Camino y EN-201, margen izquierdo
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 251 943 692 / (+351) 911 136 984
-Quinta da Gandra
Localización: Junto a N-301
A 800 metros del Camino
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 938 310 855
-Quinta das Leiras
Localización: Caminhos de Santiago de Rubiaes 576 - Paredes de Coura
Junto al Camino
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+49) 174 3239436
-Casa da Oliveirinha
Localización: Quinta da Breia Rua de Trulhe de Cima, 216
A 900 metros del Camino
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 917 600 160
-Casa das Lages
Localización: Caminho de Santiago nº 550
Junto al Camino
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 964 936 366
Rubiães:
-Albergue de Peregrinos de São Pedro de Rubiães
Localización: EN - 201
A la entrada de la población, junto al Camino
Propiedad y Gestión: Municipal
Tel.: (+351) 917 164 476
Inaugurado en 2006
-Ninho – The Pilgrim Nest
Localización: Estrada de São Pedro de Rubiães, 695
Junto a EN-201 y Camino
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 916 866 372
-Casa Alojamiento Local de São Sebastião
Localización: Estrada de São Pedro de Rubiães
Junto al albergue municipal
Propiedad y Gestión: Privada (alquiler de habitaciones)
Tel.: (+351) 251 941 258 / (+351) 962 830 024
São Bento da Porta Aberta:
-Casa da Capela
Localización:Pecene - Cossourado
Junto al Camino y 550 metros antes de São Bento da Porta Aberta
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 251 782 005 / (+351) 919 117 640
Fontoura:
-Quinta da Casa Alta
Localización: San Miguel de Fontoura
A 600 metros del Camino
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 251 839 132 / (+351) 918 991 802
Paços:
-Albergue Quinta Estrada Romana
Localización: junto al Camino
300 metros después de Paços
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 251 837 333 / (+351) 913 401 395
Inaugurado el 30 de Octubre de 2013
Pedreira:
-Quinta do Caminho
Localización: Caminho de Santiago, Nº 2417 - Cerdal
Junto al Camino, margen izquierdo
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 251 821 183
Valença do Minho:
-Albergue de Peregrinos São Teotónio
Localización: Av. José Maria Gonçalves, 10
A 500 metros del acceso a la Fortaleza
 Propiedad y Gestión: Municipal
Tel.: (+351) 961 168 501 / (+351) 251 826 286
Inaugurado en 2005
-Residencial Portas do Sol
Localización: Rua Conselheiro Lopes da Silva 51
Dentro de la Fortaleza
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 251 837 134 / (+351) 965 851 667
-Residencial S. Gião
Localización: Avenida de S. Teotónio 17
A 450 metros del acceso a la Fortaleza
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 251 030 040
-Hotel Val Flores***
Localización: Avenida dos Bombeiros Voluntários (EN 101)
A 550 metros del acceso a la Fortaleza
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 251 824 106
-Hotel Lara***
Localización: Avenida dos Bombeiros Voluntários 4930-645
A 600 metros del acceso a la Fortaleza
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 251 824 348
-Hotel Valença do Minho***
Localización: Avenida Miguel Dantas Valença,4930-678
A 1,4 Km del acceso a la Fortaleza
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 251 824 211 / (+351) 251 824 392
-Pousada de São Teotónio****
Localización: Baluarte do Socorro
Dentro de la Fortaleza
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+351) 251 800 260
Nota sobre alojamientos en Portugal:
- Bombeiros Voluntarios: no es obligación de este cuerpo el alojar peregrinos. Es necesario avisar con varios días de antelación y estar dispuestos a recibir una
respuesta negativa. Su "colaboración" consiste en ofrecer un colchón o un espacio, ducha o acceso a casa de baños. No obstante, es aconsejable llevar una
esterilla. Las condiciones e instalaciones no son las apropiadas, es preferible evitar alojarse en estos lugares, además habitualmente no son
gratuitos. Como emergencia es válido antes que dormir a cielo abierto.
-Pousadas de Juventude: durante la reserva previa es conveniente informar de que se es peregrino. No es necesario el carnet de alberguista, es suficiente con la credencial.
-Hostel o Pensão: es conveniente mostrar la credencial, normalmente ofrecen decuentos a peregrinos.