EL CAMINO PORTUGUES DE LA COSTA




Día 6º: Caminha - Viladesuso: 21 Km





Hoy me levanto a las 06:45 horas y prácticamente todos los peregrinos estamos ya de pie. La mañana está lluviosa.





Cruzo la glorieta perpendicularmente para proseguir por la denominada “Rua Entre Quintas”, que resulta ser una vía empedrada que discurre entre los paredones de las distintas fincas que la bordean.





Abandonamos el albergue Misaki y yo con la suficiente antelación, lo que nos permite localizar el embarcadero del que ha de partir la lancha, pues realmente se encuentra cerca, solo a 400 metros del albergue.

Al llegar con mucha antelación, tuvimos que buscar resguardo en las proximidades, pues no cesaba de llover, mientras tanto llegaron otros peregrinos que no habían reservado el embarque, no obstante, hay bastante competencia entre las distintas personas que se dedican a cruzar el río, así que llegó un vehículo ofertándonos el viaje con ellos, sin embargo, nosotros nos mantuvimos a la espera del viaje contratado, en tanto que los otros peregrinos se marcharon.

Llegada la hora apareció una lancha junto al embarcadero, su tripulante nos identificó como clientes que habíamos reservado el viaje, permitiéndonos el acceso a la lancha. Mientras tanto sigue lloviendo.





El recorrido del trayecto marítimo que separa Caminha (Portugal) de A Guarda (España), cruzando la desembocadura del Miño, es de apenas 2 Km, sin embargo, la velocidad a la que hicimos la travesía en la que la lancha saltaba como una “planeadora”, junto con la desfavorable meteorología, convirtieron el “paseo” en un verdadero suplicio de saltos y agua que nos empapaba, tanto la procedente de la lluvia como la que la lancha levantaba del río y que también nos salpicaba.

Desgraciadamente la situación nos permitió disfrutar de este recorrido marítimo como hubiésemos deseado en un día tranquilo y soleado.

Nada más llegar a la otra orilla, ya en España, desembarcamos rápidamente, localizando la ruta de salida del puerto e iniciando el ascenso hacia la población a través de la vía asfaltada denominada Paseo de Portugal.

Después de 2 Km de ascenso y lluvia, accedemos al núcleo urbano de La Guardia, localizando poco más adelante, en una zona más céntrica, una pastelería cuando son las 09:15 horas, lo que nos permitiría desayunar y despojarme por unos momentos prendas como chubasquero y cazadora, totalmente empapadas al igual que el resto de prendas que vestía.

El desayuno en esta cafetería pastelería Alameda, donde nos atienden fenomenalmente, disfrutamos de un buen café con leche y unas tostadas de tomate, jamón y aceite, a cubierto de la lluvia, pero con su permanente presencia desde el hall porticado donde nos habíamos aposentado.





Dado el estado de mojadura que llevaba, me interesé ante la persona que gestiona esta cafetería por un lugar donde poder provisionarme de alguna protección para la lluvia, ya que la que porto, bien por la intensidad de la lluvia y travesía marítima o por la antigüedad del material usado, las prendas pueden estar casi inservibles. Agradecí la información facilitada.

Al terminar el desayuno, proseguimos caminando por el área urbana de acuerdo con el trazado del Camino y al localizar el establecimiento recomendado, me despido de Misaki para no retenerla en mis gestiones para comprar algún protector para la lluvia.

Tuve la gran fortuna de dar con el establecimiento apropiado, se trata del comercio Confecciones Berrydi, donde me atienden fantásticamente y me doto de una nueva chaqueta chubasquero/cortavientos que me permite con mi doble capa impermeables, evitar que me traspase la lluvia.

Llegó el momento de proseguir caminando de acuerdo con las indicaciones del Camino, pero unos metros más adelante, un cartel informativo adosado en unos contenedores de basura me indica: “Camino de Santiago desviado por alerta costera. Siga la flecha”.





No queda más remedio, la naturaleza manda, así que en mi primer día por España no me queda más remedio que caminar por el asfalto de la carretera.

Inicialmente camino por esta Rúa de Galicia, ya coincidente con el trazado de la carretera PO-552, durante los 1,3 Km en que todavía discurre por las últimas edificaciones de la población de La Guardia.

Uno vez abandonado todo vestigio de construcciones aledañas, ya en plena carretera PO-552 (Carretera de Bayona a La Guardia), prosigo con sumo cuidado por el arcén de es esta carretera durante otros 400 metros, al cabo de los cuales, se abre a la izquierda una explanada en la que se encuentra el mirador denominado “Miradoiro das Lucensas”, desde donde puedo admirar la cercana costa, pero continúa lloviendo.

La parte positiva es que, a partir de esta explanada, por el lateral izquierdo de la carretera según mi sentido de marcha en dirección norte, una amplia y marginal pista peatonal comienza su itinerario por esta carretera.

Ahora me enfrento a un más que considerable tramo recto de 1,8 Km, intentando resistir al viento y agua que no cesa, aunque en este caso la abundante vegetación y arbolado de la falda de la colina por lo que transito, me protege del viento en ocasiones.

Después de esto 1,8 Km llego a otra explanada en el margen izquierdo de esta carretera, se trata del Área de Descanso para Peregrinos de San Atilano, amplio espacio verde equipado con mesas y bancos para descansar, pero en mi caso el tiempo no acompaña para efectuar parada alguna.

Otro nuevo tramo, ahora de 1 Km hasta llegar a otra nueva explanada, siempre situada en el margen izquierdo de acuerdo con mi sentido de marcha y con espectaculares vistas sobre el océano, se trata del Mirador de Punta Bazar, sin embargo, la climatología sigue sin permitirme relajo alguno.

Un nuevo tramo de 1,7 Km hasta llegar a la barriada de Portecelo, perteneciente al municipio de O´Rosal, en la que esta carretera atraviesa longitudinalmente las edificaciones diseminadas por la zona.

Una suave curva a la izquierda y contra curva a la derecha me sitúan ante otra inmensa recta por la que camino en dirección norte durante los siguientes 2,9 Km, comprobando como otros peregrinos siguen este itinerario recomendado, al cabo de los cuáles y cuando se acaba de superar el mediodía, llego a una indicación del Camino que me anima a abandonar la carretera y esta pista peatonal para aproximarme a la costa durante un tramo.

Dado que la climatología ha mejorado y ha dejado de llover, me animo a efectuar este pequeño “escarceo” costero, ya que tampoco ofrece demasiado peligro esta zona, comenzando un suave descenso entre algunas edificaciones, con unas vistas espectaculares, hasta bordear las roscas que aún distan unas decenas de metros de la senda por la que transito, ante la presencia del enfurecido océano.





En este breve recorrido bordeo el denominado Jardín Meditativo del Caminante sin apenas detenerme, pues 300 metros después la senda comienza a distanciarse de la costa, iniciando un fuerte pero bonito ascenso, a través de una senda enlosada con grandes placas de piedra granítica que al menos evitan el embarrado existente, a la vez que comienza nuevamente a llover.





La excursión fuera del trazado de esta carretera PO-552 apenas ha supuesto un recorrido de 1,2 Km, pero la belleza del lugar ha merecido la pena, retornando de nuevo a la pista peatonal de la carretera PO-552, en una nueva explanada existente con un amplio mirador que nuevamente me permite contemplar estas maravillosas vistas con el color plomizo del cielo en el horizonte.





Un nuevo tramo, aunque breve, de solo 750 metros por la pista peatonal de esta carretera PO-552, hasta llegar a un nuevo desvío pero que en este caso obligatoriamente debo temar para proseguir por la ruta del Camino sin obligarme a transitar por zonas costeras peligrosas.





El mojón señalizador de este Camino Portugués de la Costa me indica que me encuentro aún a 149,890 Km de Santiago de Compostela, aunque ya por tierras gallegas.





Inicio el desvío descendiendo por una estrecha carretera asfaltada que avanza en dirección al municipio de Oia. Apenas 210 metros desde que tomé la desviación, la presencia de una pequeña edificación me llama la atención, se trata de la Ermita de San Sebastián, situada al final del barrio del Arrabal y originariamente dedicada a San Antón.

En 1770 se reedifica y se traslada una imagen de San Sebastián que se encontraba en la antigua ermita del barrio de la Portela (Burgueira), tal como reza en la inscripción conocida de su dintel, y la documentación de la Cofradía de los Santos Antonio y San Sebastián.





Su puerta de acceso se encuentra abierta, lo que me permite visitar su sencillo interior y sellar la Credencial con el sello que amablemente hay allí depositado, por lo que todos los peregrinos debemos concienciarnos y ser los mejores guardianes tanto del lugar como de toda la imaginería y mobiliario existente.





Desde luego la ubicación de la ermita es muy singular, su emplazamiento ofrece una panorámica espectacular, con la cruz situada en el centro de la parcela que se abre al océano.





Prosigo caminando durante otros 600 metros hasta adentrarme en el singular núcleo urbano del municipio de Oia por su vertiente costera.





Este bonito pueblo, que atesora numerosas huellas del pasado. Su ubicación es única, enmarcado por las montañas de la “Serra do Graba” y una franja costera rocosa por donde discurre la “Costa dos Castros”.

Oia resultó ser un lugar habitado en época romana, conservándose restos de salinas en Mougás y Viladesuso, además de restos de una explotación minera en Burgueira. La vitalidad comercial de la época repercutió en la red viaria, siendo aprovechada y mejorada después por el Monasterio.

Será sin duda el impulso monacal el que dotará a este territorio de su monumento más extraordinario: el Monasterio.

Las particularidades sociales, religiosas y económicas de Galicia entre los siglos X y XII favorecieron la creación de un núcleo de población en torno al Monasterio y la iglesia monástica, que crecería hasta convertirse en la futura villa.

Los frecuentes ataques piratas a las costas gallegas y la adaptación a la orden del Cister, motivaron la construcción del nuevo monasterio e iglesia, más cercano a la costa y concebido como fortaleza, finalizado en la primera mitad del siglo XIII. Desde el inicio de la actividad del monasterio, hay constancia de la existencia de armamento y artillería de defensa en el propio monasterio y en sus alrededores, dándose a conocer a los religiosos como “monjes artilleros”.

Las escrituras de armas relativas a las hazañas guerreras vividas, motivaron que el rey Felipe IV concediera a la iglesia monástica el título de Santa María la Real de Oia, confirmando el título ya existente de Monasterio Imperial y Real.

Sería con la desamortización de Mendizábal en 1835, la que supuso el final de la vida Cisterciense en el conjunto arquitectónico. Tras este periodo convulso, el monasterio y sus bienes pasaron de mano en mano, llegando incluso a un intento de prenderle fuego por disputas con los ex alguaciles.

Durante el pasado siglo XX, llegó a ser gestionado por una comunidad de jesuitas portugueses, alquilando el edificio a sus propietarios para construir un colegio, iniciándose las obras de restauración y acondicionamiento del conjunto, hasta que estos religiosos en 1932 fueron expulsados de España y los gobiernos de la República nacionalizaron todos sus bienes.

Una vez superada una época de desmantelamiento por los propios vecinos para usar los materiales en la construcción y el uso incluso como prisión durante la Guerra Civil, el monasterio, en lamentable estado, retornó a los herederos de su antiguo propietario, pasando por varios hasta llegar a los actuales propietarios particulares.





En esta zona detecto algunos establecimientos abiertos, lo que me permite contactar con uno de sus habitantes, ya que tengo la intención de finalizar aquí la etapa e intento localizar un lugar económicamente asequible donde pernoctar.

Amablemente me informa donde se encuentra situada la casa “La Cala – A Pilgrim´s Inn”, por lo que decido acercarme para consultar la posibilidad de hospedaje, sin embargo, su propietaria, que resulta ser una chica americana, me informa que estos días ha decido tomar unas vacaciones y no recibe peregrinos, así que después de agradecer la información y lamentar mi infortunio, retorno a la zona habitada junto a al acceso a la rampa que hace de mini puerto y lo pocos establecimientos abiertos.





De regreso a este sencillo y verdaderamente singular paseo marítimo, vuelvo a coincidir con la persona que me informó de la ubicación del alojamiento para peregrinos, comentándome que la única posibilidad de encontrar algún alojamiento asequible sería continuando hasta la próxima población, Viladesuso. Consecuentemente antes de proseguir contacto telefónicamente con el Albergue da Estrela para asegurar el alojamiento.

Después de agradecer a mi informador la atención y ayuda prestada, me sugiere que aproveche el momento para caminar, pues ha cesado la lluvia por ahora. Así que no me entretengo ni a tomar una cerveza, pues son las 13:15 horas e intentaré llegar a comer allí.

El recorrido se inicia por la pista que discurre pegada a la orilla del mar, junto mini puerto existente, pasando justamente junto a los muros de monasterio, permitiéndonos una imagen de la otra cara de este monumento y que claramente muestra su deficiente estado de conservación.





Un suave ascenso por pista asfaltada y el mojón indicador del Camino advierte cuando hemos recorrido apenas 300 metros que hemos de tomar el desvío de la izquierda, para continuar caminando por la zona costera.





Atrás queda la imagen de este pintoresco lugar y la presencia en la lejanía de otros dos peregrinos.





La lluvia ha desaparecido, aunque el estado de la mar sigue siendo agitado.





Mientras voy caminando observo con satisfacción que se va aproximando Misaki, lo que nos permite seguir caminando juntos durante el resto de etapa, cuando apenas nos quedan apenas 3 Km por recorrer hasta llegar a las puertas del Albergue da Estrela.





El albergue está situado junto a esta carretera PO-522, en esta zona costera de la población de Viladesuso, cuyo núcleo urbano central se encuentra en la falda de la colima, unos 750 metros al oeste.

Sin embargo, en esta zona es donde se encuentra la mayor parte de los establecimientos hosteleros, incluidos los dos albergues de peregrinos. Exactamente estamos situados todavía a 144,950 Km de Santiago de Compostela tal y como refleja el mojón del Camino.





Después de registrarme en el albergue, nos asignan una habitación con seis plazas en litera, ocupando cuatro de ellas pues somos dos chicas chinas, Misaki y yo.

Hoy resulta que solo está abierto el café bar Sal de Mar, al que nos encaminamos para comer, ya que se encuentra solo a 200 metros del Albergue. Comprobamos que están allí comiendo los cinco peregrinos menorquines, aunque ellos continuaran etapa en el día de hoy.

Llegó la hora de comer y nos sentimos sorprendidos porque acaban de cerrar la cocina y solo nos pueden ofrecer algo de tortilla con chorizo y una ensalada. Nuestra ilusión por hacer una comida propia de tierras gallegas, por ahora se ha visto frustrada.





Regresamos al albergue después de mal comer, conociendo ya a los propietarios del albergue que a nuestra llegada estaban ausentes y que amablemente nos atienden. El número de peregrinos se incrementa con la presencia de otros seis peregrinos de distintas nacionalidades, ya superamos la decena de peregrinos.

La tarde se presenta agradable y sin lluvia, tal y como puedo comprobar desde la terraza y amplias cristaleras del albergue, por lo que decido dar un paseo por la zona, al menos a lo largo de esta carretera PO-552.





Durante el recorrido del paseo compruebo la proximidad del otro albergue en el que observo que se hospedan algunos peregrinos conocidos, se trata del Albergue Camino Portugués.





Muy cerca, en las inmediaciones se encuentra el único hotel de la zona, aunque en la otra vertiente de la carretera.





También me da tiempo comprobar la existencia de un típico restaurante en el que poder degustar una alimentación más acorde con el entorno, pero para mí mala suerte hoy se encuentra cerrado, aunque habitualmente ofrece un buen menú, además de la posibilidad de comer a la carta, pudiendo además degustar sus buenos pinchos y tapas. Se trata del Restaurante Lorena.



Después de recorrer esta amplia recta de la carretera PO-552, llega el momento de regresar al albergue antes de que anochezca y por suerte no me ha llovido.

Con el conocimiento del horario de cocina, decidimos acercarnos nuevamente al bar que visitamos al medio día con el fin de conseguir una cena de comida caliente.

A nuestra llegada nos sorprende la presencia de los peregrinos de las distintas nacionalidades que se hospedan en el albergue y que nos invitan compartir mesa. Fue una bonita y agradable compañía, aunque seguimos sin conseguir un “caldito gallego”, finalmente nos conformamos con una excelente hamburguesa y una buena sobremesa, aunque realmente distante de la buena cocina gallega.

Al final de la “cena”, regresamos al albergue ya con la idea de retirarnos a descansar tras el día vivido de incesante lluvia.



Mi sugerencia: Salvo por inclemencias meteorológicas, preferible hacer el recorrido bordeando la costa donde lo permite.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

A Guarda:
-Albergue de Peregrinos de A Guarda
    Localización: Rúa Puerto Rico, 7
    270 metros al norte de la Praza do Reloj
    Propiedad y Gestión: Municipal
    Tel.: (+34) 619 25 80 75
    Inaugurado en 2010

-Albergue O Peirao/
    Localización: Calle Oliva, 43
    230 metros al oeste de la Praza do Reloj
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 682 19 01 02
    Inaugurado en 2019

-Hostal del Mar**
    Localización: Baixada a Praia, s/n
    1,2 Km al noroeste de la Praza do Reloj: a la salida de la población
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 646 24 02 75

-Hotel Brisamar*
    Localización: Calle Donantes de Sangue, 72
    1,3 Km al norte de la Praza do Reloj: a la salida de la población
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 986 611 999 / (+34) 986 613 901

-Hotel Eli-Mar***
    Localización: C/ Vicente Sobrino, nº 12
    130 metros al norte de la Praza do Reloj
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 986 613 000

-Hotel Convento de San Benito**
    Localización: Rúa Concepción Arenal, 5
    200 metros al sur de la Praza do Reloj
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 986 611 166

-Hotel Bruselas**
    Localización: Orense, 7
    350 metros al noreste de la Praza do Reloj
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 986 61 45 21

-Hotel Vila da Guarda**
    Localización: Rúa Tomiño, nº 8
    400 metros al este de la Praza do Reloj: a la entrada de la población
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 986 611 121

-Hotel Celta**
    Localización: Rúa De Galicia, 53
    450 metros al noreste de la Praza do Reloj
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 986 610 445



Oia:
-La Cala - A Pilgrim's Inn
    Localización: Calle Laurel, 22
    Área urbana
    Propiedad y Gestión: Privada
    

-Casa Puertas
    Localización: Vicente López, nº7
    Centro urbano
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel: (+34) 986 362144 / (+34) 666 077 636

-Hotel A Raiña **
    Localización: Rúa A Riña, 21-B
    550 metros al norte del núcleo urbano: a la salida de la población
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 986 362 908



Viladesuso:
-Alojamiento Camino Portugués Oia
    Localización: Rua O Serrallo, 12
    Junto al Camino
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 886 133 252 / (+34) 604 036 290
    Inaugurado en 2018

-Albergue da Estrela
    Localización: Estrada Vella, nº 2
    Junto al Camino
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 649 286 110
    Inaugurado en 2022

-Hotel Glasgow***
    Localización: Estrada Baiona A Guarda, 103
    Junto al Camino
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 986 361 552

-Hotel Costa Verde***
    Localización: Estrada Xeral, 168
    190 metros al oeste del Camino
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel: (+34) 986 361 561