CAMINO DEL SALVADOR (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)
Día 6º: Bendueños (Erías) - Pola de Lena: 10,3 Km
Amaneció rápido, o al menos eso me pareció, pero la realidad es que hoy, a las 07:30, ya había desayunado y solo quedaban por abandonar el albergue
Rita y Luc, los demás se me han anticipado.
Me pongo en Camino ya con buena luz del día y todo perfecto hasta llegar a Bendueños, incluso me deleité recorriendo esta diminuta aldea y observando
sus tradicionales hórreos, en este caso una "panera".
En el momento de abandonar la aldea me comienzan a surgir las dudas respecto al itinerario, puesto que ayer este tramo lo realicé en vehículo y con
la conversación que mantenía con Sandra, no tuve la precaución de fijarme al menos un poco en el mismo, solo recordaba una subida desde Erías y una
posterior bajada hacia Bendueños.
Así que después de tomar la única posibilidad de salida de Bendueños, inicio un ascenso por esta vía asfaltada, pero mi sentido de la orientación me
hacía notar que la dirección era opuesta a la que debía seguir, aunque esta preocupación despareció después de caminar aproximadamente 1 Km y
observar que, ya iniciando el descenso, la carretera da un giro de casi 360º hacia la izquierda y comienzo a divisar Erías apenas distante 400 metros.
Efectivamente, casi de inmediato entro en Erías y me incorporo al trazado del Camino, llevándome la señalización a bordear la población e inmediatamente
tomar una senda en ascenso que me permite disfrutar de una bonita panorámica, quedando atrás su núcleo urbano.
El ascenso es breve, apenas 300 metros, transitando la senda por una zona boscosa en la que el suelo es una sensacional alfombra de mullida hojarasca
e iniciando ahora un pronunciado y peligroso descenso, debido a la humedad de la mañana y la hojarasca del suelo, que se convierte en una trampa
resbaladiza como una pista de patinaje.
Este tramo de 1 Km es necesario y conveniente realizarlo con la máxima precaución con el fin de evitar un desagradable incidente y rodar por los
suelos.
Al fin entro en Campomanes, población que dispone de prácticamente todo tipo de servicios, pero apenas me detengo, así que continúo cruzando la
población de sur a norte, para abandonarla después de salvar el cauce del río Pajares. Atrás queda la población de Campomanes.
En este punto hay que estar atentos para tomar el desvío inmediato existente a la izquierda, realizando un giro de 360º y dejando la denominada
calle de la Estación.
Aquí comienza una pista asfaltada, con quitamiedos de madera, que discurre paralela a la ribera del río, de acceso muy restringido de vehículos, usada por los lugareños para realizar
paseos deportivos y como zona de esparcimiento.
A escasos metros del inicio de mi andadura por esta pista se produce la confluencia del río Pajares con el río Lena al que vierte sus aguas.
Esta tranquila pista casi de exclusivo uso peatonal, mantiene su firme de asfalto durante 1,2 Km, continuando posteriormente como pista de tierra con
excelente firme, toda ella junto a la ribera del río Lena por la izquierda y paralela por la derecha, aunque a escasa distancia, a la vía férrea.
Este trayecto es un continuo tránsito de personas que con sus idas y venidas realizan unos ejercicios físicos matinales.
Finalmente, a la altura de la población de Vega del Rey, en la otra ribera del Lena, de nuevo incorporados al asfalto, desembocamos en la carretera
LN-4, donde se ha de tomar a la derecha para salvar la vía férrea a través de un paso subterráneo.
Nada más salir del paso subterráneo, hay que tomar a la izquierda la senda existente, perfectamente señalizada con flechas amarillas, con un piso
formado por losetas de piedra e iniciando un muy pronunciado ascenso que conduce hasta la hermosa Iglesia prerrománica de Santa Cristina de Lena.
Este ascenso hay que tomarlo con tranquilidad por su enrevesado trazado, además de evitar cualquier resbalón en su suelo empedrado.
A medida que vamos ascendiendo, la panorámica de la zona se amplía hacia el norte, donde el verdor de sus prados se ve interrumpido por carreteras y línea férrea.
El ascenso continúa, intentando salvar un desnivel de 30 metros en apenas 300 metros de recorrido, pero la proximidad de la ermita da ánimos.
Finalmente, cuando van a ser las 09:30 horas, me encuentro ante esta joya del prerrománico asturiano, declarada Monumento Nacional en 1885 y
Patrimonio de la Humanidad en 1985.
Su enclave es espectacular, en plena colina sobre el valle del Lena, su vista posterior da una idea de la situación y el encanto del lugar.
Sin embargo, en parte me siento insatisfecho ante la imposibilidad de acceder a su interior, ya que a estas horas el monumento está cerrado, aunque
hubiese merecido la pena esperar pacientemente a su apertura.
Aunque no existe referencia documental de la época, se considera como la última construcción del periodo ramirense, pudiendo haberse desarrollado su
la misma durante el reinado de Ramiro I (842 – 850) o de su sucesor Ordoño I (850 – 866).
Llegó el momento del descenso en dirección al valle del Lena después de la contemplación de esta sencilla pero espectacular obra.
Abandono el lugar por la espalda del monumento, aquí hay que prestar atención a la señalización y no perder la perspectiva de que se ha de regresar
al valle del Lena, así que se ha de tomar la pista de la izquierda buscando el descenso, en mi caso un despiste me hizo tomar la dirección contraria
y regresar posteriormente sobre mis pasos.
El descenso también por pista empedrada es realmente peligroso, pues entre la humedad existente en las piedras, la pendiente, la hojarasca convertida
en una trampa y el peso de la mochila, me obligan a guardar un equilibrio inestable en varias ocasiones.
Según voy descendiendo hacia el valle, observo la proximidad del apeadero de tren de la Cobertoria, punto en el que finaliza el descenso, pudiendo
observar sus instalaciones al otro lado de la vía férrea.
Dejo el apeadero a mis espaldas, quedando el paso subterráneo de las vías a mi izquierda, en tanto que yo tomo el desvío de la derecha para
inmediatamente girar casi 360º a la izquierda, poniéndome así en el sentido de la marcha, paralelo a las vías del tren, quedando atrás la estación
de tren.
Un nuevo trayecto ahora de 1,2 Km a través de la pista GR-100, con abundante número de personas que pasean o practican deporte, con aproximaciones y
alejamientos de la vía férrea, hasta llegar al puente que cruza sobre el río Lena, cuyo cauce salvo a través del mismo, de acuerdo con las
indicaciones de las flechas amarillas en dirección a la inmediata población de La Vega del Ciego.
Al pasar el puente se toma a la derecha y ahora a través de una carretera asfaltada que discurre entre la autovía a la izquierda y el cauce del río
Lena a la derecha, se camina durante 1 Km hasta llegar a una rotonda, que se puede evitar por un desvío anterior a la derecha, continuando por el
lateral del campo de futbol y 200 metros después, tomar el desvío a la izquierda para salvar la autovía mediante el paso subterráneo existente,
llegando así ya al núcleo urbano de Pola de Lena.
Llego a una hora temprana, pero mi intención es finalizar la etapa, quiero conocer esta población y disfrutar del entorno y su gastronomía.
En primer lugar, porque me encuentro a sus puertas, me dirijo a este edificio con aspecto de Casona Aristocrática Asturiana que es la sede del
Ayuntamiento, donde sello la credencial y me informo de las características de la población y singularidades, gracias a la atención de la persona
que me atendió.
Ahora me dirijo hacia el Albergue Municipal de Peregrinos San Martín, situado en la zona alta de la población, frente a la estación de ferrocarril.
Todavía no es la hora de su apertura, pero gracias a la persona que me recepcionó, pude depositar la mochila en mi ubicación definitiva y pasar por
los aseos, ya que era el primer peregrino del día, muchas gracias.
Ya desprovisto de la mochila, aunque con una buena bolsa de ropa sucia, me encaminé a un establecimiento autoservicio en el que podía lavar todo lo
que llevaba y que tendría disponible en un par de horas, posiblemente mi último lavado del Camino.
Aprovecho para dar una vuelta por la ciudad y conocer algunos de sus rincones, así como para localizar las sidrerías que me han sugerido para comer.
Dada la proximidad de la plaza más emblemática de la ciudad, la de Alfonso X el Sabio, llego hasta ella, donde se encuentra la Iglesia de Parroquial
de San Martín de Tours, que ocupa el lugar de anteriores edificaciones, la primigenia hasta 1916, que fue sustituida por otra nueva edificación hasta
1934, destruida durante la guerra española.
El actual edificio de líneas limpias, denota la influencia del estilo neo románico. Sin embargo, su mayor atractivo está en el interior, totalmente
forrado de madera, con un retablo central que acoge la imagen del patrón del templo.
Otro edificio singular, conocido popularmente como el Palacio de los Marqueses de Regueral, perteneciente a una rama de los Bernaldos de Quirós, en el que,
con independencia de su peculiar estilo arquitectónico, destaca la magnitud del edificio y sus jardines.
Dentro de su espectacular recinto, también son dignos de mención sus fabulosos jardines, obra de un ingeniero francés (que vino a trabajar a la
fábrica de Mieres) que casó con Doña Rosalía Bernaldo de Quirós.
Este técnico, que sentía gran pasión por los jardines, realizó una distribución con parcelas geométricas, delimitadas por boj, dentro de las cuales
dispuso la siembra de numerosas especies florales.
Otra construcción digna de resaltar, perteneció en su momento a las dependencias auxiliares del Palacio de los Marqueses de Regueral.
Esta vivienda urbana de trazas populares, data del siglo XVIII, destacando por su valor simbólico, ya que en ella nació en 1851 el poeta y dramaturgo
Vital Aza.
Desde joven participó en la prensa regional con escritos humorísticos, influido por el gran ambiente literario de la región (contemporáneo de Clarín
y Palacio Valdés). Se trasladó a Madrid para estudiar medicina, que nunca ejerció. Cultivó la comedia, además de la poesía satírica. Falleció en
Madrid en 1912.
Regreso de mi prolongado paseo en dirección a la zona de la Plaza del Mercado, donde he decidido comer, se trata de la Sidrería Mino, donde después
de varios días en los que no había disfrutado de un buen comer, me pude permitir la satisfacción culinaria de saborear un espectacular Pote Asturiano
regado con sidra natural.
Y para continuar con esta maravillosa y robusta cocina asturiana, no pude despreciar unos fabulosos callos asturianos, ¡deliciosos!
Cerré este banquete con algo de fruta del tiempo y un poco de ayuda de orujo asturiano. Todo un acierto la recomendación y la elección tanto de la
Sidrería Mino como del “menú”.
Después de recoger mi colada ya limpia, regreso al albergue, para descansar un rato después de la ajetreada mañana y la copiosa comida. Ya han llegado
algunos peregrinos más, incluidos Rita y Luc.
Después de un buen descanso, pocas cosas existen más revitalizantes, observo como el número de peregrinos se ha incrementado, ya creo que somos nueve.
Ahora una vez recuperadas las fuerzas, decido salir nuevamente para conocer la ruta de salida de mañana y provisionarme de algunos alimentos.
Ahora es cuando me doy cuenta de la potente comida de que he disfrutado, así que no me queda más remedio que incumplir mi compromiso de volver a
cenar a la Sidrería Mino, pero me siento totalmente incapaz de repetir la experiencia del mediodía.
La tarde noche va cayendo y casi he abandonado Pola de Lena por su salida norte, así que regreso en dirección al albergue, pasando una construcción
que me llama la atención, se trata del Colegio Público Jesús Neira, por uno de sus accesos laterales, que dispone de una sencilla y práctica cubierta
muy apropiada para la climatología del lugar.
En mi itinerario de regreso, al llegar a la plaza de Alfonso X el Sabio, decido realizar un breve descanso en una de las terrazas existentes y consumir
una infusión con el fin de aligerar el almuerzo de hoy.
Ya en el albergue, comento las incidencias de la etapa de hoy con Rita y Luc, indicándome que Rita había sufrido una caída en el descenso hacia Campomanes
del que afortunadamente se ha recuperado bastante bien.
En cuanto a mi vecino lateral de litera, al igual que algunos otros, me comenta que este Camino es un paso previo para enlazar con el Primitivo en
Oviedo, pienso que es un gran recorrido tanto por su dureza como por su longitud.
Decididamente nos retiramos a descansar, hay que reponer fuerzas para la etapa siguiente con la opción de finalizar en Mieres o hacer un esfuerzo y
llegar hasta Oviedo. El Camino decidirá…
Mi sugerencia: Visitar La Iglesia Prerrománica de Santa Cristina y disfrutar de la gastronomía en las sidrerías de Pola de Lena
Albergues de la Etapa y otros alojamientos:
Campomanes:
-Pensión Hospedaje Senda del Huerna **
Localización: Avenida del Huerna, 8-1º
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 985 49 64 47 / (+34) 675 65 45 50
-Pensión Casa del Abad **
Localización: Calle Felipe Canseco, 15
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 985 49 65 78 / (+34) 670 26 20 36
-Hotel-Restaurante El Reúndu ***
Localización: El Reundu, s/n (a 900 metros del Camino)
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 985 49 63 77
Pola de Lena:
-Albergue de Peregrinos de San Martín - Pola de Lena
Localización: Calle Ramón y Cajal, 18
Propiedad y Gestión: Municipal (Ayuntamiento de Lena)
Tel.: (+34) 985 49 22 47
Inaugurado en 2007/2008
-Apartamentos El Aramo
Localización: Calle Arzobispo Blanco, nº 6
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 637 39 60 07
-Hotel Lena*
Localización: Calle La Playa, 4
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 985 49 32 34
-Hotel La Payareta*
Localización: Calle Luis Menendez Pidal, 12
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 985 49 39 75 / (+34) 650 09 95 57
-Hotel Ruta de la Plata***
Localización: Calle Vital Aza, 6
Propiedad y Gestión: Privada
Tel.: (+34) 985 49 77 01 / (+34) 639 60 85 00