CAMINO SANABRÉS (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 2º: Tábara - Santa Marta de Tera / Camarzana de Tera: 27,62 Km





Hoy me levanto a las 06:20, me he dormido, pero el hospitalero José Luis ha tenido a bien sustituir nuestros despertadores por una música relajante del Orfeón Donostiarra, todo un lujo, además tenemos desayuno comunitario por lo que prácticamente la totalidad de las personas que allí pernoctamos hemos coincidido antes o después del desayuno.

Ya con la luz del día presente, me decido a abandonar el albergue y sigo las indicaciones que tanto el hospitalero, como un paisano del lugar me comentó el día de ayer.

Salgo del albergue y tomo a la izquierda por la primera calle que lo bordea, donde además se encuentra el “macro” Centro de Salud de Tábara.

Después de un centenar de metros en ascenso, salgo a la carretera de Riofrío, donde tomo a la derecha. Ahora desciendo por esta carretera / vía urbana en dirección noreste durante 450 metros, hasta llegar a la confluencia con el Camino de San Lorenzo, lugar por el que debo tomar a la izquierda en dirección noroeste.

Esta vía con aceras laterales me conduce hacia el cercano Barrio de San Lorenzo, aunque prácticamente no abandono el área urbana, si bien las edificaciones son algunas viviendas unifamiliares, observando en las proximidades de una de ellas la existencia de un cruceiro y unos bancos de piedra para descansar, con el sol apareciendo por el horizonte.





Ahora son otros 450 metros por esta vía y al cabo de los mismos, este Camino de San Lorenzo se desvía a la derecha para salir a una pequeña placeta, en la dejaremos a la izquierda un gran pilón de agua y el sencillo edificio de una ermita.

Aquí volveremos a tomar a la derecha por la calle Riego Primera y después de 230 metros desembocamos en la carretera N-631 que se ha de cruzar perpendicularmente, observando cómo queda a la derecha el centro urbano de Tábara. Con este recorrido realizado desde el albergue, se evita deshacer los últimos metros de la etapa de ayer para incorporarse a la ruta del Camino y caminar por carretera innecesariamente.





Nada más cruzar la N-631 se abre ante nuestros pies una pista de tierra por la que caminaremos durante 750 metros rectilíneos hasta llegar a la carretera ZA-100.

En esta carretera tomamos a la izquierda, en dirección norte, caminando por ella durante 300 metros, al cabo de los cuales giramos a la izquierda 90º, dirección oeste, por la pista que de aquí parte y según marcan las señales del Camino.

Solo 400 metros por la pista y de nuevo, ahora un giro de 90º a la derecha en dirección norte. Aquí se abre ante nuestra vista una inmensa pista recta únicamente interrumpida por el paso de la línea férrea del AVE, que podremos salvar por el paso elevado construido al efecto.







Nada más superar el paso de la vía férrea, esta larga recta se torna ascendente bordeando así el cerro en cuya cima se han instalado una serie de aerogeneradores. Creo que es un buen momento para realizar un pequeño descanso aprovechando la existencia de un mojón indicador del Camino para depositar la mochila.







Continúo la marcha y a medida que asciendo bordeando la falda de este cerro, puedo contemplar ya atrás en la lejanía la imagen de Tábara en campo abierto.







Ahora ya en descenso, se va suavizando el perfil del terreno recorriendo zonas de monte bajo boscoso con encinas, pero continuando atento a la señalización y cuidándome muy mucho de no perder la orientación, pues casi de manera refleja me viene el recuerdo del incidente vivido el día de ayer.





En este suave descenso se llega hasta el cauce del Arroyo de Zamarrilla que afortunadamente se puede salvar gracias al puente de cemento existente, continuando a través de este relajante recorrido a estas tempranas horas de la mañana.





Manteniendo la orientación a pesar de algunos cruces existentes, aunque perfectamente señalizados y aproximadamente 3 Km después del paso del arroyo de Zamarrilla, se llega a una bifurcación de caminos en la que existen posibles opciones, sin que la distancia suponga mucha variación en cualquiera de los casos.







A la derecha se continúa por el Camino tradicional que lleva a través a la población de Bercianos de Valverde, en la actualidad carente de servicios.







La otra opción posible es continuar recto en dirección a la población de Villanueva de las Peras, donde en la actualidad existen algunos servicios e incluso un albergue.







Me decido por continuar recto hacia Villanueva de las Peras y así al cabo de 2,0 Km llego al cruce con la carretera ZA-P-1509, existiendo esquina a la misma un pequeño habitáculo con asientos y cubierto (posiblemente una zona de espera del autobús), donde una pareja de peregrinos descansa.





Cruzo esta carretera y continúo ya en dirección a Villanueva de Peras, distante 1,5 Km a través de la carretera asfaltada ZA-120 que cruza sobre el cauce del río Castrón.





Poco después accedo a esta pequeña población de Villanueva de las Peras cuya calle principal es la que recorre esta carretera. Así llego hasta la llamada plaza Mayor (en plena carretera) con el bar La Plaza, una pequeña tienda de alimentación y el Bar Restaurante La Moña (propietario del albergue).







Son las 10 horas pasadas, cuando decido realizar una nueva parada y ahora tomar algo de alimento, así que me dirijo al Bar La Moña, quedando sorprendido por la amplitud de su restaurante y como no, también por su gran oferta gastronómica.

No soy de los primeros peregrinos que han pasado, pero tengo la suerte de poder disfrutar de una excelente tortilla de patatas recién hecha que me ofreció Catalina, propietaria del local que regenta en compañía de su marido Miguel.

Estos momentos de descanso me permitieron charlar con estas agradables personas, informándome de la existencia del albergue de su propiedad, así como de la afluencia que tienen, hoy domingo, de comensales, previa reserva. A la vista de la oferta y de que aún tienen disponible una habitación en el albergue, me planteo la duda razonable de dar por finalizada la etapa. Pero después del sugerente desayuno incluida alguna cerveza y de la agradable compañía, decido proseguir Camino.

Salgo de nuevo a la Plaza Mayor y continúo a la derecha por ZA-120 ascendiendo hasta llegar a la iglesia Parroquial de la Asunción, edificio que rodeo para continuar por ZA-120 escasos metros, así llego a la calle San Pedro, en cuya esquina una flecha amarilla me indica tomar a la derecha.

Cruzo la denominada calle de Zamora y continúo ya por pista de tierra en dirección oeste. Me llama la atención la instalación de una bomba manual en el recinto de una vivienda a la orilla del Camino.





Las edificaciones de alrededor y el acceso a las cuevas que se suceden a lo largo de la colina, me vuelven a recordar la existencia de bodegas subterráneas en esta tierra de vinos.







Mantengo la dirección oeste durante 1,4 Km hasta llegar a un cruce con desviación a la izquierda 90º, lugar en que se reúne con el Camino procedente de Bercianos de Valverde.

Avanzo ahora en dirección norte por pista similar y trascurridos otros nuevos 1,2 Km, descubro la existencia de un pequeño refugio que debe ser bastante de agradecer en épocas de estío o de invierno.





Un nuevo trayecto rectilíneo de 2,8 Km a través de esta fenomenal pista rodeada casi todo el trayecto por campos de encinas y espesos matojos, de los que me cuidaré muy mucho evitando caminar entre ellos.





Al cabo de la distancia indicada, llego a divisar en la lejanía las edificaciones de la próxima población, coincidiendo con el paso sobre el Canal Margen Derecho del Tera.







Después de 1,2 Km en línea recta llego a la entrada de San Croya de Tera cuya principal fuente de recursos reside en la agricultura y ganadería.







El centro de la población es atravesado por un canal del Tera, aunque con sus aguas remansadas, en cuya ribera se han construido parques de recreo.







Apenas 500 metros distan las poblaciones de Santa Croya de Tera y Santa Marta de Tera, realmente su única separación es el cauce del río Tera, que en mi camino cruzo por el puente de la carretera ZA-120, que termina en un estrechamiento final bastante peligroso para los peatones.







Van a ser las 13:00 horas cuando llego a las puertas del Albergue de Peregrinos de Santa Marta de Tera, situado en el recinto de la Iglesia Románica de Santa María.







Esta maravilla del Románico de finales del siglo XI, dispone de tres puertas de acceso. La más próxima al albergue es la del brazo septentrional, acceso habitualmente utilizado, bastante sencilla. Dispone de otra en la parte occidental que es la más rudimentaria y tosca.

Sin embargo, la joya es la situada en su parte meridional, considerado como acceso principal hasta en el siglo XIX fue rodeada por las lápidas del cementerio que allí se instaló.







En la portada meridional (sur), en las pechinas, figuran dos esculturas, a la derecha la imagen de Judas Tadeo y a la izquierda, el afamado Apóstol Santiago de Santa Marta de Tera, en el que destaca su faceta peregrina con la concha y el morral como atributos jacobeos.

Me encaminé directamente a la recepción del albergue donde me sellaron la credencial, pero recibí la mala noticia de que el albergue se encontraba completo. Me encuentro sin posibilidad de alojamiento y cansado, salí al exterior para pensar alguna solución.

Me encuentro con los “chicos vascos” y la pareja balear, quienes me comentan que inexplicablemente están alojadas las “turigrinas disfrazadas” con quienes coincidí en el albergue de Tábara.

Mi sorpresa es mayúscula, porque es increíble que haya personas que abusen de los servicios destinados al peregrino, sin atenerse a las reglas que para el alojamiento de peregrinos se requiere en los albergues públicos destinados exclusivamente a peregrinos con credencial, con una prioridad en el orden de alojamiento en función del medio utilizado. También he observado cierta relajación por parte de los responsables del albergue en hacer cumplir estas normas.

Estas personas al disponer de vehículo realizan la etapa total o parcialmente en el vehículo en función de las circunstancias, en el caso de hoy se han anticipado a todos mediante el uso del vehículo, ocupando la mayor parte de las plazas existentes.

Aunque varios peregrinos reclamaron ante los responsables del albergue, observé que era entrar en una dinámica la que solo conseguiría enfadarme y no disfrutar de la tranquilidad y placidez que los caminos me generan. Gente aprovechada siempre existirá, cuando con los medios que llevan bien se pueden permitir el capricho de desplazarse a lugares más propicios o utilizar alojamientos privados. Comportamientos como estos originan que personas como Montse tuviesen que pernoctar de mala manera en una colchoneta en el suelo o como en mi caso y el de otros varios peregrinos, vernos obligados a buscar alojamiento en otra población, ya que en Santa Marta de Tera es el único existente.

Al salir del albergue para intentar solucionar el problema, cansado y con mi mochila acuestas, un agradable señor me comentó que había posibilidad de alojamiento en la población próxima, Camarzana de Tera, distante 4,6 Km siempre que utilice para caminar la carretera N-525. No obstante, contacté telefónicamente con el Hotel Juan Manuel e hice la oportuna reserva, ya que hoy es festivo y podría encontrarme con problemas. Agradecí la información a la persona que me informó y me puse nuevamente en Camino.

Lógicamente perdí la oportunidad de poder visitar la preciosa iglesia románica de Santa María de Tera, ya que el horario de visitas por la tarde comenzaba a las 17:25 horas.

Inicio mi andadura por el lateral de la carretera N-525 y mientras abandono la población, a la salida, me encuentro con Echanis y Mari Carmen que andan intentando localizar un lugar donde comer mientras yo continúo mi andadura.

Verdaderamente se me hizo pesado este final de etapa, no solo por lo inesperado sino además por el fuerte calor que a estas horas se deja notar, sobre todo caminando por el asfalto, pero es la ruta más corta para acceder a esta población que se encuentra en las inmediaciones del Camino.

Pasadas las 14:00 horas llego a la población de Camarzana de Tera, después de la fatigosa travesía a través de la carretera.







A la misma entrada de la población, por suerte, se encuentra el Hotel Juan Manuel, lugar en el que me hospedaré.

Es la hora de la comida y además festivo, así que debo esperar buen rato junto a la barra para que me entreguen la habitación, mientras tomo varias cervezas y reservo para comer cuando me atiendan, estoy bastante cansado y necesito darme una reconfortante ducha y dejar la mochila.

Durante el tiempo de espera, coincido con la persona que me sugirió en Santa Marta de Tera la posibilidad de conseguir alojamiento en este establecimiento, resultando ser el padre de los propietarios, gracias al cual conseguí que me agilizaran la entrega de la llave para acceder a la habitación y asearme para poder bajar al comedor.

Una vez aseado pasé al comedor ya casi en soledad, a pesar de lo tardío de la hora, no obstante, pude degustar un menú excelente, comenzando por unas alcachofas al horno con bacon.







Finalizando la comida con un espectacular codillo asado.







Después de comer me retiro a la habitación para hacer la colada, ya necesito ropa, descansando un rato posteriormente.

Al atardecer doy un paseo por la rectilínea calle del pueblo y regreso al bar del hotel donde permanezco viendo trozos de un partido de futbol en televisión y tomando notas en mi cuaderno de las vivencias del día.

A l hora de la cena, decido tomar algo ligero, observando como el hotel ha tenido un incremento importante de clientes, peregrinos la inmensa mayoría, que han ido llegando a lo largo de la tarde. Al parecer al padecido la misma suerte que yo al no tener alojamiento en Santa Marta de Tera.

Me retiro temprano a descansar, recogiendo la colada que ya está seca y dejando preparada la mochila.

Sin embargo, a pesar del perfecto estado de la habitación, la ventana está situada en la fachada principal, justamente sobre la puerta de acceso al hotel, respirándose una tranquilidad ideal para el descanso de no ser porque alrededor de las 23:50 comienzo a escuchar un sonoro ruido como el de un compresos en funcionamiento. En principio lo asocié a la proximidad de una Estación de Servicio inmediata al hotel.

Como pasaba el tiempo y el ruido se mantenía, opté por asomarme a la ventana y pude comprobar con asombro que unos operarios estaban dedicándose a la limpieza de una inmensa moqueta verde que tapizaba el suelo de la terraza cubierta con una carpa, instalada en la puerta del hotel. La operación se prolongó para mi desgracia sin poder pegar ojo hasta las 01:30 horas de la madrugada.

Mi sugerencia: Hacer cumplir los requisitos establecidos para hospedarse en el Albergue de Peregrinos de Santa Marta de Tera.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Villanueva de las Peras:
-Albergue La Alameda
    Localización: Calle La Alameda, 21
    Localidad en ruta alternativa, distante 1,9 Km al oeste del Camino Histórico
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 980 64 17 99 / (+34) 680 603 808
    Inaugurado en Junio de 2014



Santa Marta de Tera:
-Albergue de Peregrinos de Santa Marta de Tera
    Localización: Calle La Iglesia, 10
    Propiedad y Gestión: Municipal
    Tel.: (+34) 980 64 90 50 - Ayuntamiento / (+34) 626 752 622
    Inaugurado en Junio de 2013