CAMINO SANABRÉS (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 4º: Rionegro del Puente - Asturianos: 26,46 Km





La noche ha discurrido normal con la excepción de que ya bien entrada la madrugada, un peregrino, posiblemente con la intención de ir a los aseos, anduvo buscando la puerta de salida de la sala, abriendo incluso la existente junto a mi cama y que daba directamente a la calle, una vez comprobando el error, anduvo deambulando por la sala hasta que consiguió dirigirse a los aseos a través del patio interior, no obstante, rápidamente volví a dormirme.

Cuando me levanto todavía es de noche y las luces del alumbrado público aún están encendidas. Ya hay movimiento en el albergue e incluso algunos peregrinos se me han anticipado.

Salgo sin desayunar, además a estas horas no hay ninguno de los dos posibles lugares donde hacerlo abiertos, así que son las 06:50 horas cuando me encuentro a la puerta del albergue, frente a la Santuario de Nuestra Señora de la Carballeda.





Este Santuario cumple las funciones de la antigua parroquia. El edificio resultante es una mezcla de varios estilos, cuyo origen parece ser una pequeña capilla románica, destacando el volumen de su campanario de sillería sobre el resto de las edificaciones.

Con las primeras luces del día abandono el albergue saliendo del mismo y tomando a la izquierda para bordearlo en dirección oeste. Paso ante el consultorio médico y un centenar de metros después, antes de llegar a la carretera N-525, se toma la desviación señalizada con un mojón, a la derecha, entrando en una senda que continua por una pista que progresivamente se irá separando de la trayectoria de la N-525, hasta llegar a un túnel que nos permitirá salvar el trazado de la autovía de las Rías Bajas (A-52).

Ahora se camina en paralelo con la carretera N-525, dejando a la izquierda las instalaciones de un centro de conservación de carreteras.





Nada más sobrepasar estas instalaciones, hemos de cruzar la carretera ZA-P-2657, continuando por la pista que prosigue a continuación.







Ahora una cómoda pista de tierra en suave ascenso me va aproximando a la siguiente población.







Después de aproximadamente 4 Km desembocamos en un área de servicios, junto a la carretera N-525, así que aprovecho la existencia de Hotel Restaurante La Ruta que dispone de cafetería para tomar un desayuno, ya a la entrada de la población de Mombuey.







Un buen café con leche y tostada reparan la carencia del desayuno de la mañana, cuando son las 09:00 horas.

Continuo mi caminar a escasos metros del arcén de la carretera N-525, accediendo así a la población de Mombuey, en la que uno de los primeros edificios resalta por su singularidad, situado a la izquierda de mi sentido de marcha, en el otro margen de la carretera.





Atravieso la población por su vía principal, coincidente con la carretera N-525, donde puedo comprobar la existencia de numerosos establecimientos hosteleros y todo tipo de servicios jalonando los laterales de esta vía, con especiales ofertas a los peregrinos.





Sigo las indicaciones de las flechas amarillas que me conducen hasta los pies del edificio de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que mantiene algunos elementos del románico original del siglo XIII, a pesar de la reforma efectuada en el siglo XVIII.







Destaca especialmente su torre románica, declarada Monumento Nacional en 1931, atribuida a los Caballeros Templarios, con cuatro alturas edificadas sobre una planta cuadrada, aunque demasiado estrecha para lo habitual de su época.

En el centro de la placeta también se puede contemplar la existencia de un crucero de bonita factura.







Continúo para abandonar la población siguiendo las flechas amarillas en dirección a la N-525, que no llego a cruzar, caminando ahora paralelo a ella hasta llegar a la carretera ZA-P-2642 que cruzaré, siempre de acuerdo con las indicaciones del Camino.







Antes de incorporarme a la carretera N-525, una pista sale a la izquierda que me llevará paralelo a dicha carretera durante 1,7 Km.





Ahora un giro de 90º a la izquierda me lleva a cruzar sobre la autovía de las Rías Bajas (A-52), para continuar en dirección sur unos centenares de metros.





A partir de aquí, hay que estar atentos a las señales, aunque no hay problema, pero con las obras del AVE varía el recorrido, así que las señales conducen hasta el paso que nos permitirá salvar el trazado del ferrocarril.







Desde el puente que nos permite salvar las vías se pueden observar las distintas pistas existentes, aunque todas ellas dentro del área de seguridad del propio ferrocarril y lógicamente no accesibles.





Apenas 600 metros después de pasar por el puente, llegaremos a una edificación que de acuerdo con la señalización quedará a nuestra izquierda. Por estas fechas, una excavadora con signos de bastante deterioro por falta de uso y mantenimiento, aparece situada en al esquinazo por el que debemos de girar, rodeándola.







Otros nuevos 500 metros y desembocamos ya en carretera asfaltada, entrando así en la población de Valdemerilla.





Esta pequeña y sencilla población nos da la bienvenida con una fuente de agua y un banco de piedra junto a la losa informativa del lugar para el peregrino.





Inmediatamente después se encuentra la silueta se su bonita Iglesia Parroquial de San Lorenzo, sencilla pro original con su escalera de caracol exterior para acceder al campanario.







Dejando el edificio de la iglesia a nuestra espalda, continuamos en dirección oeste abandonando la población e introduciéndonos en una sencilla carretera sin asfaltar que nos conducirá por un trazado casi rectilíneo en suave ascenso hasta la siguiente población.







Después de 3,1 Km nos encontramos a la entrada de la población de Cernadilla, de mayor entidad que la anterior, aunque padeciendo el factor común de los rigores de la despoblación, en este caso nos recibe con el edificio de su ermita de El Cristo.







Me adentro en su zona edificada y la tradicional placa de acogida al peregrino junto al marmolillo con flecha y vieira nos anima a descubrir los valores del Camino.







Me encuentro justamente en su plaza, frente al edificio del ayuntamiento, así que aprovecho puesto que está abierto para acceder y sellar la Credencial, ya que es el único vestigio de vida que encuentro, aunque son las 11:00 horas y se carece de cualquier otro tipo de servicio.







La ausencia de personas no está reñida con la amabilidad de la única que encuentro en el Ayuntamiento y me atiende, informándome del trayecto que debo seguir, durante el cual deberé afrontar un descenso y una prominente subida, yo creo que este último es el motivo por el que me fastidian los descensos, después…. ¡siempre hay que subir!

Después de agradecer la información y su amabilidad, me encamino al cercano edificio de la Iglesia de la Virgen de las Candelas, que como es habitual se encuentra cerrado, así que debo conformarme con visitar el exterior. Su edificación data de los siglos XVII y XVIII, destacando la simplicidad y belleza de su torre.







Abandono la población en dirección oeste a través de una carretera muy bien asfaltada, casi total mente recta, en suave ascenso durante 1,2 Km, llegando así a la inmediata población de San Salvador de Palazuelo.







A la entrada de la población, en el cruce con otra carretera, se encuentra la ermita de la Vera Cruz, pequeña edificación que junto a uno de sus laterales tiene instalada una fuente de agua, siempre de agradecer, lugar donde aprovecho para dejar reposar la mochila mientras yo descanso.







Ya adentrándome en la zona urbana, me recibe la habitual placa informativa del lugar del Camino con su no menos apropiada glosa al caminante.







La paz y tranquilidad de su calle es abrumadora en esta pedanía de Cernadilla, también carente de cualquier vestigio humano.

Entre sus edificaciones destaca de manera singular la Iglesia de la Transfiguración del Señor, que data del siglo XIII, en la que, a pesar de las diversas remodelaciones efectuadas, todavía conserva algunas partes del románico en parte de sus muros y en las dos portadas.





Abandono la población, continuando en dirección oeste y dejando el edificio de la iglesia a mis espaldas, comprobando que aquí comienza el descenso que me anticipaban en Cernadilla, a través de una pista ya de tierra que desciende vertiginosamente en medio de un tupido bosque de matorrales y arbustos.





Son 650 metros de descenso hasta el arroyo de la Calzada, punto en el que se comienza el ascenso.







Comenzando el ascenso a través de esta amplia pista abierta, pero delimitada por los matorrales ribereños, observo como en la lejanía se va aproximando un animal que creo adivinar como un perro pastor alemán, con lo cual me prevengo un poco ante su presencia en la soledad de estas tierras.

Sin embargo, todavía a más de un centenar de metros, con sorpresa descubro que no se trata de un enorme pastor alemán, sino de la imagen de un lobo que entiendo resultó tan sorprendido como yo, pues realizó un amplio y bello escorzo, desapareciendo de la pista por la parte de la izquierda, perdiéndose entre los matorrales.







Después de 1,0 Km, el ascenso se suaviza y estrecha el ancho de la pista, hasta desembocar en la carretera ZA-P-2639.







Nada más cruzar perpendicularmente esta carretera, me adentro ahora en una zona de bosque mucho más cerrado que el anterior, a través de una pista también de tierra en la que el verde césped cubre parte de su superficie.





Solo han sido 550 metros, al cabo de los cuales llego ahora a otra vía asfaltada que tomo a la izquierda, caminando por ella en dirección oeste.





Esta carretera en la que acabo de desembocar, jalonada de cruceiros, me conducirá de manera inminente a la población de Entrepeñas, distante apenas 500 metros.







Al sobrepasar la pequeña elevación que hace la carretera, ya a la altura de un pedestal de piedra que soporta tres cruceros, puedo divisar el inicio de la población con la figura de su ermita al fondo.







Una nueva placa del Camino identificando la población y glosando las peculiaridades del lugar.







Su pequeña pero coqueta y moderna ermita, se anticipa a la población, mostrando en su tejado la pizarra que se extrae en la zona, siendo uno de los productos más significativos del lugar.





Me adentro en el casco urbano de este bonito pueblo ubicado en un enclave excepcional, en las proximidades del embalse de Cernadilla cuya presencia la oculta la loma existente, perteneciente al municipio de Asturianos.

La deducción de su topónimo es fácil, al encontrarse rodeado de peñas de las que se extrae la pizarra que habitualmente se utiliza en la construcción.





Destaca entre sus construcciones la imagen de la torre de su Iglesia de la Asunción, aunque parcialmente destruida en un incendio, aún conserva parte de las trazas del barroco original.







Abandono el pueblo ahora en dirección noroeste, siguiendo las indicaciones del Camino con sus flechas amarillas y losas talladas.





Inicialmente camino por una bonita senda descendente que me conduce hasta el túnel que me permite salvar el trazado del AVE.







Solo 850 metros después, hemos de salvar ahora el trazado de la autovía de las Rías Bajas (A-52), en este caso a través de un puente.





Ahora apenas me separan 900 metros de la siguiente población que hoy considero como final de etapa, aunque en la soledad todavía de estos campos destaca la edificación de una iglesia a la que se anexa el campo santo y según se narra “situada a treinta pasos al sur del núcleo urbano”.





Se trata de la Iglesia de la Asunción, al parecer destacan en su interior retablos barrocos de los siglos XVII y XVIII, así como una pila bautismal del siglo XIV. Sin embargo, el edificio está cerrado y no es posible acceder a él.







Ya en pleno núcleo urbano que se desarrolla a lo largo de la carretera N-525, al abrigo del cerro del Castro que los protege de los vientos del norte. El topónimo de esta población se corresponde con el fenómeno repoblador de los asturianos que se inicia en el año 718 y que culmina con la llegada del rey Alfonso III al Duero en el año 893.







En esta parte central de la población se halla la ermita de Nuestra Señora del Carmen, patrona de Asturianos, que se caracteriza por su sobriedad, aunque en su interior se conservan varios retablos barrocos del siglo XVIII.







Son las 13:00 horas y me encamino en dirección al albergue que se encuentra en la zona norte, a las afueras de la población, compartiendo espacio con el polideportivo local.

Las instalaciones del albergue son pequeñas, pues solo dispone de una mínima sala con tres literas, cuando llego ya están ocupadas las plantas bajas. Se han anticipado dos peregrinos alemanes y un “bicigrino” español, de Almuñecar (Granada), se llama Julio.

Así que no me queda más remedio que instalarme en la planta alta de la primera de las literas, la más próxima al acceso a la sala, a donde se llega desde la calle a través de un amplio pasillo, común para acceder a los aseos y a las instalaciones del polideportivo.

Frente a la entrada del albergue, existe otro acceso que se corresponde al bar, que puede proporcionar bebidas y alimentos, no obstante, después de instalarme y asearme, decido dar una vuelta por el pueblo e intentar localizar un lugar donde comer.

Retorno a la zona en la que cruza la población la carretera N-525 donde se encuentra, en uno de sus laterales, el Bar – Mesón El Carmen, al que accedo con la intención de tomar una cerveza.







En el interior me encuentro con los otros tres peregrinos que están dando buena cuenta de la comida, así que mientras me tomo la cerveza en la barra, consulto a la propietaria la posibilidad de comer, a lo que me invita cuando desee.

La etapa realizad me ha abierto el apetito, así que acepto el ofrecimiento de un buen estofado de patatas con cordero, mientras tanto finalizan su comida lo demás peregrinos y se marchan.







Tranquilamente consumo el estofado para continuar después con un buen filete de ternera a la plancha. Lógicamente finalicé la comida con un postre casero, flan, infusión y un chupito de orujo.

Compartí espacio con la propietaria y la cocinera que comieron en la mesa próxima, lo que me permitió disfrutar de una buena sobremesa una vez hube finalizado.

Retorno al albergue y veo que los peregrinos alojados se han incrementado de manera considerable, no solo ha llegado Montse, sino también el grupo “turigrino” con quien vengo coincidiendo desde Tábara.

Ya están ocupadas las dos plazas que quedaban libres en litera, debiendo acoplarse el resto en el pasillo de entrada, usando colchonetas colocadas en el suelo. Al menos pueden dormir a cubierto, porque el día se ha tornado lluvioso y desagradable, aunque este lugar sea de tránsito y bastante “aireado”. Sugiero a Montse la posibilidad de ocupar mi litera, pero ella prefiere hacerlo en “planta baja” aunque sea en el suelo, así que le facilito lo único de lo que dispongo en la sala de literas, un sencillo edredón, que al menos la ayudará a protegerse de las corrientes que se producen.

Discurre la tarde en las mesas con las que está equipado el bar, además de disponer de estufas que mantienen el local a una temperatura agradable, así que decido ya no volver a salir al pueblo, compartiendo parte de la tarde con Julio, el “bicigrino” de Almuñecar, y con Montse.

Estuvimos comentando las ventajas de vivir en la costa granadina y como en el día de hoy, el viento que se ha levantado le ha obligado a acortar la etapa, ya que está cubriendo etapas próximas al centenar de Km. Finalmente se retira a descansar.

Ya anochecido, decidimos Montse y yo compartir mesa para cenar, en mi caso una excelente tortilla de chorizo, mientras comentamos las incidencias y anécdotas del día, incluida la pequeña capacidad del albergue y las condiciones en que ha habido que alojarse.

Mientras tanto discurría en TV un partido de futbol, pero solo aguantamos en el bar hasta finalizar el primer tiempo de juego, retirándonos a descansar.



Mi sugerencia: Etapa de total soledad, paz y tranquilidad



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

Monbuey:
-Albergue de Peregrinos de Monbuey
    Localización: Calle La Iglesia, 10
    Antigua escuela de párvulos
    Propiedad y Gestión: Municipal
    Tel.: (+34) 980 642 711 - Ayuntamiento
    Inaugurado en 2002

-El Pajar de Trampas
    Localización: Calle Iglesia, 5
    900 metros antes del centro urbano
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 648 25 73 29

-Hotel Restaurante La Ruta
    Localización: Carretera Zamora-Santiago, km 57
    Junto a la carretra N-525, 1,1 Km antes del centro urbano de Mombuey
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 980 642 730



Cernadilla:
-Albergue Refugio La Fragua
    Localización: Calle La Fragua, s/n
    Ocupa el pequeño edificio de la antigua fragua
    Propiedad y Gestión: Municipal
    Tel.: (+34) 980 64 44 24 - Ayuntamiento / (+34) 980 64 27 27 - Alcalde



San Salvador de Palazuelo:
-Albergue de San Salvador de Palazuelo
    Localización: Calle Campanina
    Es una pedanía de Cernadilla, ocupa también el edificio de la antigua fragua
    Propiedad y Gestión: Municipal
    Tel.: (+34) 980 64 44 24 - Ayuntamiento / (+34) 980 64 27 27 - Alcalde
    Inaugurado en Junio de 2006



Entrepeñas:
-Las Peñas del Corredor
    Localización: Calle La Iglesia, 6
    En el centro de la zona urbana
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 676 653 466

-Casa de Turismo Rural El Cuco
    Localización: Calle Asturianos, s/n
    A la salida de la zona urbana
    Propiedad y Gestión: Privada
    Tel.: (+34) 664 245 298 / (+34) 679 511 629
    Inaugurado en 2006



Asturianos:
-Albergue de Peregrinos de Nuestra Señora de la Asunción
    Localización: Travesía Castro Alto, s/n
    Junto al polideportivo municipal, en la zona alta del pueblo
    Propiedad y Gestión: Municipal
    Tel.: (+34) 980 62 60 23 - Ayuntamiento / (+34) 679 81 93 60
    Inaugurado en 2010