CAMINO SANABRÉS (pulsar sobre cualquiera de las imágenes para ampliarlas)






Día 12º: Monasterio de Oseira - O Castro de Dozón: 15,95 Km





La noche pasa rápida, al menos para mí, pero el cansancio que tenía me hizo dormir plácidamente hasta las 6:00 en que he decidido levantarme.

Se despierta Montse y me comenta que ha mal dormido, supongo que los refrescónes de ayer la han pasado factura, además la humedad reinante en el ambiente, también debe haber contribuido.

Decidimos caminar de nuevo juntos, así que después de tomar algo de calentito de la máquina expendedora, estamos dispuestos para comenzar la etapa. Los hermanos australianos continúan descansando.

Son las 07:00 cuando nos encontramos ya a las puertas del Monasterio y comenzamos a caminar. Siguiendo la señalización que marca el itinerario, dejamos a nuestra derecha el Bar Venezuela (donde cenamos anoche), tomando esa calle a la izquierda, para inmediatamente, solo 50 metros después, la base del pilón de agua de una fuente, marca con la señalización del Camino el giro a la derecha.





Aquí se inicia, primero por asfalto, un fuerte ascenso, que obligará a un brusco despertar si todavía se encuentra uno algo dormido.





El ascenso por asfalto continua durante 210 metros, al cabo de los cuales hemos de tomar una senda que aparece a la izquierda. Desde este punto la magnífica panorámica de la que podemos disfrutar incluye en toda su inmensidad la colosal estructura del monasterio, a estas primeras horas de la mañana.







La mañana es esplendida, pero la senda, convertida ahora en una vía de grandes piedras con aristas redondeadas, hace notar con toda su intensidad el desnivel que estamos obligados a superar.







Es muy duro el ascenso nada más comenzar la etapa, pero si además te encuentras algo tocado físicamente, como sucede a Montse, después de la mala noche que ha pasado, su rostro intenta no reflejar el sufrimiento que la supone seguir caminando.







Finaliza el tramo de sendero a través de grandes placas de piedra después de 1 Km de ascenso, creo que es necesario un pequeño descanso para recuperar fuerzas, aunque sea sin dejar incluso la mochila, pero unos momentos de relajación visual y mental pueden ayudar.





Ya estamos en el último tramo del ascenso, algo más suave y ahora por una senda principalmente de tierra, aunque no terminan de desaparecer las grandes losas de piedra, pero rodeados de vegetación.





¡Por fin Montse!, acabó el sufrimiento por ahora, hay que disfrutar de la cima conseguida y pensar en el descenso. Después de 40 minutos y 1,3 Km, se ha superado un desnivel de 160 metros.







La panorámica que se divisa desde este punto, permite vislumbrar la presencia de las torres del monasterio allá en el horizonte, a la derecha, en el fondo del valle.







Después de 300 metros de asfalto, una pequeña senda se abre inclinada por la izquierda, evitando así el amplio recorrido de la carretera para suavizar la pendiente.

Montse decide continuar por carretera en tanto que yo desciendo por la empinada senda que disminuye el recorrido en 300 metros.







Estos 50 metros de senda vuelven a salir a esta carretera OU-0452, pero ya en junto a la aldea de Vilarello.





Desde aquí veo cómo se aproxima Montse con un pesado caminar, realmente está bastante fastidiada, pues ha perdido hasta su habitual carácter alegre y desenfadado.





Esta pequeña aldea de Vilarello apenas concentra unas decenas de casas con sus huertos cultivados y hasta un sencillo hórreo.







Continuamos caminando 450 metros, descendiendo por esta carretera, sin entrar en la pequeña aldea, hasta llegar a un desvío a la derecha, donde comienza una nueva senda.

Ahora descendiendo en dirección noroeste por esta senda pedregosa entre cercas de piedra, hasta que después de 1,0 km llegamos a la siguiente aldea, se trata de Carballediña.

Esta aldea al menos dispone de una fuente de agua potable en la que una cerca próxima nos sirve de soporte para descansar un buen rato.

Montse está bastante “tocada”, por lo que sugiero la posibilidad de replantearnos la etapa, pero su fuerza de voluntad es impresionante e insiste en continuar.





Después de un buen descanso y algo de alimento con unos frutos secos y líquido, decidimos proseguir, el único matiz es que a partir de ahora continuaremos solo por carretera asfaltada y aunque nos suponga algo más de recorrido, al menos evitaremos estos desniveles tan pronunciados.

Descendemos todavía manteniendo el trazado del Camino que aquí discurre por carretera hasta llegar al fondo del valle.







La carretera continúa serpenteando por el valle, dejando en el margen derecho otra aldea, aunque esta ya parece ser de mayor entidad, se trata de la parroquia de Coiras, distante apenas 200 metros.





Proseguimos caminando por esta carretera en una mañana soleada, pero con una temperatura sensacional que ayuda, además de la luminosidad del día.

Después de 900 metros y 15 minutos desde la anterior aldea de Carballediña, llegamos a la aldea de Outeiro de Coiras.







En este punto, como ya habíamos decidido, el trazado del Camino abandona de nuevo la carretera, para tomar una senda que parte a la derecha con un perfil complicado de subidas y bajadas, a través de zonas boscosas durante algo más de 2 Km hasta llegar a Gouxa, así que continuamos por carretera, aunque buscando el mismo punto de destino.

El recorrido por carretera es agradable, ya que está jalonado de grandes masas de arbolado que al menos suavizan la dureza del asfalto.







Después de 2,2 Km a través de esta carretera local, salimos a la carretera N-525 a la altura de la población de Corna.







La fatiga provocada por el malestar que la acompaña sigue haciendo mella en Montse, así que decidimos descansar y volver a revisar la ruta, aprovechando la existencia de una parada de autobús en el borde de esta N-525, con la imagen de la población de Corna a la espalda.







Una vez planificada la ruta, continuaremos caminando por la N-525, traspasando el límite geográfico de las provincias de Ourense y Pontevedra, entrando ahora en esta última.







Hemos caminado 1,4 Km por el arcén de la carretera N-525 y aquí tomamos una decisión en este caso errónea, justo en el PK 272, asesorados por las nuevas tecnologías y nuestro error de interpretación de la localidad siguiente, nos desviamos a la derecha por la carretera hacia Dozón (gran error).

Por esta nueva carretera en dirección en dirección norte, avanzamos hacia A Gouxa a donde llegamos después de 1,2 Km por esta carretera local.







Como la idea ya concretada es finalizar la etapa en Dozón (gran error), la tecnología y la orientación se continúa manteniendo, así que proseguimos caminando por esta carretera local con la certeza de que lo hacemos en la dirección acertada.

Fue después de algo más de 1,5 Km y 30 minutos caminando, cuando una furgoneta que de gran capacidad que por allí transitaba, tuvo la amabilidad de atender nuestro requerimiento y nos informó que efectivamente, caminábamos en dirección a DOZÓN, pero que realmente la población a la que deberíamos dirigirnos era a O CASTRO DE DOZÓN, lugar que se encuentra en el Camino de Santiago y que dispone de albergue.

Nos sugiere las dos posibles opciones, la primera de ellas es regresar hasta A Gouxa para vía Bidueiros volver a salir a la N-525 y así continuar hasta O Castro de Dozón. La segunda opción es continuar en la dirección que vamos, lo que nos obligaría a incrementar el recorrido para finalmente tener que llegar a O Castro de Dozón debiendo asumir kilómetros de gran desnivel.

Agradecimos la información y el agradable informante continuó su marcha. Por nuestra parte, mientras caminábamos, sopesamos las dos posibilidades expuestas y definitivamente decidimos retornar a A Gouxa, al descubrir nuestro claro error de orientación al confundir las poblaciones de Dozón con la que realmente era nuestro destino O Castro de Dozón.

Retornamos otros 1,5 Km de nuevo hasta llegar a A Gouxa, lugar en el que estaba el punto de encuentro de la ruta que abandonamos en Outeiro de Coiras y la continuación del Camino hacia O Castro de Dozón, vía Bidueiros.







Parece ser que nos habríamos sido los primeros ni los últimos que han sufrido este error de interpretación, puesto que en el punto de desvío en A Gouxa para proseguir por la senda, en la señal indicadora aparece hasta información de números telefónicos de taxi. Aquí analizamos la situación del estado físico de Montse, pero como catalana (llego a pensar que tiene ascendencia mañica o bilbaina) insistió en continuar caminando. Así que dicho y hecho.

Ahora una bonita senda sin grandes variaciones de nivel nos va conduciendo por zonas a veces arboladas en dirección a Bidueiros.







Efectivamente, después de 500 metros por esta amplia senda, llegamos a la carretera que da acceso a la aldea de Bidueiros, donde giramos a la izquierda.







Caminamos por esta vía asfaltada, desde la que ya podemos apreciar perfectamente la visión de la aldea de Bidueiros al fondo.







Pero después de 110 metros por esta vía asfaltada, al llegar a la primera edificación, un amplio almacén para tareas agrícolas o ganaderas, las flechas amarillas nos indican desviarnos a la derecha, bordeando el citado almacén.





Realmente estamos bordeando la aldea por su zona norte, hasta llegar de nuevo a las últimas edificaciones, ahora en suave ascenso en dirección noroeste.





El cansancio y la presencia de una fuente no hacen dudar a Montse en efectuar un breve descanso para refrescarse. Verdaderamente comienza a preocuparme, está agotada.







Hay que hacer un descanso más prolongado, así que todavía entre estas últimas edificaciones, descargamos las mochilas y se recuesta en un ribazo recubierto de verde césped, donde al menos poder relajarse y reponer sus disminuidas fuerzas.







Durante el descanso, llegó una furgoneta que resultó ser la que nos encontramos durante nuestro recorrido erróneo, informándonos de la situación y de las posibles opciones.

Se trata de un vendedor ambulante que transporta en el furgón todo un supermercado, con productos variado como alimentación, textiles, droguería, higiene, etc., todo “un centro comercial”, con el fin de atender las necesidades de los residentes en las aldeas de la zona.

Después de saludarnos y alegrarse de que hubiésemos adoptado esta decisión, intento provisionarme de algunos de sus productos de alimentación tales como unas uvas y brik de zumos con el fin de que Montse se anime e intente recuperarse, aunque solo aceptó el zumo.

El supermercado móvil se marchó y nosotros continuamos el reconstituyente descanso, hasta pasados unos 20 minutos, cuando Montse entendió que se encontraba en disposición de continuar caminando, a pesar de mi insistencia en utilizar un taxi, ella se encontraba decidida a continuar caminando.

Solo 750 metros por esta pista, dejando atrás Bidueiros, hasta llegar ascendiendo hasta San Martín, junto a la carreta N-525, apreciando antes de salir a la misma, junto a la fachada de una edificación, una pequeña hornacina de piedra que guarda una sencilla imagen.







Ya hemos regresado a la carretera N-525, tomando a la derecha en dirección noroeste, sin prisa, pero sin pausa, está decidido, hay que finalizar la etapa en O Castro de Dozón.





Después de 1,6 Km por el arcén de la carretera N-525, ahora en suave descenso, llegamos a la población de O Castro de Dozón.





A la entrada a la población se encuentra el Café Fraga, lugar el que entendemos apropiado realizar un descanso e informarnos, cuando son las 11:30 horas.

Ahora sentados, todavía es temprano, Montse definitivamente finaliza la etapa aquí y necesita descansar, sugiriéndome que no me preocupe y continúe caminando hasta más adelante con el fin de aprovechar el día, pero ni lo creo ni lo entiendo apropiado, hemos caminado juntos y en las condiciones que ha llegado me quedo más tranquilo hasta que la vea recuperada.

Como el lugar tiene un buen aspecto, nos interesamos sobre la posibilidad de comer allí, no obstante, nos informan que en el albergue dispone de servicio de comedor, siendo atendido por una persona conocida de los propietarios y que circunstancialmente estaba allí.

Ya relajadamente, abandonamos el local y caminamos cruzando la población por esta su calle principal, coincidente con el trazado de la N-525.

El albergue se encuentra al otro extremo de la población, justamente a la salida, por lo que podemos comprobar las singularidades del mismo, incluida la ubicación de su iglesia.







¡Llegamos al Albergue Municipal de O Castro de Dozón! Creo que somos los primeros peregrinos del día.







A pesar de lo temprano de la hora tenemos la gran suerte de que el albergue ya está abierto y nos permiten acceder, son las 12:30 horas. Después de registrarnos, visitamos a la sala de literas y tenemos la suerte de poder elegir, todavía no hay nadie.

Los aseos y comedor están en la planta sótano, además de un gran patio donde se encuentra el lavadero y un contenedor en el que hay instalada una cocina para el uso de los peregrinos.

El menú que ofrecen era apropiado y suficiente, pudiendo tomar unos entremeses y un buen filete de ternera a la plancha, además de una tarta de Santiago, todo con su bebida apropiada.

La tarde trascurre descansando en la litera y aprovechando para actualizar mis notas. A última hora de la tarde, Montse se encuentra más animada y decidimos salir a dar una vuelta por el pueblo y conocer al menos lo más interesante, su iglesia de San Salvador y el bar.

La proximidad de su iglesia hace que previamente nos dirijamos a ella, ubicada casi enfrente del albergue, a la salida de la población, en el núcleo más antiguo, ya que el resto de las edificaciones se hayan a lo largo del trazado de la N-525.







Este templo parroquial, de factura neoclásica con los muros de cantería granítica, construido en el siglo XIX, en su campanario tiene pináculos y balconcillos dando un aspecto singular a su torre cuadrangular.





Hoy hemos tenido suerte, acaban de abrir y podemos visitar su interior. De espacio reducido, pero lugar mimado y muy cuidado como se puede apreciar en el retablo policromado que decora el frontal de su altar mayor.





En una de las capillas laterales, un pequeño altar, frente a los confesionarios y las velas de ofrendas.







Terminada la visita, llegó el momento de pasar por el bar, también muy próximo. Se trata del café bar Cantón, donde reina la tranquilidad en su interior, ya que la temperatura de la calle no es la más apropiada como para estar sentados en la terraza. Disfrutamos de unas cervezas y retornamos al albergue.

Al llegar al albergue podemos comprobar cómo se ha incrementado el número de peregrinos, ya tenemos 11 paras de botas en el zapatero.







Aprovechamos para cenar en el comedor del albergue el menú que ofertaban, disfrutando de la tranquilidad y la amabilidad de la chica que lo atiende y gestiona.

Para desayunar existen en el albergue unas máquinas de pago con monedas donde al menos se puede conseguir un modesto desayuno, sin embargo, al carecer de monedas, veía difícil la posibilidad utilizarlo, pero la amabilidad de la gestora del albergue me facilitó el cambio suficiente en monedas.

Nos retiramos a descansar observando como al parecer Montse está prácticamente recuperada. Mañana el Camino dirá.



Mi sugerencia: El Camino marca el ritmo, no hay que forzar las situaciones, solo respetarlas.



Albergues de la Etapa y otros alojamientos:

O Castro de Dozón:

-Albergue de Peregrinos de O Castro de Dozón
    Localización: Carretera N-525, s/n
    A la salida de la población
    Propiedad y Gestión: Municipal
    Tel.: (+34) 687 058 612
    Inaugurado en 2012